Pedro Sánchez conseguía lo que parecía casi imposible: unir a Alfonso Guerra y Felipe González tras varias décadas de distanciamiento. En el reencuentro, el exvicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra ha dicho que el "disidente" en el PSOE no es él, sino el actual líder socialista y presidente del Gobierno en funciones, al que ha acusado de ir cambiando de postura con temas como los indultos o los pactos con Podemos.

En su intervención en la presentación de su libro La rosa y las espinas este miércoles en el Ateneo de Madrid, Guerra ha dicho que una persona si es de izquierdas "tiene la obligación de no callarse si ve injusticias, arbitrariedades, errores, los vea en la zona conservadora o en la zona progresista".

"No puede callar, tiene que decirlo", ha dicho junto al expresidente del Gobierno Felipe González y entre los aplausos de los asistentes, entre los que figuran socialistas históricos como el exlíder del PSE Nicolás Redondo, recientemente expulsado del PSOE por su "reiterado menosprecio" a las siglas del partido.

En su opinión, "algunos están sosteniendo posiciones discrepantes que no son tan discrepantes sino coincidentes durante un tiempo" con la postura de la dirección del PSOE.

"Uno defiende lo que defiende su organización, su secretario general, presidente, y lo sigue defendiendo durante un tiempo, pero mientras tanto el otro ha cambiado", ha añadido en alusión a Sánchez.

A continuación, ha puesto como ejemplo el rechazo a integrar a Podemos en el Gobierno y la oposición a los indultos a los líderes del procés, que finalmente fueron aprobados.

"No he sido desleal, no he sido disidente, más bien ha sido disidente el otro que va cambiando", ha añadido en referencia a Sánchez.

Asimismo, Guerra ha pedido al Gobierno, como "demócrata y socialista", que no se otorgue una amnistía "que falsificaría la historia" y la ha calificado como "una humillación deliberada de la generación de la Transición" y una "condena de la transición y la democracia".

"Yo solicito, como ciudadano de la democracia y como socialista, que no se dé ese paso, que no se otorgue una amnistía que falsificaría historia, que convertiría en represores a los demócratas y presentaría como demócratas a los felones que atentaron contra la libertad y la democracia y que repiten cada día que volverían a hacerlo", ha aseverado.

En este sentido, ha apuntado que la amnistía sería "decir que no delinquieron, que fueron justos cuando se alzaron contra la legalidad porque esta era injusta". "Es una criminalización que un demócrata no puede aceptar", ha sentenciado.

El expresidente del Gobierno Felipe González también ha mostrado su rechazo a una hipotética amnistía a los independentistas catalanes encausados en el 'procès' porque, a su juicio, no es constitucional y tampoco políticamente aceptable. Por el contrario, lo considera un chantaje por parte de unas minorías en vías de extinción.

"Cuanto más pierden, más chantajean", ha lanzado, haciendo hincapié en la pérdida de apoyo en las urnas de las formaciones independentistas en las últimas citas electorales, al tiempo que ha hecho un llamamiento a no permitirlo. "No podemos dejarnos chantajear por nadie, y menos por minorías en vías de extinción", ha añadido.

González se ha expresado de forma contundente su oposición a la concesión de una amnistía en un acto junto al exvicepresidente del Gobierno y exvicesecretario general del PSOE, Alfonso Guerra, la primera vez que ambos históricos dirigentes compartían escenario en 30 años.

Además, ha subrayado que no existe posibilidad de hacer "ninguna reforma seria" en España si no es mediante un acuerdo entre PSOE y PP y se ha mostrado a favor del mismo, por ejemplo, para acometer una reforma del Senado, según ha mencionado.

También ha cargado con dureza contra la vicepresidenta segunda en funciones y líder de Sumar, Yolanda Díaz, aunque sin nombrarla expresamente, al rechazar que dé lecciones de cómo hacer política cuando nunca ha ganado unas elecciones e incluso llegó a perder escaños.

En este sentido, ha criticado su reciente visita al expresidente de Cataluña, Carles Puigdemont, huido de la justicia española en Bélgica, al señalar que "no es digno". "Quien lo hace no puede representarnos", ha rematado.

Guerra ha criticado también la aprobación del uso de lenguas cooficiales en el Congreso y ha hecho balance sobre la situación política actual.

Ha alertado de riesgo que existe actualmente para la democracia, algo ante lo que ha asegurado que "no se resignará".

"Esta situación no puede durar, no durará. La libertad y la democracia anidan en el corazón de muchos socialistas", ha manifestado.

Entre los asistentes, además de Redondo, figuran socialistas históricos como el expresidente extremeño Juan Carlos Rodríguez Ibarra, el expresidente asturiano Javier Fernández y los exministros José Barrionuevo, José Luis Corcuera y Virgilio Zapatero.

También han asistido entre otros el exlíder del PSOE de Madrid Tomás Gómez, miembros del PP como la eurodiputada Pilar del Castillo y el exdiputado Adolfo Suárez Illana, y la aristócrata Eugenia Martínez de Irujo.