El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont, detenido el jueves por la noche en L'Alguer (en Cerdeña, Italia) y puesto en libertad el viernes por la tarde, ha reafirmado este sábado su compromiso con la independencia de Cataluña y posición frente a la mesa de diálogo entre el Gobierno central y Generalitat: "El Gobierno español solo quiere dialogar con una parte del independentismo. La mesa de dialogo no es necesariamente una negociación. En esa mesa solo está sentada una parte del independentismo, y casualmente la parte que da apoyo parlamentario al Gobierno de Pedro Sánchez. El Independentismo que representa mi posición no está sentada en esa mesa de diálogo porque no se quiere se estemos, no porque no queramos estar. Hay una parte del Independentismo que el estado español no quiere escuchar, pero nosotros seguiremos con la lucha para alcanzar nuestro objetivo. No nos rendiremos. Y yo seguiré viajando por Europa".

Lo ha dicho en rueda de prensa desde L'Alguer junto a su abogado, Gonzalo Boye; el jefe de la Oficina de Carles Puigdemont, Josep Lluís Alay, y el Síndico del municipio italiano, Mario Conoci: "Estoy contento del resultado final. Nuestra argumentación política y jurídica se ha demostrado. Los argumentos eran muy sólidos. La justicia italiana ha tardado unas pocas horas en tomar una decisión que España lleva cuatro años sin tomar".

A su comparecencia, han asistido el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès; el vicepresidente, Jordi Puigneró, y la consellera de Acción Exterior y Transparencia, Victòria Alsina, que han viajado a L'Alguer en nombre del Govern, donde también se han encontrado con la presidenta del Parlament, Laura Borràs.

Hasta allí también se ha trasladado el secretario general de Junts, Jordi Sànchez; la vicepresidenta del partido, Elsa Artadi; la secretaria general adjunta de ERC y portavoz del partido, Marta Vilalta y eurodiputada de ERC Diana Riba, entre otros miembros de ambos partidos.