La Mesa del Congreso de los Diputados ha vivido esta mañana un fuerte enfrentamiento entre la presidenta de la Cámara, Francina Armengol y el vicepresidente primero, el socialista Alfonso Gómez de Celis, por un lado, y los representantes del PP, por otro. La causa del choque ha venido a cuenta del conflicto de órganos constitucionales que planteó el Senado contra el Congreso, por entender los populares que la ley de Amnistía supone una reforma "encubierta" de la Carta Magna. El recurso, según explican fuentes populares, debiera haberse llevado al Pleno del Congreso, y en ningún caso rechazarlo Armengol esta misma mañana en la reunión de la Mesa en medio de fuertes críticas de De Celis, acusando al Senado "de un ataque intolerable" y calificando de "patraña" la estrategia de los populares.

Explican los mismos medios, grandes conocedores de los mecanismos internos y del Reglamento del Parlamento, que Armengol "se ha extralimitado en sus funciones. No tiene competencia para rechazar un conflicto de órganos constitucionales sino que debiera haber convocado el pleno del Congreso. Ha invadido la competencia del Plebno", aseveran.

La presidenta de la Cámara Baja "ha eludido una norma y eso es una nueva arbitrariedad", insisten. De hecho, han llegado a afirmar que se trata de "un fraude de procedimiento muy grave". "El Senado no ha impugnado un acto de la Mesa del Congreso sino todo el proceso de tramitación de la ley de Amnistía", por lo que ésta "no puede calificar de improcedente el conflicto" sino convocar a los 350 diputados en sesión extraordinaria, según ha solicitado el PP.

Los populares denuncian "un fraude de procedimiento muy grave"

Los populares se aferran al artículo 129 del Reglamento del Congreso que reza que "la iniciativa de retirada de una proposición de ley por su proponente tendrá pleno efecto por sí sola, si se produce antes del acuerdo de la toma en consideración. Adoptado éste, la retirada sólo será efectiva si la acepta el Pleno de la Cámara".

Entienden que la mayoría del órgano de gobierno del Congreso -formada por tres representantes del PSOE y dos de Sumar, frente a los cuatro del PP- no puede sustituir a la mayoría del Pleno, entre otras cosas, porque se le hurta al resto de los Grupos Parlamentarios manifestar su opinión al respecto, independientemente de que terminaran rechazando el conflicto de órganos constitucionales entre ambas Cámaras. Ahora queda por saber si el Senado, con mayoría absoluta del PP llevará este rechazo ante el TC. No parecía muy proclive a seguir esta vía. De hecho, se inclinaban por esperar a la aprobación definitiva de la ley de impunidad para llevarla ante el alto tribunal, sin más metas volantes.