Y el chupinazo estalló. Lo ha hecho 1.094 días después del anterior 'Gora San Fermín!, ¡Viva San Fermín!' de 2019 y que la pandemia privó las dos siguientes ediciones. Esta mañana las imágenes que históricamente han marcado el inicio de las fiestas más populares del verano, han vuelto a la plaza Consistorial. En esta ocasión ha sido el exjugador de fútbol, Juan Carlos Unzúe, el encargado de lanzar el chupín que da inicio a nueve días de fiesta en la capital navarra.

Un comienzo de San Fermín 2022 que ha arrancado pasado por agua por la aparición de la lluvia. Una circunstancia que no ha restado ni un ápice de alegría a las miles de personas que han abarrotado los 2.000 metros cuadrados de la plaza consistorial. Todos ellos esperaban minutos antes de las 12.00 horas con el 'pañuelico' rojo en la muñeca o las manos a la espera de que el estallido del chupín permitiera anudarlo al cuello, donde deberá permanecer hasta el 'Pobre de mi' del próximo día 14.

Unzúe ha dedicado el chupinazo al personal sanitario "que nos han ayudado a todos en la pandemia" y a los enfermos de ELA, enfermedad que él padece y que le obliga a desplazarse en silla de ruedas. Minutos antes Unzúe había invitado a quienes se acerquen a Pamplona a "celebrar la vida" y a disfrutar de la fiesta. Ha reconocido que los nervios le invadían, "como los días de grandes partidos".

Tras el lanzamiento, el estallido y jolgorio se ha impuesto en la plaza. Apenas minutos después, la Policía Municipal ha tenido que abrirse paso para habilitar el paso -que suele seguir al lanzamiento del chupinazo-, de 'La Pamplonesa', la banda de música, y a los txistularis que han tocado el 'Agur Jaunak'. Un momento especial en el que las miles de personas presentes han coreado y saltado brazos en alto el tradicional 'Animo pues' con letras populares como el "si no tienes un duro no te hace caso nadie... en cambio si lo tienes amigos a millones".

Nueve días en los que Pamplona se convertirá en el centro de la fiesta en este inicio del verano y que dará comienzo al calendario festivo que tras tres años de pandemia comienza a recuperarse en España. En el caso de Navarra, el inicio de los Sanfermines se registran en un contexto sanitario de cierta inquietud por el repunte importante de casos registrado en los últimos días.

Un espacio en el que desde primera hora de la mañana se ha velado por la seguridad con controles de acceso. El alcalde de Pamplona había prohibido el acceso a la plaza con banderas o pancartas de grandes dimensiones aduciendo razones de seguridad. Desde la oposición se había cuestionado la medida por considerarla una medida para evitar la aparición de ikurriñas durante el chupinazo, tal y como sucedió en 2019.

Finalmente, los controles no han impedido que se extendieran entre la multitud una pancarta en favor del regreso "a casa" de los presos de ETA, así como una ikurriña de grandes dimensiones con el lema 'Gora herria' (Viva el pueblo), otra bandera con el lema "Sozialismoa eraikiz" (Contruyendo el sozialismo) del colectivo GKS, -una corriente crítica de la izquierda abertzale- y otra bandera con las cadenas navarras.