Madrid, 13 de noviembre de 1981. Soy un apasionado de la información política, porque creo que además es capital, en una sociedad democrática, controlar el poder, desentrañar las claves que están detrás, entender y explicar qué está ocurriendo. Lo he intentado hacer estos últimos años, teniendo como brújula constante el máximo rigor e imparcialidad, en distintos medios —Público, RTVE, infoLibre, El Confidencial y El Periódico—, también en las tertulias de televisión y radio, y ahora asumo ese reto en El Independiente.
Siempre, desde niño, tuve claro que me quería dedicar a esta noble profesión, al periodismo. Y nunca jamás me he arrepentido. Estudié en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid, y fui Primer Premio Nacional de Licenciatura en Periodismo en el curso 2003-2004. En la UCM también obtuve el posgrado, el Diploma de Estudios Avanzados, con una tesina sobre discurso político. Ya durante la carrera comencé a hacer prácticas (en la agencia de comunicación Reporter, absorbida por McCann; en TVE, a las órdenes de Pepa Bueno, y en Interviú, con Teresa Viejo al frente), y al concluirla, aterricé, en febrero de 2005, en Telemadrid, gracias al Programa Primer Empleo de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM).
Tras un breve paso por Punto Radio, en la emisora de Guadalajara, donde conduje el magacín Protagonistas, he desempeñado toda mi trayectoria profesional en Madrid. En La Gaceta de los Negocios tuve la oportunidad de comenzar a escribir sobre política, el área que siempre había perseguido, cubriendo Izquierda Unida y Congreso, y de ahí, en septiembre de 2007, salté a Público. Con 25 años, formé parte de su redacción fundacional, y aquella fue una enorme escuela, en la que seguí creciendo en la sección, a cargo del Senado, de IU y también como apoyo en la información del PSOE, del lado de un gran compañero y maestro, el ya fallecido Gonzalo López Alba. La edición papel del rotativo cerró en 2012 y yo continué en la web unos meses más hasta que recalé en RTVE.es, una pequeña vuelta a la tele pública tras la que pasé, en febrero de 2013, a infoLibre, reclutado por Jesús Maraña y Manuel Rico, con los que aprendí los pilares de este oficio. También formé parte del equipo fundador del diario, y desde el principio me encargué de IU y, ya como redactor titular, de un PSOE en crisis, justo en un momento de ruptura del bipartidismo.
En agosto de 2015, Nacho Cardero me fichó para El Confidencial, el periódico en el que hasta ahora he madurado más profesionalmente y al que debo toda mi proyección pública. Los cinco años que pasé en aquella casa fueron intensísimos en lo político: cubrí el ascenso, caída y resurrección de Pedro Sánchez —mano a mano con mi compañera Isabel Morillo desde Sevilla—, y después la moción de censura y su acceso a la Moncloa, la composición de su primer Gobierno, la aceleración del ciclo electoral de 2019, la formación del Ejecutivo de coalición y la primera ola de la pandemia de covid-19. En agosto de 2020 me mudé a El Periódico de Catalunya, cabecera del grupo Prensa Ibérica. También allí seguí encargándome del Gobierno y del PSOE, y mis piezas, y las que escribí con Marisol Hernández, se publicaban asimismo en El Periódico de España, diario en papel y digital nacido en 2021, dirigido primero por Fernando Garea y después por Gemma Robles.
Ahora, en octubre de 2022, continúo mi carrera en un medio fabuloso y sólido, El Independiente, gracias a la oportunidad que me han brindado dos periodistas excelentes, de larguísima, acreditada y prestigiada trayectoria, y en los que confío sin fisuras, Casimiro García-Abadillo y Victoria Prego. A ambos los conozco personalmente desde finales de 2015, desde que compartimos viaje vital y candidatura para la dirección de la APM. En este periódico, en El Independiente, seguiré informando de la actualidad del Ejecutivo de coalición y del PSOE, mi especialización en la última década, y cooperando estrechamente con una compañera a la que aprecio y admiro mucho y con la que es un lujo trabajar, Cristina de la Hoz.
Me asomo a esta gran ventana con toda la ilusión del mundo y dispuesto a ofrecer la mejor información sobre los socialistas. Y sin olvidar jamás la obligación del rigor, del máximo contraste, de la debida imparcialidad y honestidad profesional, de la aspiración a la perfección. Volcando en los textos toda una pluralidad y amplitud de fuentes de primer nivel. Persiguiendo el detalle, nada accesorio en muchas ocasiones, y la verdad, siempre la verdad, por mucho que duela y que cueste. La verdad indómita y que puede molestar. Verdad sin aditivos ni tintes sensacionalistas. Es, estoy convencido, el abecé de este oficio.
También me podréis seguir viendo y escuchando en La Sexta, en RTVE y en Telemadrid. Ahora sí, más que nunca, #soyindependiente.