La izquierda abertzale mejora de manera muy notable sus resultados en la Comunidad Foral de Navarra y en la capital navarra, Pamplona, donde su candidato, Joseba Asirón podría regresar a ocupar la alcaldía, si bien requeriría del apoyo del PSN, que tendrá que decantarse entre apoyar a la derecha de UPN o a la izquierda abertzale. La ruptura de la coalición Navarra Suma que ha concurrido con UPN y el PP por separado, ha perjudicado a la derecha navarra que ha visto cómo en el caso de Pamplona ha pasado de ostentar 13 escaños a sumar sólo once entre los 9 de UPN y los 2 del PP con el voto escrutado hasta ahora.

De este modo, Pamplona puede ser un punto clave en la relación entre EH Bildu y el PSN. La pasada legislatura la negativa de la formación de María Chivite a apoyar al candidato de EH Bildu permitió que UPN regresara a ocupar la alcaldía. Ahora, Asiron necesitará del PSN para regresar a la alcaldía.

Unión del Pueblo Navarro, con su candidata Cristina Ibarrola, pese a haber ganado las elecciones en Pamplona, tendría en el aire y a expensas del posible acuerdo Bildu-PSN poder ocupar la alcaldía. En tercer lugar se mantendría el PSN que revalidaría sus cinco escaños. Por último, el PP, con el exdiputado de UPN Carlos García Adanero como candidato, irrumpe con dos concejales y Geroa Bai, la formación en la que está integrado el PNV mantendría sus dos concejalías.

Resultados municipales en Pamplona

Comparativa con 2019

En el caso de las elecciones autonómicas, la fractura de la derecha volvería a perjudicar a UPN que vería imposible poder arrebatar la presidencia al PSN que podría volver a reeditar su acuerdo con Geroa Bai y Podemos y contar con el respaldo de EH Bildu. Los 20 representantes que la coalición NA+ tenía se reducen a 18, repartidos entre los 15 de UPN y los 3 que obtiene el PP. A ellos se podrían sumar los dos representantes de Vox que pro primera vez tendrá la Cámara navarra. También a nivel foral EH Bildu sería quien más crecería, al pasar de 7 escaños a los 9 que le adjudica por el momento el escrutinio y consolidarse como la tercera fuerza.

La presidenta María Chivite se mantendría con 11 escaños en el Parlamento foral, sin acumular desgaste y pudiendo lograr una mayoría suficiente si reeditar alianzas. Así, tendría que cerrar pactos con Geroa Bai, que perdería dos representantes al caer de 9 a 7 y poder contar con los tres representantes que mantendría Contigo Zurekin, la marca de Podemos en Navarra.