"Cataluña es la nación de mis antepasados y será el Estado de mis hijos". Es el lema que preside el twitter de Sílvia Orriols, toda una declaración de principios de la que podría ser la próxima alcaldesa de Ripoll (Girona). Un municipio de 10.600 habitantes en el corazón de Cataluña que saltó a la primera página en verano de 2017 como cuna de la célula yihadista de los atentados de Barcelona y Cambrils.

Aliança Catalana, el partido que lidera Orriols, se impuso el pasado domingo en las elecciones municipales en su municipio. Con 6 ediles y un 30,76 % de los votos emitidos, solo una alianza de JxCat, ERC, PSC y la CUP puede evitar su elección como alcaldesa. El partido ha conseguido representación además en las otras dos localidades donde presentó candidatura: Ribera d’Ondara (Lleida) y Manlleu (Barcelona).

Discurso islamófobo

En su presentación lo dejaba claro: El 28M "en Ripoll habrá muchas siglas, pero solo dos proyectos. Quienes consintieron y los que nos opusimos a la nueva mezquita. Los que promueven y subvencionan la inmigración anti-occidental y los que queremos retirar las ayudas gratuitas e indefinidas que reciben los inmigrantes". Una propuesta que ha convencido a un tercio de sus vecinos.

De hecho Orriols admite abiertamente el carácter islamófobo de sus ideas. Así respondía en una entrevista en La Gran Contradicció de 8TV: "Probablemente soy islamófoba. No hay que amedrentarse ante esta religión que lanza a los homosexuales por los barrancos o ataca tan gravemente a los derechos de las mujeres en todo el mundo. Islamófoba sí, y catalana también".

La independentista Aliança Catalana es beligerante contra la inmigración, pero esta beligerancia es consecuencia de su nacionalismo. Acusan a los inmigrantes de poner en riesgo la identidad catalana, por eso su otro gran caballo de batalla es la lucha contra el bilingüismo. Cataluña, en catalán y para los catalanes, podría ser el resumen de su ideario.

Front Nacional, el origen

No es un programa nuevo, aunque Aliança naciera en 2020. Sílvia Orriols se presentó con el Front Nacional Català a los comicios de 2019, partido por el que obtuvo un asiento en el consistorio de Ripoll. El FNC obtuvo el pasado domingo 6 concejales, los cuatro del pequeño municipio de La Masó (Tarragona), donde ganaron las elecciones, y otros dos en Manresa.

El pasado domingo también volvió a las instituciones otro clásico de la extrema derecha catalana, Josep Anglada. El creador de la extinta Plataforma per Catalunya, con la que fue concejal de Vic durante 16 años consecutivos, regresa ahora con dos concejales y una nueva formación, Som Identitaris. La inmigración ha sido también uno de sus argumentos estrella, en la capital de una de las comarcas catalanas con más volumen de residentes de procedencia magrebí y subsahariana.

Pero Orriols quería volar por libre y rompió su carné del partido menos de un año después, para fundar Aliança Catalana. Una formación que denuncia el "agravio de las ayudas públicas contra los catalanes" en beneficio de la inmigración y propone, a semejanza del FNC, "frenar" el islamismo y "prohibir el velo islámico en los trabajadores municipales".

El recuerdo del 17A

De hecho, la líder de AC se ha mostrado como la voz más combativa de la extrema derecha independentista, con fuerte repercusión en las redes. Un ruido que ella no duda en fomentar buscando la confrontación. Si sus rivales pegan carteles contra los discursos islamófobos, ella les responde en sus redes: "Tener miedo de la ideología político-religiosa que persigue y asesina a miles de mujeres, homosexuales, ateos, cristianos, judíos, ex musulmanes y opositores en todo el mundo no es irracional, es normal".

Unos "argumentos" que la llevaron ante el juez, acusada de un delito de incitación al odio por oponerse a la tercera mezquita de Ripoll. Lo hizo en el Pleno Municipal, recordando que los solicitantes, la asociación islámica Annour de Ripoll fueron los responsables de contratar al imán Abdelbaki Es-Satty, cerebro de los atentados de Barcelona i Cambrils.

"Ciertamente, el discurso de odio de la mezquita no contribuye a la convivencia..." responde cuando se denuncian, precisamente, los discursos de odio en su localidad. Apunta además a la seguridad como de sus argumentos, asociando siempre los problemas con la inmigración.

Todo ello en una ciudad marcada todavía por el recuerdo de los atentados del 17A y el papel del imán de Ripoll en la radicalización de un grupo de jóvenes de la localidad. Un contexto que ha llevado a representantes de la comunidad musulmana a expresar su temor ante la llegada de Orriols a la alcaldía.