Pedro Sánchez se encontró "mal" en los últimos días, durmió "muy poco" y comió "menos", valoró dimitir. Y solo ese amago puso en tensión y angustió a su partido. Ahora, despejada la duda, tomada la decisión de continuar en el cargo —adoptada en solitario y comunicada a su núcleo duro apenas una hora antes de comparecer ante los medios—, se ve con fuerzas para acabar la legislatura. No solo eso, tampoco descarta presentarse como candidato socialista en unas próximas generales. Es decir, que ha pasado de meditar irse a no ponerse como fin ni siquiera este mandato. De poder renunciar a estar dispuesto a enfrentarse a siete años más en la Moncloa.

Lo dijo el presidente del Gobierno este martes en la segunda entrevista concedida a un medio de comunicación tras esta pausa de cinco días, en Hoy por hoy, en la Cadena SER, donde volvió una y otra vez, como anoche hiciera en TVE, a advertir de la necesidad de abrir un debate sobre el combate a los bulos y la desinformación, a la "máquina del fango", sin adelantar medidas concretas porque cree que deben ser producto de una reflexión colectiva.

Si los españoles y mi partido quieren que continúe, mientras yo tenga ganas, convicciones ideas lo voy a hacer". El presidente intenta zanjar así el debate sucesorio en el PSOE

Sánchez sí barajó dimitir: "Esta política de la vergüenza me llevó a plantearme si continuar o no". Pero, pasado este paréntesis, ahora se ve con la "fuerza necesaria, el empuje y el apoyo necesario como para afrontar uno de los debates esenciales de todo demócrata, y es cómo defender la democracia en el siglo XXI, ante el auge de una ola reaccionaria que quiere imponer su agenda regresiva mediante la destrucción del adversario y no mediante el convencimiento de las bondades de sus propuestas políticas". Y se siente "con ánimo para estos tres años y lo que quieran los españoles con su voto". "Desde luego, si los españoles y mi partido quieren que continúe siendo el responsable y el líder del Partido Socialista, mientras yo tenga ganas, convicciones e ideas de transformación para mi país lo voy a hacer", apuntaló. Dijo creer en la política, en su poder transformador y en todo lo "logrado durante estos cinco años" en el Ejecutivo.

El Gobierno seguirá poniendo el acento en las medidas sociales, dijo, pero ahora cree que también ha de preocuparse por la regeneración democrática, una tarea que advierte que no puede hacer él solo, sino que ha de participar el Parlamento y también los medios de comunicación. Insistió en varias ocasiones, como ayer comentó en TVE, en que está dispuesto a "liderar" el debate, pero "no a monopolizarlo". Una labor que no se acomete "en tres días, en tres meses o en tres años", y que trasciende esta misma legislatura. De ahí que esté dispuesto y con ánimo para acabar este mandato e incluso enfrentarse a uno más. De un plumazo, Sánchez buscaba zanjar el debate sucesorio que él mismo abrió el miércoles pasado al confesar que meditaba dejar el cargo.

Estos medios digitales, o webs... ¿Sabemos quién las financia? ¿Tienen transparencia? Son preguntas muy importantes de responder"

Pedro Sánchez, presidente del Gobierno

Justificó no haber presentado una batería de iniciativas para luchar contra esa "maquinaria del fango" porque le habrían acusado de cálculo político. "Hubiese sido frívolo salir ayer con soluciones a este problema existencial", adujo. Pero el presidente sí puso el foco en la financiación de lo que él llama "pseudomedios".

"Estos medios digitales, o páginas web... ¿Sabemos quién las financia? ¿Tienen transparencia? Son preguntas muy importantes de responder. He tomado la decisión de liderar este debate, pero no monopolizarlo, porque no voy a poder sólo desde el poder Ejecutivo. Estoy decidido a abordar esta tarea", sostuvo. Preguntado sobre qué herramientas podría utilizar el Gobierno para regularlos, deslizó que puede no cumplirse la ley: "Existe una Ley de Publicidad Institucional. ¿Se cumple por parte de todas las administraciones? No lo sé".

"Soy una víctima de 'lawfare'"

Sánchez no reveló, no obstante, nada significativo en materia de reformas legislativas aunque sí que, por primera vez, se ha identificado con rotundidad como una víctima de la guerra judicial, o lawfare: "He sufrido lawfare en el pasado, hay medios de comunicación que han desvelado que en 2014 fui objeto de espionaje por parte de la policía patriótica. He sido una víctima más, pero no la única, de una estrategia bien diseñada y de una maquinaria del fango bien engrasada".

No descarta la rebaja de mayorías para renovar el CGPJ. El Gobierno "va a llevar a efecto" el relevo en el órgano, sostiene

Sin embargo, el presidente afirmó que esas prácticas terminaron cuando él llegó a la Moncloa en 2018, y que hoy sigue confiando en la Justicia. "El problema que tiene nuestra democracia desde que [José María] Aznar fue presidente es que no se asume el resultado electoral de las urnas, la voluntad popular, y se quieren deponer gobiernos con campañas de fango, se llame Irene Montero, Pablo Iglesias, Ada Colau...", continuó Sánchez, que volvió a poner bajo el foco a los medios de comunicación y a los partidos de la oposición, el PP y Vox.

La duda ahora persistente es si forzará la renovación del Consejo General del Poder Judicial, tras casi cinco años y medio de bloqueo. Si el PP sique impidiendo ese relevo, mantuvo, "la democracia, el Parlamento, necesitarán articular mecanismos para poder sacar de esta situación tan lamentable en la que le ha metido el PP al gobierno de los jueces".

¿Supondrá una rebaja de las mayorías necesarias para elegir a los miembros del turno judicial del CGPJ? No lo descartó, como en otras ocasiones ha hecho, y sí incidió en que es responsabilidad del Gobierno procurar la renovación del órgano de gobierno de los jueces. "Lo vamos a llevar a efecto, y espero que cuente con una mayoría parlamentaria para poder sacarlo adelante", agregó.

Al hilo de la necesaria, a su juicio, regeneración democrática, Àngels Barceló le preguntó por el CIS que dirige José Félix Tezanos, una figura enormemente cuestionada. El organismo público publicó ayer una encuesta que medía el impacto electoral de la carta del presidente. Sánchez contó que tuvo noticia de ella cuando lo vio en los medios. ¿Debe haber un cambio de timón en el CIS? Como en otras ocasiones, el presidente se escudó en que el instituto público cuelga todos los datos brutos, como hacen otros medios, como El País y la SER o elDiario.es.

"Se podrá criticar o no, y se podrá decir que se está de acuerdo o no con la estimación que puede hacer el Centro de Investigaciones Sociológicas, pero lo que no se puede decir es que la materia prima no se muestra al conjunto de la ciudadanía", alegó. En cambio, hay webs y medios digitales que "se inventan las encuestas de una manera absolutamente descarada" porque los sondeos demoscópicos "se han convertido en otra herramienta de desgaste electoral".

Sánchez quiere hacer ver que de este paréntesis ha salido reforzado, que toca emprender un cambio de estrategia. Como ocurrió tras las elecciones autonómicas y municipales de mayo de 2023, que fueron un desastre para el PSOE. De aquel patinazo, aprendió "la lección", admitió, y encaró de otra manera, a la ofensiva, las generales de julio. Y le funcionó. Ahora confía en que este nuevo viraje, de altísimo riesgo, también le resulte rentable.