Se nota que Pepe Mercadal (Menorca, 1994) acaba de llegar al Congreso de los Diputados, y que quien les escribe está empezando en el periodismo político. Ambos pensábamos que no habría problemas en hacerle alguna foto para ilustrar esta entrevista frente a las esculturas de los leones situadas en la entrada principal de las Cortes, o que podríamos acceder a la Sala Constitucional para tomar alguna imagen ahí, aunque no hubiéramos avisado antes a los responsables de prensa. Ilusos. La tarde del miércoles que nos citamos en el Congreso, los despachos de la Cámara Baja están abarrotados de reuniones, y para poder conversar no nos queda más remedio que conformarnos con una pequeña sala interior con vistas a la calle de Zorrilla.

Mercadal, asistente en el Parlamento Europeo entre 2019 y 2023, obtuvo un escaño en las elecciones generales de julio del año pasado. A sus 29 años, es uno de los diputados más jóvenes del Congreso. Hace unas semanas estuvo en Ucrania, en el segundo aniversario de la invasión rusa, formando parte de la delegación de la Global Parlamentarians Network to Support Ukraine. Y precisamente, sobre Ucrania y el papel geopolítico que debe ocupar España en el futuro, gira la mayor parte de nuestra entrevista, en la que también hablamos de política, del futuro del PSOE y de la Semana Santa.

Pregunta: Llevas ya un tiempo en política, estuviste cuatro años trabajando como asesor en el Parlamento Europeo. ¿Cómo estás ahora en el Congreso?

Respuesta: Bueno, es muy distinto, porque yo estaba ayudando a una política, a una eurodiputada, y ahora el político soy yo. Hacer este cambio implica un cambio de chip, un cambio de mentalidad. Al principio cuesta, lo ves todo como una gran oportunidad, y das las gracias por ello, lo que se conoce como el síndrome del impostor, y pasan un poco los meses y te vas dando cuenta de que realmente no es que sea una oportunidad, sino una responsabilidad y tienes que asumirla. No sólo hacia tus votantes, sino hacia la sociedad y hacia tu partido. Hay que asumir cada vez más el papel, el rol. En los partidos son todos pequeños liderazgos. Evidentemente hay liderazgos muy claros, pero a nivel territorial, mira, yo soy de Menorca y desde las últimas elecciones municipales, que tuvimos malos resultados, soy de los pocos cargos socialistas ahora mismo. Por lo tanto, esto te da una una responsabilidad que tienes que asumir e interiorizar mucho. Lleva un tiempo, pero creo que ya lo tengo interiorizado.

P: ¿Hay algo que te ha llamado especialmente la atención del día a día en Madrid?

R: Son muchas cosas. Desde el primer día estás pellizcándote. Últimamente lo que me ha pasado es que me ha tocado llevar algunos algunos votos al pleno. Cuando tu grupo te designa ponente para intervenir en el pleno, también te encargas de que ese tema salga en el pleno y de que salgan los votos. Y lo que me ha sorprendido es que yo, ahora, soy tan diputado como algunos que son muy conocidos, y me ha tocado negociar, hablar o explicar un tema a estos diputados tan conocidos, e intentar convencerles de que voten en el sentido que a nosotros nos conviene. Me pasó hace unas semanas, a finales de febrero. Me fue bien porque conseguí los votos. Pero la experiencia más sorprendente fue la de tener que llamar a diputados que conozco de la tele y tener que intentar convencerles de que votaran, en aquel caso en contra. Pero la primera vez que hablas con ellos es bastante chocante cuando vienes de fuera.

P: Recientemente has estado en Ucrania. ¿Qué piensas de la situación geopolítica de España a largo plazo? ¿Dónde crees que tiene que estar?

