Didier Reynders ha adelantado diez días el inicio de su excedencia como comisario de Justicia en Bruselas. Lo ha hecho para centrarse en su campaña para hacerse con la jefatura del Consejo de Europea, lo que deja en el aire la mediación que había asumido entre el PP y el PSOE para tratar de desbloquear la renovación del Consejo General del Poder Judicial, que lleva paralizada cinco años.

Así lo ha comunicado él mismo en su cuenta oficial en la red social X sin dar más detalles sobre las razones para adelantar su salida del Ejecutivo comunitario de Ursula von der Leyen ni aclarar quién tomará el relevo, si bien fuentes comunitarias consultadas por Europa Press indican que su cartera queda en manos de la vicepresidenta de Estado de derecho, la también liberal Vera Jourova.

Las mismas fuentes precisan, no obstante, que en lo que a la mediación ejercida por Reynders "no hay automatismos" y que "corresponde a los españoles ver si quieren continuar" con el diálogo estructurado establecido por Bruselas tras dar la propia Von der Leyen luz verde a que se instaurara este formato inédito para resolver una cuestión de política nacional.

Así, el político belga aparca desde este mismo lunes, y no el 25 de abril como se anunció, su tarea de comisario de Justicia para competir por la secretaría general del Consejo de Europa (un órgano ajeno a la UE pero al que las instituciones comunitarios escuchan para fijar los estándares sobre Estado de derecho).

En todo caso, desde la Comisión Europea ya se dejó claro que aunque Reynders dio inicialmente un plazo de dos meses a PP y PSOE para llegar un acuerdo, la mediación podría continuar más allá de esa fecha e, incluso, más allá de la salida del comisario, siempre y cuando siguiera habiendo opciones y voluntad de acuerdo.

En declaraciones a la prensa a comienzos de abril, Reynders avisó a las partes de que les tocaba a ellos mostrar voluntad política de acuerdo para retomar "la discusión a tres" pero que antes "es necesario que las dos partes se hablen". "Espero que sea eso lo que esté ocurriendo en Madrid", confió el comisario, tras subrayar que seguía abierto al diálogo pese a la cancelación de la última reunión.