La designación de candidatos municipales del PP en Barcelona está reabriendo heridas en el partido en Cataluña, con conflictos entre la dirección provincial y algunas de las juntas locales en un momento que debía ser especialmente dulce para los populares catalanes. Tras cerrar un ciclo electoral de auténtica pesadilla después de la crisis independentista de 2017, que provocó una fuga de electores hacia Cs y PSC, el partido llega a las elecciones municipales con viento de cola gracias a las expectativas generadas por el "efecto Feijóo" y la crisis en Cs. Pero la elección de candidatos está provocando respuesta interna.

Los casos más destacados han sido los de Granollers, Santa Coloma de Gramanet, Mataró, Montmeló y Viladecavalls, municipios del segundo cinturón metropolitano de Barcelona en el que el PP aspira a recuperar el terreno perdido frente a Cs. Es el principal caladero de votos de los populares en Cataluña, y el bastión del socialismo catalán.

Intercambio de candidatos con Valents

En Granollers, el ex líder local del PP, Jaume Gelada, acaba de anunciar su adhesión ha Valents tras ser sustituido por José María Moya, quien paradójicamente se había presentado meses atrás como líder de la junta local de Valents en la localidad. Gelada, histórico del PP catalán, denuncia que la decisión es fruto de las "guerras internas" en el partido y asegura que la dirección provincial están imponiendo a sus candidatos para descabezar la renovación emprendida por el presidente regional, Alejandro Fernández.

"En un territorio con pocas sillas siempre ha sido un todos contra todos, ahora es todos contra Alejandro Fernández", denuncia Gelada. Alejandro "es el presidente pero no toma las decisiones, no ha podido decidir ningún candidato". Señala al presidente del partido en Barcelona, Josep Tutusaus -alcalde de Pontons- y el secretario general, Manuel Reyes, para concluir "manda más el alcalde de una población de 500 habitantes que el presidente regional".

El resultado ha sido la dimisión en bloque de la junta local en apoyo a Gelada, aunque desde la dirección regional matizan que "han dimitido dos personas" y apuntan que la apuesta por Moya busca un revulsivo en la localidad, tras perder la representación municipal en 2019. También hubo dimisiones en el vecino Montmeló.

Crisis en Mataró

En Mataró la crisis se desató hace meses, con el relevo de otro histórico, Marco Fernández por el renovador, Cristian Escribano. El segundo se impuso en asamblea por 44 votos a 39, y su elección provocó la salida de los perdedores, con Fernández a la cabeza. El ex líder local denunció además irregularidades en la asamblea que sirvió para descabalgarle, pero la comisión de garantías del partido ya ha fallado a favor de Escribano.

Uno de los casos que más ha encendido sin embargo a los críticos con la dirección provincial es el caso de Santa Coloma de Gramanet. En esta localidad vecina de Barcelona se ha impuesto como candidato Miguel Jurado, actual concejal del PP en Badalona y hombre de confianza de Xavier García Albiol. Su designación ha provocado también la dimisión de la mitad de la junta local.

Aunque la crisis viene de antes. Previamente se debatió la posibilidad de presentar en este ayuntamiento a Antonio Gallego, ex diputado del PP que concurrió en las ultimas autonómicas con las siglas de Vox, pero ha abandonado el grupo parlamentario que lidera Ignacio Garriga. La dirección del PP catalán reconoce que se planteó esa posibilidad, que originó un enfrentamiento con la dirección local que los habría llevado a descartar a la líder del PP en Santa Coloma como candidata.

Tránsfugas del Cs

En Viladecavalls las críticas derivan de la elección de un candidato procedente de Cs. Carles Méndez encabezó la candidatura naranja en 2019 pero después abandonó el partido y pactó con PSC y JxCat el gobierno local. Un recorrido denunciado por los críticos del PP en una localidad especialmente sensible. En Viladecavalls fue asesinado el concejal popular Francisco Cano en 2000 por el Comando Barcelona de ETA.

Desde la dirección regional señalan, sin embago, que el caso de Méndez es uno más de los electos de Cs en 2019 que ahora se han pasado a las filas del PP. "Es uno de 25" señala Rodríguez que defiende el fichaje de concejales desde el grupo de no adscritos.

Simple renovación

La dirección regional del partido desmiente las críticas y atribuye los conflictos locales a la renovación en plazas puntuales. "Es lógico" que Manuel Reyes y Josep Tutusaus definan las candidaturas locales, argumenta el secretario general del PP catalán, Santi Rodríguez, "son la dirección provincial".

"Queremos un partido vivo en el que se muevan cosas, los conflictos se han dado en localidades puntuales y situaciones puntuales", añade. Y destaca que las expectativas de crecimiento del PP han aumentado los aspirantes a encabezar las listas populares.

En este contexto, niega las acusaciones de "guerra entre familias" y recuerda que dos de los ex candidatos críticos con el partido, Gelada y Fernández, han acabado abandonándolo para sumarse a Valents, la nueva formación que lidera Eva Parera. Apunta, además, que el PP aspira a superar las 250 candidaturas en Cataluña el próximo mayo, muy por encima de las

En las elecciones municipales de 2019 catalán sufrió un severo correctivo pasando de 214 a 67 concejales. Volvió a ganar las elecciones en Castelldefels, con Reyes, y Badalona, con Albiol, pero las alianzas en su contra lideradas por el PSC los dejaron en la oposición. En la provincia de Girona pasó de 19 concejales a tres y ha pasado de ser la sexta a la 14ª fuerza. En Lleida, de 47 a 15 y en Barcelona, de 126 a 38, la mitad de ellos en Badalona y Castelldefels.