El juez que investiga las cargas policiales del 1-O llevará a juicio al activista independentista Roger Espanyol y a cuatro agentes de la Policía Nacional por un delito grave en el uso de las pelotas de goma. Espanyol perdió la visión de un ojo fruto del disparo de esas pelotas disuasorias. Los hechos se produjeron durante la celebración del referéndum ilegal de independencia, cuando la Policía Nacional intervino en una concentración en la calle Cerdeña de Barcelona.

El magistrado Francisco Miralles Carrió, titular del Juzgado de Instrucción 7 de Barcelona, ha dictado el procesamiento del agente que disparó la pelota de goma, el superior que dio la orden de disparar y otros dos agentes por utilizar las defensas contra personas sentadas en el suelo en protesta por la acción policial.

Por contra, decreta el archivo de las causas contra otros siete agentes de la Policía Nacional acusados también de un uso excesivo de la fuerza durante los disturbios.

Incumplieron el protocolo de pelotas de goma

En su interlocutoria, el magistrado considera que los agentes procesados dispararon "incumpliendo las medidas de seguridad contempladas en la Circular sobre empleo de material antidisturbios" porque no se encontraban a la distancia de 25 metros de los manifestantes.

Al mando de la Policía, "máximo responsable de la actuación policial investigada" el magistrado lo procesa porque "fue el primero en usar la defensa policial contra personas sentadas en el suelo, ordenando así su uso a sus subordinados". Le imputa además haber dado la orden del "uso de pelotas de caucho fuera de los supuestos previstos".

A los otros dos agentes procesados les acusa del "uso de la defensa sobre personas sentadas en el suelo, presuntamente incumpliendo la normativa relativa al uso progresivo de medios y a la utilización de la defensa policial". En cuanto a Español, el magistrado considera probado que "acometió" a los agentes. En los vídeos aportados a la causa se le ve lanzando una valla contra la línea policial.

Enfrentamiento con la Policía

En el relato de los hechos, basándose en los vídeos aportados a la causa, el instructor relata que se dispararon 17 balas de goma. Una de ellas impactó en la pierna de una persona. "Otro de los disparos golpea en la cara en Roger Español, el cual cae al suelo y sufre graves heridas".

Según la pericial videográfica realizada por los Mossos d’Esquadra, la pelota choca primero en el suelo y rebota en dirección a Español. Esa pericial fija la distancia entre el agente y la víctima del disparo en 14,12 metros "que sería en todo caso inferior a la mínima permitida para casos realmente excepcionales".

"Previamente al disparo efectuado, cuando los agentes de policía se están retirando, se observa en las grabaciones como Español acomete en más de una ocasión a los agentes" añade el escrito del instructor.

"En concreto, en un momento determinado antes de sufrir sus graves lesiones, lanza una valla metálica a un agente y también patea una de esas vallas, que choca por detrás con un agente, sin que conste que su actuación causara directamente una lesión concreta a alguno de ellos".

Pese a las pruebas contra Español, el magistrado concluye que "no aparece que los disparos efectuados se realizaran respetando la circular sobre empleo de material antidisturbios, ya que no se respeta la distancia mínima de 25 metros ni existe la situación excepcional, con agresiones directas y de peligrosidad extrema".