El plan de regeneración democrática que pretende impulsar el presidente del Gobierno no está aún escrito, no está negro sobre blanco. Se hubiera visto, cree Pedro Sánchez, como una "cierta maniobra", como una "estrategia", cuando con la pausa que emprendió el pasado miércoles pretendió emprender una "reflexión personal". Pero el jefe del Ejecutivo sí entiende que hay que abrir un debate sobre la labor de los medios de comunicación, en el que participen también ellos, para apartar de la vida pública "los bulos y la desinformación". Y considera que también hay que "fortalecer" el Poder Judicial. Ahí entra su renovación pendiente. El líder socialista sigue reclamando al PP que proceda a su desbloqueo, pero si no accede, está dispuesto a explorar la fórmula propuesta por el presidente interino del CGPJ, Vicente Guilarte, o "cualquier otra solución", que no concreta.

Sánchez amplió en la noche de este lunes las razones que le llevaron a escribir en solitario una carta a la ciudadanía el pasado miércoles, con la que amagaba con dimitir, y las que le han conducido a continuar en el Ejecutivo, "con más fuerza si cabe". Lo hizo en el Telediario 2 de Televisión Española, en la primera entrevista concedida a un medio tras este parón de cinco días. Entrevista, por cierto, que PP y ERC intentaron parar, pero a la Junta Electoral Central solo le llegó el escrito del primer partido y no lo abordó en su reunión de este 29 de abril.

Subraya que su "responsabilidad" es "tratar de buscar entre todos, también de la mano del Parlamento, una solución"

El presidente, en su alocución de la mañana, había subrayado que a partir de ahora, tras reafirmar su continuidad en la Moncloa, se abre un "punto y aparte", y apeló a la "conciencia colectiva" para que España sea de nuevo un "ejemplo" en lo que se refiere a regeneración democrática y combate al "movimiento reaccionario mundial". No concretó qué medidas adoptará por la mañana y tampoco lo hizo por la noche en TVE.

Respecto al Poder Judicial, señaló que el Gobierno quiere "contribuir al buen nombre" y a su "fortalecimiento". Y el "secuestro" que de él hace el PP mina su "credibilidad", a su juicio. "Y esto es algo a lo que tenemos que dar respuesta —defendió—. Por supuesto, a mí me gustaría hacerlo de la mano del PP, pero también mi responsabilidad como presidente del Gobierno es, si ese bloqueo continúa, tratar de buscar entre todos, también de la mano del Parlamento, una solución. El actual presidente del Consejo General del Poder Judicial ha planteado algunas de esas soluciones. Exploremos esas soluciones, exploremos cualquier otra, pero sobre todo lo que no podemos hacer es plantear que es la misma responsabilidad la que tiene el Gobierno respecto a la de un partido que está incumpliendo flagrantemente la Constitución".

Guilarte ha puesto sobre la mesa la merma de la capacidad de nombramientos al órgano de gobierno de los jueces, una idea que ya antes de que Sánchez se reuniera con Alberto Núñez Feijóo el pasado diciembre en la Moncloa vio con buenos ojos. Ahora, el presidente recupera esa propuesta. Pero también se abre a visar "cualquier otra" solución. No detalló si mantiene que no rebajará las mayorías para forzar la renovación del CGPJ. En teoría, las conversaciones de Gobierno y PP para el relevo del órgano siguen tuteladas por la mediación europea.

Sin más precisiones

Sánchez se extendió más sobre los medios. Instó a abrir un proceso de "reflexión" con los medios y con las fuerzas políticas para combatir los bulos y la desinformación, que en su opinión son uno de los "principales desafíos" que tienen ante sí las democracias occidentales. El presidente volvió una y otra vez sobre esta cuestión en la entrevista. Advirtió de que hay webs y digitales que en realidad son "pseudomedios" que están "inundando" y "pervirtiendo" el debate público, igual que hay asociaciones como el pseudosindicato ultra Manos Limpias, que llevó recortes de prensa —uno de ellos, probado como falso— al juzgado para denunciar a su mujer, Begoña Gómez, por sus actividades privadas.

Llama a grupos políticos y a medios a abrir un debate sobre los bulos y la desinformación: "Defiendo la libertad de expresión, no este fango"

¿Pero qué salidas quedan? De nuevo, no entró a la precisión, sí advirtió de la importancia de que no se confunda "la libertad de expresión con libertad de información". Está dispuesto a "liderar la regeneración democrática", no a "monopolizarla" y reclama ser "conscientes" de lo que implica el "uso espurio" de las redes sociales y de webs en muchos casos "financiadas por gobiernos autonómicos y municipales del PP y la ultraderecha, y por determinadas empresas". Los criterios sobre los que trabajar, dijo, han de ser la "legalidad" y medidas "conforme al orden constitucional", estudiar propuestas planteadas por los grupos políticos, por los medios, y que se debatan entre todos para ver cómo "poder combatir" los bulos y la desinformación. Las alusiones a la "máquina del fango" fueron constantes.

