La Generalitat ha presentado una querella contra el líder del PP, Pablo Casado, por sus declaraciones sobre la imposición del catalán en las escuelas catalanas. Casado afirmó que en Cataluña los profesores no dejan ir al baño a los niños que lo piden en castellano. Una afirmación que para el Govern de Pere Aragonès supone acusar a los profesores de cometer delitos de odio.

La Generalitat presentó este lunes una querella por injurias, calumnias, incitación al odio y la violencia ante el Tribunal Supremo, cumpliendo así el anuncio realizado por el president, Pere Aragonès, el pasado viernes. Una decisión sin precedentes en los últimos años, como ha reconocido la portavoz.

"Las palabras de Casado no solo falsas sino que atacan al conjunto del profesorado y a todo el sistema escolar" ha denunciado la portavoz del Govern, Patricia Plaja. La querella impulsada por el Govern llega después de que el propio Pere Aragonès avanzara este posibilidad el viernes. A pesar del anuncio, JxCat decidió al día siguiente interponer una querella en nombre del partido, lo que provocó malestar en el Govern y en ERC.

Más allá de la calumnias

Según Plaja, Casado "no solo mintió a sabiendas sino que además añadió que en escuela catalana se discrimina a los niños según profesión de sus padres". El líder del PP se refería así al caso de los alumnos del instituto de Sant Andreu de la Barca en los que un profesor pidió que se identificaran los hijos de Guardias Civiles.

Para la portavoz del Govern, estas afirmaciones suponen acusar de "delitos de odio, incitación al odio y la violencia a los profesores". Por tanto, van más allá de un ataque al derecho al honor, "son declaraciones de un responsable político acusando directamente de delincuentes a la comunidad educativa".

Al igual que en la presentada ahora por el Govern, en la querella presentada por JxCat se acusa a Casado de tres delitos. Un delito de calumnias, por "imputar a cargos públicos de JxCat y docentes conductas que, de ser ciertas, serían constitutivas de diversos delitos contra la integridad moral y discriminación contra menores".

También por un delito de injurias, porque "son tan burdas las mentiras de Casado que no resulta creíble que no haya actuado con pleno conocimiento de la falsedad de sus imputaciones". Y por un delito de incitación al odio porque, con sus declaraciones, "ha realizado un acto de incitación al odio y la hostilidad contra los docentes del sistema educativo catalán".