Mohamed Ziane cumplió 80 años el pasado febrero en prisión, donde se halla desde que en noviembre la policía marroquí le detuviera tras abogar en público por la abdicación del rey Mohamed VI ante sus continuadas ausencias. Las autoridades del país vecino han denegado las peticiones de que Ziane sea trasladado a un hospital fuera de la cárcel ante el deterioro de su salud, denuncia su familia a El Independiente.

Desde finales del pasado noviembre Ziane se halla en la prisión de El Arjat, emplazada a unos 10 kilómetros de Rabat, en la ciudad vecina de Salé. El ex ministro de Derechos Humanos de Marruecos está condenado a tres años de prisión incondicional por una miríada de delitos presentados por el ministerio del Interior que él niega completamente, entre ellos, "la ofensa a funcionarios públicos y la Justicia", "la injuria contra un cuerpo constituido", la "difamación", el "adulterio" o el "acoso sexual".

Ziane, que se ha granjeado el título del "preso más viejo del mundo" entre la castigada disidencia marroquí, padece espondilitis anquilosante, una enfermedad inflamatoria que, con el tiempo, puede provocar que algunos de los huesos de la espina dorsal se fusionen. Este fenómeno hace que la espina dorsal pierda flexibilidad y puede generar una postura encorvada, con dificultades para respirar hondo.

Ante el agravamiento de la enfermedad, la familia de Ziane reclamó su hospitalización fuera de un centro penitenciario donde existe una enfermería. La administración de la cárcel traslado la petición al ministerio de Sanidad pero no se ha recibido respuesta, detalla su círculo más íntimo. "No sabemos la razón de este silencio. ¿Es que acaso tienen miedo a cuidarle o a perder el cargo si aceptan el traslado", se preguntan estas mismas fuentes.

Creciente persecución

La vigilancia sobre Ziane, que desembocó en su detención, se volvió especialmente severa desde que en octubre concediera a El Independiente una entrevista sin líneas rojas, en la que denunció la deriva política y social de su país y el reinado ausente del hijo de Hasán II, a caballo de París y Gabón. “Que Mohamed VI esté fuera de Marruecos es totalmente anormal. No se puede dirigir un país por Zoom”, advirtió el veterano político. En las semanas que sucedieron a la publicación de la conversación, la prensa marroquí se cebó con Ziane en una campaña de difamación pública que se sumó a la creciente vigilancia policial en torno a su residencia. En las tribunas de los rotativos estatales le llamaron "traidor español" y "loco", entre otros insultos.

El pasado mayo la justicia marroquí confirmó la condena a tres años de prisión contra Ziane. La Corte Suprema de Marruecos, el máximo tribunal de apelaciones del país, ratificó un veredicto contra el que no cabe recurso. La familia ha pedido la excarcelación por razones humanitarias, dada la avanzada edad del reo. Todas las solicitudes han sido denegadas hasta la fecha.

En los últimos meses Amnistía Internacional ha hecho campaña exigiendo la liberación inmediata de Ziane. Un tribunal marroquí lo había condenado en febrero de 2022 a tres años de prisión firme y a una multa de 5.000 dirhams (unos 450 euros).