El ex responsable del Palau de la Música, Félix Millet, ha muerto este jueves a la edad de 87 años según ha adelantado TV3. Millet fue durante dos décadas el presidente y hombre clave del Palau de la Música, desde el que permitió y amparó una trama de fraude y financiación irregular de Convergencia Democrática, de la que se benefició personalmente.

Por esa trama fue condenado a nueve años y medio de prisión tras acreditarse que se había apropiado, junto a Jordi Montull, de 23 millones de euros de la Fundación del Palau de la Música. Devolvió la mitad, unos 12 millones, tras un juicio en el que Millet y Montull acabaron reconociendo la trama de desvío de dinero público orquestada al frente del Palau y el Orfeó Català.

Millet cumplía actualmente condena en tercer grado en una residencia privada, elegida por su familia, sin tener que pernoctar en prisión, debido a su estado de salud. Saqueador confeso del Palau de la Música, Millet entró en prisión en 2018 y cumplió su condena entre la prisión de Brians y el Hospital Penitenciario de Terrassa debido a su delicado estado de salud.

Burgués de libro

Durante décadas, Millet fue la quintaesencia del patricio catalán. Nieto de Félix Millet Pagés, fundador y primer director del Orfeó Català, procedía de dos de las dinastías clave de la burguesía catalana, los Millet y los Maristany, refundidos a lo largo de generaciones en cruces familiares que escribieron la historia del poder económico catalán durante dos siglos junto a otros nombres ilustres como los Güell, Marqués, Bultó o Sentmenat.

Desde 1990 preside la Fundación Palau de la Música-Orfeò Català, la primera institución cultural de Cataluña. Un cargo que dejaría en 2009, tras la entrada de la policía judicial en el histórico edificio de Lluís Domènech i Montaner.

Su gestión fue clave para reflotar la institución y conseguir el apoyo de todas las instituciones, públicas y privadas, para la restauración y relanzamiento del Palau. Desde empresas privadas a gobiernos de todos los colores. El primer gesto de José María Aznar para "reconciliarse" con el catalanismo tras ganar las elecciones de 1996 es acercarse a Millet y agilizar las ayudas al Palau.

En 1999 Millet recibió la Creu Sant Jordi de la Generalitat y en 2007 fue nombrado vicepresidente tercero de la fundación F. C. Barcelona -el Barça, la gran institución catalana, fue su otra gran pasión-. No solo obtuvo prestigio social, también cargos. En 2006 fue nombrado Presidente de la Agrupació Mútua y un año más tarde de Bankpime.

El 'Caso Palau'

Pero esa maquinaria perfectamente engrasada para conseguir fondos con los que devolver al Palau todo su esplendor escondía otra maquinaria, no menos engrasada, para su lucro personal. Una maquinaria que llegó al extremo de defraudar, incluso, con la boda de su hija, celebrada a bombo y platillo en el propio Palau.

En el fallo del 'Caso Palau' la Audiencia de Barcelona consideró que «una de las acciones a través de las cuales Millet y Montull se enriquecieron fue su mediación para el establecimiento, mantenimiento y funcionamiento de un sistema por el cual Ferrovial-Agroman, mediante el pago de comisiones a CDC, obtenía la adjudicación de determinados concursos y licitación» de obras públicas en Cataluña.

En el caso de Félix Millet, la Audiencia lo condenó a los 9,8 años de prisión y al pago de 5,3 millones de euros de multa por blanqueo de capitales y delito contra la Hacienda Púbica. Además, debía pagar de forma solidaria con Jordi Montull 3,5 millones de euros al Consorcio del Palau de la Música y 6,2 millones de euros a la Fundación Privada Orfeó Català.

La Asociación del Orfeó debía recibir otros 7,6 millones de euros más por el expolio y la operación de venta del local de la calle Sant Pere en el que debía construirse el fallido hotel del Palau y otros 6 millones de euros a la Fundación o a la Asociación por las cantidades apropiadas mediante la presentación de cheques al portador.