Las Islas Baleares son un destino soñado. Millones de turistas acuden cada año seducidos por su clima, sus playas y sus paisajes. Mallorca, Ibiza, Formentera o Menorca son sinónimo de paraíso para muchos; sin embargo, hay un colectivo que ha perdido el interés por vivir en el archipiélago: los policías nacionales. La publicación del listado provisional de movimientos entre plantillas de la Policía Nacional evidencia el agujero de agentes en la comunidad con "cerca de 200 plazas vacantes". "Como cada año los policías nacionales tienen la oportunidad de cambiar de destino, y de nuevo, vemos como a las Islas Baleares no quiere venir prácticamente nadie a trabajar", señala el Sindicato Unificado de Policía (SUP) de Baleares.

La fuga de policías ha erosionado las plantillas de las islas, que sólo han gozado de parches para atajar este problema estructural. "La plazas que quedarán vacantes, en su mayoría, serán cubiertas por los nuevos policías que jurarán cargo este mayo, quienes seguramente el año que viene se irán por ser nuestras islas un sitio poco atractivo para residir", indica el SUP. El elevado precio de los alquileres y del nivel de vida en Baleares condiciona el poder adquisitivo de los agentes, que prefieren otros destinos donde con el mismo salario tengan mayores posibilidades.

SUP Baleares ha insistido en que "los grandes perjudicados de esta situación son los ciudadanos". "Cuentan con menos patrullas policiales, menos efectivos para investigaciones. deben esperar más tiempo para hacer sus trámites administrativos y los turistas sufren colas interminables en los aeropuertos para poder entrar y disfrutar de sus vacaciones".

Creación de un complemento de fidelización

La reclamación desde SUP apunta a la creación de un incentivo para evitar el rechazo entre los policías por las Islas Baleares como destino. "Llevamos años solicitando que se de una solución a este problema (...) Contar con más policías repercute de forma directa en la calidad de vida de todos los ciudadanos y turistas que visitan estas islas, si de verdad les importa, actúe n", exclama el SUP en un comunicado. El grito policial, que recientemente aquejaba que "por el momento son buenas intenciones, pero acciones que se reflejen en la realidad ninguna", ha sido finalmente escuchado desde el gobierno autonómico.

La presidenta del Govern balear, Francina Armengol, la consellera de Presidencia, Función Pública e Igualdad, Mercedes Garrido, y la directora general de Función Pública, Carmen Palomino, han acordado en una reunión con representantes del SUP, de la Confederación Española de Policía (CEP), de la Unión Federal de la Policía (UFP), del CSIF, de UGT y de CCOO la firma de un documento que mejore las condiciones laborales de los funcionarios de la Administración General del Estado (AGE) destinados en las Islas Baleares que será remitido al gobierno central a través del Ministerio de Hacienda y Función Pública.

Los puntos más relevantes que afectan a los Policías Nacionales en este acuerdo son los siguientes;  que se consideren todos los puestos de trabajo al servicio de la AGE en esta comunidad como puestos de difícil cobertura, la petición de la creación de un complemento de fidelización y su dotación presupuestaria, establecer una cuantía fija mensual con independencia del grupo o subgrupo de clasificación y que esta cuantía aumente progresivamente según los años de permanencia en el puesto de trabajo, que estas cantidad sea diferente por islas según la especial dificultad cobertura de las plazas.

El sindicato policial ha celebrado "la iniciativa y el apoyo mostrado por parte del Govern Balear, también a todos los partidos políticos que han presentando diversas proposiciones no de ley a nivel autonómico y nacional"; aunque ha destacado la realización de un seguimiento de la evolución solicitándole a Armengol que informe de las gestiones que se van a realizar a partir de ahora, así como su interés por estar presentes en las siguientes reuniones que se convoquen a nivel nacional o autonómico relacionadas con esta iniciativa.