El papel de España en Europa es el papel de España en el mundo. Respecto a como estábamos en 2011, 2012 o 2013, España tiene un papel radicalmente distinto en Europa. En la crisis, en la recesión, fuimos un país que iba a remolque de las grandes economías europeas, como Alemania. Ahora, en 2023, somos el país que empuja el crecimiento económico de Europa, que evita que entre en recesión. Somos uno de estos países. España creció al 2% en 2023, nos supera Portugal 2,2%. Tenemos países como Suecia, Italia o Francia, especialmente estos dos últimos, que los admiramos bastante económicamente, y que están en un crecimiento de estancamiento del 0%, 0,5% o 0,6%, respectivamente. Y tenemos después al gran motor económico económico de Europa [Alemania], que tanto admirábamos en 2011, 2012 o 2013, cuando íbamos a remolque suyo, que está en decrecimiento. Incluso países que en algún momento nos han tratado con un poco de superioridad, que nos han querido dar algunas lecciones de economía, como por ejemplo Austria, está decreciendo a un 1,6%. Es sorprendente decir esto porque no se habla mucho de ello, pero creo que es la noticia más relevante del año 2023, que España empuja el crecimiento económico en Europa. El otro día, en un medio, había una entrevista al comisario de Economía en la que lo admitía, y decía que España estaba en buena forma económica. Y esto, al final, condiciona tu posición geopolítica. Si tu economía va bien, tienes mucha más fuerza para, después, liderar en otros temas. España en los últimos cuatro años ha liderado, a nivel Unión Europea, legislación muy importante respecto del cambio climático, a la transición hacia una economía verde. El liderazgo en el Consejo de Teresa Ribera y Pedro Sánchez ha sido clarísimo, y hemos sido uno de los países que ha empujado para tener más ambición climática, como pidió la ciudadanía en las últimas elecciones europeas, como va pidiendo aquí en España en repetidas elecciones, y como piden, evidentemente, los científicos. La ciencia nos dice que tenemos que transitar hacia una economía verde lo más rápido posible sin dejar a nadie atrás, y para esto se están haciendo estos reglamentos a nivel europeo, a través de la ley del Clima, liderados y empujados por España. Me parece muy relevante, porque son los reglamentos que van a condicionar el cambio, esta transición a la economía verde en todos los sectores económicos. Y aquí, Teresa Ribera ha tenido un papel importantísimo que se reconoce en Bruselas. Después, también pienso que España a nivel europeo está empujando para tener más unión, más coordinación respecto a los retos geopolíticos. Josep Borrell, como Alto Representante, ha desempeñado un papel fundamental. No ha habido en la historia de la Unión Europea una respuesta común tan sólida y tan coherente como la habido respecto a la guerra de Ucrania. Yo la echo de menos con la guerra en Gaza. Admiro que Josep Borrell y también Pedro Sánchez, pero especialmente Borrell, con una situación difícil en Bruselas, con discrepancias internas dentro de la Comisión, haya puesto en el punto de mira las violaciones de los derechos humanos que han sucedido allí, tanto en un bando como en el otro, y la matanza que está teniendo lugar en Gaza desde el 7 de octubre. Pero no hemos conseguido esa respuesta unida que tuvimos con la guerra de Ucrania. Si Europa tiene que ser, que yo creo que sí, quien defiende la democracia en el mundo y el orden global multilateral basado en normas, que es el orden global que nos ha permitido desarrollarnos a las democracias occidentales, también a nivel económico, como nuestro país en los años ochenta y noventa, ha sido gracias a ese orden global que ahora está amenazado y que sólo Europa, o especialmente la Unión Europea, es quien protege. Si somos nosotros quienes protegemos y promovemos esta manera de hacer las cosas, tenemos que ser coherentes en Ucrania y también en Gaza.

Dejar que Putin se salga con la suya es mandar un mensaje muy negativo al orden global, manda un mensaje muy negativo a nuestros intereses, a los intereses de Europa

¿Qué te decían los dirigentes ucranianos con los que te reuniste? Sobre todo, al hilo de que ahora están paralizadas las ayudas y las entregas de armamento

