Han pasado 54 días y el Gobierno sigue en funciones. El de Navarra es uno de los tres Ejecutivos autonómicos, de la decena que se votaron en las urnas el pasado 28-M, que aún no ha sido renovado. Su presidenta, María Chivite (PSN), se encuentra ahora en funciones y no por falta de apoyos. Al contrario que lo sucedido en Murcia o Aragón, en la Comunidad Foral el problema es otro. La candidata socialista aspira a continuar un nuevo mandato con los mismos socios que la han sostenido los últimos cuatro años; Geroa Bai –la coalición de la que forma parte el PNV- y Contigo-Zurekin –la marca de Podemos-. Un tripartido que ya le ha trasladado su disposición a revalidar el acuerdo y que ahora sólo negocia el peso y la letra de cada uno de ellos en la alianza.

La razón para la demora en la conformación del nuevo Gobierno está fuera de él, en la sombra de EH Bildu. El ‘socio’ externo al Gobierno es imprescindible para asegurar la investidura de Chivite. La necesaria participación de la izquierda abertzale en la operación incomodaba al PSN en un momento electoral como el actual y fue el que llevó a forzar una prolongación de los plazos de negociación que, junto con los Sanfermines, han contribuido a que casi dos meses más tarde de las elecciones aún ni siquiera exista fecha para el pleno de investidura.

Chivite necesitará de al menos la abstención de EH Bildu para ser investida presidenta de Navarra para otros cuatro años. La coalición ya le ha garantizado su apoyo. Lo que no ha trascendido es cuál será el precio. Chivite ha insistido en que Bildu en ningún caso formará parte del Ejecutivo. También que no negociará con la izquierda abertzale. Sin embargo, el 13 de junio pasado la presidenta de Navarra en funciones sí mantuvo un encuentro con representantes de EH Bildu. Otegi también le ha asegurado que no obstaculizará la conformación de un gobierno progresista y que lo hará sólo “por principios”.

Más peso de Bildu en el Parlamento

Una manifestación que contrasta con las declaraciones que durante las semanas de negociación han venido realizando distintos representantes de EH Bildu que han recordado que no sólo volverán a ser determinantes esta legislatura, sino que incluso lo serán aún más al haber mejorado de modo notable sus resultados en las elecciones y contar con un representante más en el Parlamento foral y ser la tercera fuerza de la Cámara. Un mayor peso que han reclamado que debe notarse en la relación de colaboración y apoyo que mantengan durante la legislatura.

Precisamente esta semana la que cabeza de la lista al Congreso por la coalición, Mertxe Aizpurua, ha avanzado que los próximos años pondrán “sobre la mesa del Congreso” el derecho a decidir “de Euskal Herria”, donde queda incluida Navarra junto al País Vasco.

Oficialmente el PSN aseguró en junio que tras aquel primer encuentro “no tenemos nada más que hablar, hemos sido claros y taxativos”. Sin embargo, en EH Bildu aún duele la posición mantenida por la formación que lidera Chivite en la conformación del Ayuntamiento de Pamplona. La negativa del PSN a respaldar la candidatura de Joseba Asiron (Bildu) como primer partido de la oposición permitió que UPN revalidara la alcaldía.

Geroa Bai, menos diputados igual presencia

La decisión de Pedro Sánchez de convocar elecciones generales para este domingo recomendaba alejarse en plena campaña de la sombra oscura que proyecta la coalición que lidera Arnaldo Otegi y que ya se demostró negativa para los intereses de los socialistas el pasado 28-M. A ello se sumó la coincidencia en el calendario de los Sanfermines, que obligó -o permitió- ralentizar diez días el proceso de negociación entre los partidos ya en marcha. El PSN avanzó incluso antes del chupinazo que sería complicado conformar un Gobierno en Navarra antes de las elecciones del 23-J. Los plazos que ahora se manejan lo sitúan a comienzos del mes de agosto.

Esta semana los contactos entre el PSN, Geroa Bai y Contigo-Zurekin se han retomado. Si bien por el momento la disposición de las tres formaciones es buena para el acuerdo, el documento y compromisos siguen lejos de rubricarse. La principal discrepancia radica en el peso que Chivite quiere conceder a cada una de las formaciones. En las autonómicas del 28-M Geroa Bai perdió dos de sus nueve diputados. Pese a ello, los portavoces de la formación nacionalista aseguran que quieren seguir manteniendo el mismo peso en el futuro Ejecutivo y las mismas áreas de responsabilidad.

En el caso de las formaciones agrupadas en Contigo-Zurekin, los tres escaños logrados son los mismos que la suma de Podemos y I-E, las dos formaciones que la pasada legislatura formaron parte del Gobierno Chivite. El PSN, por su parte, conservó los 11 representantes de 2019, lo que le dota de mayor fuerza en el proceso de negociación para reclamar un mayor poder en el futuro pacto de Gobierno.