Carles Puigdemont ha vuelto a demostrar este lunes que él es quien marca la agenda de las negociaciones para la investidura de Pedro Sánchez, con una inesperada imagen junto a la vicepresidenta y líder de Sumar, Yolanda Díaz, en Bruselas. El encuentro se ha alargado durante tres horas, tras las cuales Junts y Sumar han emitido un comunicado en el que destacan la "normalidad" y "cordialidad" de la reunión.

"La reunión ha sido fructífera y permite establecer una relación normalizada y estable entre ambas formaciones políticas" añade el texto. Los dos partidos se declaran además dispuestos a "explorar todas las soluciones democráticas para desbloquear del conflicto político". Una expresión en la que los independentistas amparan la celebración de un referéndum de independencia, además de la amnistía para todos los involucrados en el 1-O.

El propio Puigdemont ha comentado el encuentro en sus redes, destacando que forma parte de "la normalidad política en la Unión Europea". "Dialogar y mantener relaciones políticas entre formaciones de diferentes ideologías no debería ser ninguna sorpresa, ni ninguna excepcionalidad" añade el ex president.

El texto defiende la necesidad de "hacer política desde el diálogo y los principios democráticos" y argumenta que "los problemas políticos deben volver a los cauces políticos, para encontrar soluciones basadas en el diálogo". Una dialéctica habitual en el argumentario independentista que ya había hecho suya Podemos en la pasada legislatura.

Puigdemont en el centro

Díaz ha volado a Bélgica para reunirse con Puigdemont solo 24 horas antes de que el líder moral de Junts pronuncie la esperada conferencia en la que debe fijar el marco del acuerdo exigido por JxCat. El líder de Junts consigue así una imagen más para resaltar que es él quien maneja las riendas de la negociación para conseguir los siete votos de Junts.

El encuentro se produce apenas un día después de que el negociador de Sumar, Jaume Asens, expresara en una entrevista en Ara la conveniencia de una imagen pública de algún dirigente nacional con Puigdemont. Una imagen que oficializa el fin del ostracismo del ex president fugado tras el referéndum y la declaración de independencia de 2017.

Asens ha sido el acompañante de Díaz en el encuentro, en el que también ha participado por parte de Junts Toni Comin. El ex conseller se ha convertido en la mano derecha de Puigdemont desde que ambos huyeron a Bruselas tras la proclamación de independencia, y es el nexo de unión con Asens, con el que mantiene una estrecha amistad personal.

ERC al margen

Un encuentro del que no tenían conocimiento formal en Esquerra. Su portavoz, Raquel Sans, se ha felicitado por el encuentro entre Puigdemont y Diaz. "Celebramos todas las vías de interlocución que se abran en una vía de negociación que ya escogió ERC en la pasada legislatura" apuntaba Sans, reconociendo que "no dispongo" de información sobre el encuentro.

Quien se ha desmarcado abiertamente del encuentro es la Moncloa, que circunscribe la iniciativa a Sumar. Fuentes de la Moncloa han apuntado que fueron informados a "última hora" de la noche de este domingo de la reunión, "a hechos consumados", y añaden que "no hay nada acordado" al respecto. Añaden que el Gobierno sigue en su "vía" para negociar la investidura y que la reunión de Díaz no tiene "nada que ver" con el mismo.

Tampoco se sienten "comprometidos" los socialistas catalanes. La portavoz del PSC, Elia Tortolero, ha dejado claro que se trata de una "iniciativa de Sumar que no compromete al PSC" en la comparecencia posterior a la ejecutiva del partido. Tortolero no ha querido concretar tampoco si considera a Puigdemont un interlocutor válido para la investidura.

Los Comunes sí han reivindicado la reunión. "Hay que abrir un proceso de diálogo para ver hasta dónde somos capaces de llegar" ha señalado el portavoz de la confluencia catalana de Sumar, Joan Mena. "No se puede gobernar un país yendo en contra de la realidad de este país" ha añadido Mena, reivindicando unas conversaciones que "están en su inicio" ha advertido.