Pedro Sánchez tendrá que negociar con JxCat un referéndum de independencia si quiere conseguir los siete escaños de los independentistas para su investidura. Así lo ha advertido la candidata de JxCat, Miriam Nogueras, tras confirmar los 7 escaños obtenidos en las elecciones de este domingo. El independentismo ha perdido 9 de los 24 diputados que tenía en el Congreso por el avance de PSC y Sumar en Cataluña, pero tiene claro "lo que valen" sus 14 diputados.

El PSC ha recuperado este domingo su carácter de bastión del socialismo con 19 escaños y uno de cada tres votos emitidos en Cataluña. Con 92% escrutado los socialistas ganan en las cuatro demarcaciones catalanas. Sumar resiste además en esta comunidad, con siete escaños, convirtiéndose en segunda fuerza en Cataluña y empatando con ERC y JxCat. Ambos partidos suman 25 de los 48 diputados en liza en Cataluña.

Pese al retroceso, Nogueras ha leído los resultados de este 23J como una victoria para su partido, conscientes de que tienen la llave de la investidura de Pedro Sánchez. "No me temblará el pulso" ha advertido la candidata de Carles Puigdemont. "Nuestra prioridad es Cataluña, no la gobernabilidad del Estado español, Pedro Sánchez tiene muchos deberes con Cataluña y no les debemos nada" ha advertido.

Tanto Nogueras como el republicano Gabriel Rufián han vuelto a apelar a la unidad independentista para hacer valer esos 14 diputados. Pero mientras Nogueras exige el referéndum, Rufián ha vuelto a poner sobre la mesa reivindicaciones más accesibles: el traspaso de Rodalies, acabar con el déficit fiscal y reactivar la mesa de negociación entre Gobierno y Generalitat.

Los republicanos son los grandes damnificados del crecimiento de PSC y Sumar. La candidatura liderada por Rufián pierde seis escaños y nueve puntos porcentuales de voto, que los dejan al nivel de Junts, su auténtico rival en estas elecciones. Los de Carles Puigdemont ceden un escaño pero resisten mejor que Esquerra con su discurso de confrontación total abanderado por Miriam Nogueras, que se estrenaba como candidata.

La CUP, por su parte, pierde la representación obtenida hace cuatro años y desaparece del Congreso. Los antisistema no han retenido los dos escaños conseguidos en 2019 en la demarcación de Barcelona.

El PP triplica representación

El PP ha confirmado las expectativas de crecimiento, comiéndose todo el espacio cedido por Cs en Cataluña. Los populares duplican el resultado de 2019 con cinco escaños, tres más que hace cuatro años, ganados en Barcelona, con el ex portavoz naranja Nacho Martín Blanco como candidato, y Tarragona, pero siguen fuera de las demarcaciones de Girona y Lleida.

En 2019 Esquerra ganó las generales en Cataluña con 13 diputados y el 22,7% de los votos, frente al 20% obtenido por los socialistas catalanes, que ganaron con claridad en Barcelona, pero fueron superados por los independentistas en las otras tres provincias catalanas.

El PSC se situó en segundo lugar gracias a los 8 diputados en Barcelona, recuperando el terreno perdido en las anteriores frente a Podemos. Este domingo, los socialistas han crecido hasta los 13 escaños en Barcelona y han obtenido dos diputados más en cada una de las demarcaciones restantes.

Junts se situó entonces como tercera fuerza en número de escaños, con ocho, mientras Podemos era tercero por votos con le 14% de los sufragios. El PP caía a los dos escaños obtenidos en Barcelona y se quedaba sin representación en Tarragona, Lleida y Girona. También Vox y Cs se quedaron fuera del reparto de votos en esas provincias, pero Vox superó al PP en Girona y Tarragona.

Abstención diferencial

Cataluña ha sido, además, una de las comunidades con mayor abstención. La participación se ha quedado en un 64,4%, cinco puntos por debajo de la media española en una comunidad en la que tradicionalmente ha habido mayor participación. Por provincias, Girona y Lleida son las que más caen, con un 62% y un 61% respectivamente.

Una abstención que se ha cebado especialmente en las filas independentistas, con participaciones de hasta 11 puntos por debajo de la media en localidades del corazón independentista como Ripoll, donde la participación no ha llegado al 60% y el PSC se ha impuesto a ERC y Junts.