La familia del jefe de la Unidad de Droga y Crimen Organizado (Udyco) de Murcia sabía que recbía beneficios económicos de confidentes relacionados con el narcotráfico. Así se desprende del sumario de la causa que se sigue en el Juzgado de Instrucción número 7 de Murcia, y de las escuchas incorporados al mismo.

La mujer y la hija del inspector José Guerrero no eran ajenas a algunos pagos en especie que recibía el cabeza de familia. En concreto, sabían que algunos de los vehículos que utilizaban los tres estaban relacionados con Pedro M., el confidente de la causa. El juez investiga la posible connivencia de Guerrero y otros policías con un clan albanés de drogas para introducir cocaína en España a cambio de dinero. También hay otro policía detenido, un inspector jefe, que está destinado en Colombia como enlace del Ministerio del Interior.

Mujer: Él que come en la mano de Pedrito, nada más que como actúa.

Hija: Claro.

Mujer: Y no come más y ¿sabes por qué? Porque estoy yo detrás y sabe que no puede.

Hija: Ya, ya.

Mujer: Si no Pedrito lo tendría dominado.

Esta una de las muchas intervenciones telefónicas que ha relaizado la Unidad de Asuntos Internos de la Policía, el grupo de agentes que investigan los posibles delitos cometidos por sus compañeros. En el caso de la hija y la mujer de Guerrero las escuchas giran en torno a un coche del que se quiere desprender la descendiente del inspector de Murcia y otro que quiere conseguir, ambos relacionados con el confidente de la trama.

La hija, S., quería deshacerse de un Volkswagen Tiguan. El coche presentaba varios fallos por lo que había decidido cambiarlo por otro. En uno de esos fallos, el vehículo acaba en el taller y es cuando la madre, A., le dice que el seguro está a nombre de Pedro M., el confidente.

S. le dice a su padre, el inspector de Udyco que "el coche tiene un montón de errores", a lo que el policía le dice que está "esperando que traigan el otro para cambiarlo". Los investigadores de Asuntos Internos han llegado a la conclusión que el nuevo coche se trataría de una furgoneta que S. quería camperizar (transformarlo en un lugar habitable) y que procedería del entorno de Pedro M., y de uno de sus socios, Said M., un ciudadano marroquí.

Es entonces cuando la madre le asegura a suhija que "el seguro no está a tu nombre (...) está a nombre de Pedro, el papa (sic) no me lo quería decir pero me lo ha tenido que decir por más cojones".

Pagaba los seguros

La mujer del policía le confiesa a la hija de ambos que Pedro M. "los tenía cogidos, porque incluso este pagaba los seguros de sus vehículos", se lee en el informe de Asuntos Internos. Las dos mujeres hablan, además del Tiguan, de un Citröen C3 que era utilizado por la esposa de Guerrero.

"Si yo no estuviera aquí en medio, el Pedrito hacía con él lo que le salía de los huevos", se le escucha decir a la madre en otra conversación, en la que las dos confiesan que saben que todos los vehículos de la casa pasan por el confidente. La hija, de hecho, asume que la nueva furgoneta también estará relacionada con él: "Nos va a tener el también cogidos porque al final la furgoneta que yo voy a tener va a ser a través suya".

"Del contenido de estas conversaciones, en unión a las anteriormente informadas, referentes al vehículo Tiguán, se constata que, el citado vehículo fue facilitado por Pedro M. al Inspector Guerrero y que, no sólo fue un regalo (tal y como comentan las propias mujer e hija), sino que, además, paga las facturas de las reparaciones y se hace cargo del pago del seguro del mismo. Del mismo modo se constata que, Pedro M., está llevando a cabo gestiones para conseguir un nuevo vehículo a José Guerrero", concluye Asuntos Internos en un informe de finales de 2023.

"Me ha ofrecido un viaje"

En un informe de noviembre de 2023, los investigadores analizan otra conversación de la mujer e hija de José Guerrero. En ella ambas hablan tanto de la furgoneta que S. está esperando como de otro bienes, como teléfonos móviles, que vienen del entorno del confidente Pedro. Según Asuntos Internos, ambas saben que "son producto del tráfico de drogas".

Mujer: Si aquí sabemos todo lo que corre un cochino atado. Si el otro día, no sé lo que me estaba diciendo, y ya se lo dije a tu padre. Creo que te lo he dicho. Digo nene, alguna veces parece que soy tonta eh, parece, pero que sepas que es que me lo hago. Dice si ya sé yo que tu no eres tonta. Y ya es que me toca los cojones, que me lo haga no quiere decie que lo sea, sabes.

Hija: Claro.

Mujer: Pues es que llega un momento ya que…

Hija: No sé cómo este tío puede ser tan tonto de pensarse que a estas alturas de la vida, después de todo, nos pensamos que, nos pensamos que un funcionario, como él dice, sabes. Tío, que sabemos perfectamente de donde viene todo, pero mientras que venga de ahí. Pues…

Mujer: Yo mientras que me interese, no va a salir, el día que no me interese.

Hija: Pues claro.

La converdación sigue entre ambas hasta que A. le dice a su hija que el confidente de su marido le ofreció "hasta un viaje". "¿Al Caribe?", le pregunta su hija, "adonde yo quisiera", le responde la madre, aunque le confiesa que si es para irse con Guerrero que prefiere no hacerlo.