El Gobierno, anticipó, hará "su papel" y propondrá "acciones para reforzar y prestigiar nuestra democracia". "Lo más importante es que la ciudadanía se remueva ante estas prácticas". Cree que en este debate debe ser "transversal", en el que se cuente "con gentes de derechas, de izquierdas, de centro o nacionalistas", porque también hay medios conservadores que son "víctimas" de esta mala praxis. "Yo defiendo la libertad de prensa, pero no defiendo este fango". Insistió en que esta reflexión no va "contra nadie" ni contra un poder o un medio en concreto. Las medidas que se adopten deberían tener una "aplicación universal", porque van a "beneficiar a todos, a la democracia y a la convivencia".

Sánchez fue preguntado en varias ocasiones por los periodistas Marta Carazo y Xabier Fortes por su meditación de estos últimos cinco días. Contó que tras la "campaña de difamación" sufrida por él mismo y por su esposa, la gota que "colmó el vaso" fue la decisión de un juez de Madrid de abrir diligencias a raíz de la denuncia de Manos Limpias. Entonces se encerró en la Moncloa y redactó la carta a la ciudadanía en la que confesó que estaba valorando dimitir.

Su mujer no tuvo conocimiento de la carta del miércoles, que escribió a solas. Sostiene que buscaba una "respuesta de la ciudadanía", una movilización a su favor

Según señaló en TVE, su mujer no tuvo conocimiento de la carta, que escribió "a solas", hasta que se publicó en redes sociales. "Ella fue la primera que me dijo que no dimitiera", apuntó. También relató que ese mismo miércoles no tuvo en mente dimitir, pero esa opción sí estuvo presente días después. "Tenía que hacer esa reflexión personal, íntima. Llevaba 10 años sin parar. Necesitaba parar y reflexionar y saber si merecía la pena", describió. Lo que estaba buscando, "indirectamente", era la "respuesta de la ciudadanía", que le dijesen si compartían con él la "necesidad de poner fin a esta deriva" y de hacer algo para poder "revertirlo".

Cinco días "gratificantes" y que no olvidará

Los cinco días transcurridos —"muy gratificantes", "que no olvidaré, ni en lo personal ni en lo político"— le han servido para comprobar las movilizaciones a su favor y para abrir un debate necesario sobre "qué hacer ante la mentira, la crispación, la insidia, la difamación y la perversión del debate público". Ese debate, que él necesitaba y que a su juicio también requiere la sociedad, "ha entrado de lleno en los hogares". Se trata de "cómo podemos cuidar la democracia y fortalecerla".

Niega que lo ocurrido sea un "teatro" y señala, como única autocrítica, que no supo "ver y actuar antes ante este problema"

El giro en su postura, lo que le llevó a continuar en el cargo, fueron varias muestras de respaldo sucesivas: el comité federal del PSOE y la movilización "masiva en Ferraz" —fueron 12.500 personas, según la Delegación del Gobierno—, las marchas del domingo en Madrid o Valencia o el acto de apoyo del mundo de la cultura organizado por los sindicatos. No se trató nunca de un "teatro", sostuvo: "Rotundamente no".

Preguntado si hace alguna autocrítica, si cree que ha tensionado en exceso a su partido, respondió que su error fue "no haber visto y actuado antes ante este problema", el de la fabricación de bulos y el del uso de "insultos", que cree que hay que desterrar de la vida pública.

¿Llamará entonces a Feijóo para abordar esta agenda de regeneración democrática? Sánchez respondió que hablará con él y con el resto de grupos, pero cree que ya sabe "por dónde va a ir" vista su rueda de prensa de la mañana. "Estoy convencido de que esta persecución, este acoso, se va a redoblar, no van a parar", afirmó el presidente, que denunció la existencia de una forma de hacer política "donde se han abandonado los argumentos" y se persigue "destruir" al adversario. Y a él la derecha lo tiene "como enemigo público número uno", y entonces "ya vale cualquier cosa". El "punto y aparte" que él reclama también supone "dejar el insulto".

Sánchez asume que el PP acabará citándole a él y a su mujer en la comisión de investigación del caso Koldo en el Senado, y si es así están dispuestos ambos a acudir. "Iremos, explicaremos lo que tengamos que explicar, pero esto probará que al final estamos en una oposición destructiva, que no da la batalla de las ideas, de las propuestas", apuntó. Sobre la denuncia de Manos Limpias, da por hecho que se acabará archivando porque "no hay causa".

Anticipa que hablará con el jefe del PP y con todos los grupos, aunque está convencido de que el acoso "se va a redoblar, no va a parar"

El presidente cargó contra Feijóo por decir que lo que debería haber hecho Gómez "es quedarse en casa sin trabajar". Respetando a las que deciden quedarse en casa, defendió que la familia por la que él trabaja es aquella en las que las mujeres no renuncian a su carrera profesional por la del marido. Está dispuesto a "abrir el debate" de la ocupación que han de tener las parejas de los presidentes del Gobierno, para al final "protegerlas" y que no sean "víctimas" de campañas de descrédito. "Jamás he dicho que ninguna mujer se queda en casa, tampoco la suya", contestó el jefe del PP en X.

La entrevista en TVE es la primera de una nueva tournée mediática que continuará este martes en la SER. Pero, como le recordó Carazo, en su declaración de la mañana no aceptó preguntas de los periodistas. Estos, directamente, no estaban delante. Sánchez se escabulló y resaltó la importancia de que su primera entrevista fuera a la radiotelevisión pública. Como gesto.