No, no está paralizado nada, está paralizado la ayuda de Estados Unidos, que depende del voto del Senado. Los republicanos lo están bloqueando, y espero que en las próximas semanas se desbloqueé, y para esto hay que hay que trabajar. A veces, en política y en el relato público, se dan por imposibles algunas cosas, y no, las cosas van cambiando y lo deberíamos tener asumido, porque lo que pasará mañana cambiará el tablero de las cosas, así que a lo mejor mañana tenemos alguna noticia de Estados Unidos y desbloquean la ayuda a Ucrania. Pero no estamos en Estados Unidos, estamos en Europa, y creo que Europa ha hecho las cosas bien y ha ayudado muchísimo a Ucrania, a nivel financiero, especialmente, pero también a nivel de la reconstrucción del país y también a nivel militar. No nos engañemos, Putin no va a parar. Lo dice muy claramente. Hay que escuchar sus intervenciones para saber cuáles son sus objetivos, porque mira, será un dictador, pero es un dictador que explica lo que quiere. Y Putin dice que media Ucrania, o casi toda, es Rusa, que Odesa es ruso, que Járkov y Kiev son rusos… claro, esto es una amenaza bestial a la integridad territorial de Ucrania. Y dejar que Putin se salga con la suya es mandar un mensaje muy negativo al orden global, es mandar un mensaje muy negativo a nuestros intereses, a los intereses de Europa. Y es mandar un mensaje de que si una superpotencia quiere reclamar un territorio, puede hacerlo por la fuerza. Esto es algo que habíamos descartado y que tenemos también que descartar ahora. Y por eso es tan importante ayudar a Ucrania, porque no podemos permitir cesiones territoriales, no podemos permitir esta agresión a su integridad territorial porque es una agresión al derecho internacional, es una agresión al orden multilateral, es una agresión a los derechos humanos y por eso hay que defender a Ucrania. No sólo por Ucrania, sino por el orden global que defendemos, que seguramente es imperfecto, pero es el mejor que ha tenido la humanidad.

"Me preocupa más el estado de otros países a nivel democrático que el de España"

Respecto de la forma política del Estado, ¿cuál crees que es la mejor para que España continúe desarrollándose en el futuro?

Somos una democracia fuerte, así lo indican los estudios. De hecho, últimamente estos mismos estudios nos han dado una mejora. Uno de los deberes pendientes, evidentemente, es la renovación del Consejo del Poder Judicial, que es importante para continuar mejorando nuestra democracia. A mí lo que me preocupa es esto, que tengamos un país, una democracia fuerte, estable y transparente, y que sea reconocido también a nivel internacional. No veo la democracia, o la democratización de los países, como blanco y negro, es un proceso de grises en los que España está bastante avanzado. ¿Hay algunos países, algunos casos de mejor calidad democrática? Los hay, y a lo mejor nos podemos inspirar en ellos. Pero España, dentro de lo que es la Unión Europea, es de los países que está más arriba en estos rankings, y evidentemente a nivel mundial ha habido una regresión democrática en los últimos diez, quince años muy preocupante. Por lo tanto, me preocupa más el estado de otros países a nivel democrático. Tenemos una suerte enorme de vivir en España, que sea miembro de la Unión Europea y que sea una democracia con un Estado del Bienestar tan sólido y consolidado. Estoy cómodo y contento con nuestro país.

¿Tienes algún referente político?

Sí, varios. Tengo referentes políticos que no conocéis porque son de Menorca, pero de los famosos, a mí Zapatero me gusto muchísimo. Me encanta como habla, como se expresa y me encantaron las leyes que hizo. También Obama, cuya presidencia coincidió con la de Zapatero. Me gustaba mucho a nivel retórico. Hubo un tiempo, cuando estudiaba, que me fijaba mucho en la retórica de los líderes políticos, y Obama es el mejor ejemplo de retórica a nivel de discurso. A nivel de gestión lo desconozco un poco, la verdad. Sé que hay cosas que hizo muy bien y cosas que hizo muy mal, pero no me voy a meter ahí. Es un referente a nivel retórico, a nivel comunicativo y por lo que supuso que una persona negra fuera presidente de Estados Unidos. Ahora mismo, Teresa Ribera para mí es una referente en cuanto a a su gestión, en cuanto al empuje que está dando para la transición verde, no sólo en España, como decía antes, también en Europa. Su tarea ha sido importantísima en este sentido, y la valoraremos mucho dentro de diez años o veinte años, porque veremos que esas leyes que van a conseguir cambiar nuestra economía y van a conseguir que dejemos de emitir gases de efecto invernadero, tienen un origen y unos autores, y uno de ellos es Teresa Ribera.

Da la sensación de que Pedro Sánchez tiene un liderazgo absoluto y férreo dentro del partido, de que él es el PSOE. ¿Crees que el partido tiene futuro? ¿Te preocupa lo que pueda pasar el día que deje la presidencia del Gobierno y la secretaria general?

No es él, somos muchos. Él es nuestro candidato, nuestro presidente, nuestro secretario general, como también son secretarios generales los de cada una de las federaciones del Partido Socialista. Hay muchos liderazgos más en el Partido Socialista. Es el partido de la militancia, ya se demostró hace unos años, y claro que no me preocupa el futuro. Llevamos 144 años de historia, y por lo menos vamos a hacer 150 más, porque hay mucha cantera. Lo conozco bien, conozco a la gente joven, y también a la Juventudes Socialistas de España. Hay gente con muchísimo talento, con mucha calidad y muy preocupada de dar oportunidades a la gente que tiene más obstáculos en la vida. Para eso estamos. Si nos presentamos a las elecciones es para gobernar, para crear igualdad de oportunidades para la gente, y mientras seamos tantos los que queremos y la gente que se va animando a afiliarse al partido o acercarse como simpatizante, o como votante, este partido, tiene muchísimo futuro. No se puede entender la España de hoy sin el Partido Socialista, y no creo que se pueda entender la España de 2050 sin él.

P: ¿Cómo celebras la Semana Santa habitualmente?

R: Pues normalmente intentando, esta semana especialmente, desconectar, que es muy difícil. Me he dado cuenta de que en política es muy difícil desconectar. Lo voy a intentar. Yo soy de Menorca, entonces estaré allí, tengo planeado ir de excursión, estar, estar con mi pareja, con mi familia y también con amigos.

P: O sea, que no la celebras de forma religiosa

R: No, no soy religioso. Sí que he tocado en una banda de música desde los 11 a los 21 años. Tocaba la trompa y tocábamos las procesiones de Semana Santa. Me sé todas las celebraciones, y me gustaba. Creo que es muy bonito, también desde el punto de vista musical. Pero dejé la banda con 21 años. A lo mejor voy a ver las procesiones, pero no soy religioso.

P: Y en cuanto a la religión en la educación pública, ¿qué papel crees que debería tener?

R: Tiene que ser una asignatura optativa. Fíjate, en primero de primaria mi madre, que tampoco es religiosa, me apunto a religión porque pensaba que es muy importante conocer la historia de las religiones, y también la historia de la religión históricamente predominante aquí en España, el catolicismo. Entonces me apuntó con ese ánimo, pero al menos en mi caso se ve, aunque ni me acuerdo, que tampoco nos enseñaban puramente eso. Fue mi única experiencia en la vida a la hora de tocar algo de religión. Creo que, evidentemente, tiene que ser optativo en la educación pública, que es laica.

P: ¿Qué piensas del Papa Francisco?

R: A veces, cuando me llegan, sigo sus declaraciones públicas. Muchas veces me gustan. Ha habido algún comentario con el que, a lo mejor, no he estado tan de acuerdo, pero la mayoría de veces me gustan y creo que es un Papa que viene de orígenes muy humildes, que entiende que el mundo no es sólo Europa y occidente, y que se preocupa por algo que compartimos en el Partido Socialista; que quien tiene peores condiciones al nacer pueda prosperar. Que no solo prosperen los que al nacer nos ha tocado la lotería. Hay gente, la mayoría, que nace con dificultades estructurales, con unos obstáculos en la vida que necesitan oportunidades. Ayuda, oportunidades, esto es el estado del bienestar. Y este Papa se ha declarado muchas veces a favor de, al menos, este punto de vista. Diría que más o menos estoy de acuerdo con muchas de las cosas que dice.