La presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol, ha cerrado una nueva jornada de comparecencias en la comisión que investiga la compra de mascarillas y material sanitario durante la pandemia. Tras el estallido del caso Koldo. Lo ha hecho como declarante, desde las seis de la tarde, tras ser convocada para rendir cuentas sobre su papel durante el periodo en el que estuvo en Baleares como presidenta del Govern. Armengol, al rebufo del exdirector del Servicio de Salud autonómico, Manuel Palomino, ha admitido que habló con el exministro de Transportes, José Luis Ábalos. Pero sobre el cierre de aeropuertos y puertos. Y no ha descartado que, durante la pandemia, pudiese haber conversado igualmente con Koldo García. Pero siempre por ser asesor del exministro y nunca bajo un contexto de compra de mascarillas a la empresa Soluciones de Gestión y Ayuda a Empresas SL.

"No recuerdo todas las comunicaciones de hace cuatro años. Por eso no lo descarto. No descarto que en esas conversaciones estuviese el señor García, pero lo que sí puedo descartar con toda rotundidad es que hablara con el señor García para la contratación de esta empresa", ha indicado Armengol. Que, igualmente, ha asegurado que habló con otros muchos otros ministros, como la vicepresidenta segunda del Gobierno y titular de Trabajo, Yolanda Díaz, para cuestiones como la aplicación de los ERTE.

La de hoy ha sido la primera vez en la historia que una presidenta del Congreso ha comparecido en una comisión de investigación parlamentaria de la propia Cámara Baja. Considera que todo lo que se ha especulado estos meses sobre ella y su gestión, y la vinculación con Soluciones de Gestión, obedece a "un bulo" y que todos los contratos establecidos. Así como los ofrecimientos de empresas e intermediarios para abrir negocios, pasaron los filtros y fueron "canalizados hacia los responsables" sanitarios. Ellos "evaluaban la conveniencia de cada una de las operaciones".

Armengol ha llegado arropada a la comisión por miembros del Grupo Socialista, caso de su portavoz, Patxi López; del vicepresidente primero de la Mesa, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, y del secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, Rafael Simancas, entre otros.

La convocatoria de Armengol tiene que ver con la vertiente balear de la trama que investiga la Audiencia Nacional y la UCO. Durante su etapa como presidenta autonómica, su Govern contrató los servicios de la empresa de la que se valieron los investigados: Soluciones de Gestión. En una compra de mascarillas FFP2, parte del material contó con una calidad inferior y fueron almacenadas por el servicio de salud en un momento en el que se pedía guardar todo lo posible. Se decidió destinarlas, llegado el momento, para su uso como quirúrgicas.

Fue tres años después de la compra, en marzo de 2023, y a un mes de salir del Govern por la pérdida electoral frente al PP cuando el Ejecutivo autonómico denunció la operación. El testigo lo debió coger el nuevo aparato popular de Marga Prohens [que también será convocada], sin embargo, el plazo para profundizar en la denuncia expiró este mes de enero. A ello se ha referido Armengol esta tarde. Una comparecencia en la que apenas ha habido contrastes con las explicaciones lanzadas desde el Escritorio del Congreso a principios de marzo y tras permanentes y duras reclamaciones del PP nacional con Miguel Tellado a la cabeza. Quedaron dos dudas vigentes tras ello: quién puso a la Administración en contacto con la empresa, y por qué no se denunció la transacción antes.

Propuestas ajenas y "canalizadas" a Salud

Armengol ha negado conocer los detalles de cada operación, y solo ha profundizado en los detalles, ha dicho, para preparar la intervención. Tras consultar el expediente de contratación con Soluciones. Como hizo en marzo [aunque con algo más de detalle], Armengol ha relatado los pasos seguidos por su Ejecutivo en un momento excepcional; ante "la mayor crisis sanitaria de la historia" y en un momento difícil en términos de gestión. Asimismo, ha puesto en valor "el trabajo magnífico" de los suyos, así como de los sanitarios y la comunidad.

Armengol desconoce cómo llega Koldo García a conversar con Manuel Palomino, pero defiende que no hubo presiones

La presidenta del Congreso ha relatado que abiertos a contrataciones, "se abre un canal de comunicación" con el Ministerio de Transporte que ofrece compras de material a China. Armengol ha reconocido que hubo un contacto con Palomino, por parte de García, asesor de Ábalos. Como él mismo ha declarado con anterioridad en la jornada. Pero desconoce cómo se llega a ese punto y cómo García consigue el teléfono de Palomino.

El procedimiento, según ha defendido Armengol, fue el cotidiano. Bajo un real decreto ley del 20 de marzo, que dejaba un marco de compra más laxo, y con 38 millones de presupuesto destinado, en un "mercado extremadamente competitivo", llegaron multitud de propuestas para la comercialización, de empresas e intermediarios, ha avanzado Armengol. Entre ellas se encontraba la de Soluciones de Gestión. "Todas las propuestas fueron canalizadas al Servicio de Salud, quien se encargó de valorar la conveniencia y la viabilidad de las operaciones", ha añadido la expresidenta regional, que ha defendido la autonomía de los órganos pertinentes. "Los detalles del expediente los he conocido ahora, comprenderán que en medio de la peor crisis sanitaria no esté entre mis prioridades conocer todos los detalles", ha insistido.

El coordinador general del Partido Popular, Elías Bendodo (c), durante la comparecencia de la presidenta del Congreso, Francina Armengol
El coordinador general del Partido Popular, Elías Bendodo (c), durante la comparecencia de la presidenta del Congreso, Francina Armengol | EFE/ Mariscal

Para ella, el "mejor ejemplo" de que no se trató de una relación de intereses es que para la compra se valoró el precio competitivo por unidad de FFP2 y KN95 de 2,5 euros, "menor" que lo negociador "por otras administraciones". "La contratación se dio sin órdenes ni presiones". "Había una necesidad, se valoraron las propuestas" y con una segunda propuesta de operaciones, "también bajo los criterios médicos", se "decide no comprar", ha defendido Armengol.

Armengol afea a PP y Vox que usen un "relato falso"

Durante el turno de preguntas de Elías Bendodo y Jorge Campos, ambos portavoces de PP y Vox en la comisión, Armengol ha defendido que el "relato" de ambas formaciones "es falso". Bendodo ha instado a Armengol a detallar los contactos con García, tanto propios como los de Palomino sin éxito. No más allá de la reiteración. En el caso de Campos, este le ha preguntado si García la presionó para que agilizara trámites en esa compra, algo que ella ha descartado. "No, jamás" hubo contacto ni presión, ha dicho. Armengol ha justificado la posibilidad de conversaciones con García por su calidad de asesor en el Ministerio de Transportes. "No olvidemos" que tenía ese papel, ha recordado.

Entre las dos principales críticas a los dos representantes del bloque de la derecha parlamentaria ha estado, por un lado, la "descontextualización de mails, expedientes, conversaciones... dando la apariencia" de que hay "decisiones políticas" en las adquisiciones de mascarillas. "Fueron compradas para uso civil" ha dicho, enzarzándose con Campos en una discusión política. Armengol le ha invitado a debatir con el PSOE sin ataques. "Usted miente, con irresponsabilidad", le ha dicho a Campos.

Respecto a esas mascarillas, que Vox a cuestionado que fuesen para uso civil y no para sanitario, por lo que la calidad no valdría, Armengol ha criticado que el PP alentase el "bulo" de que el material era fake. "El 25 de mayo se mandan a analizar al Servicio de Salud. Y se indica que sirven". Si bien es cierto que no tienen la calidad contratada, incide. "Protegen más que una quirúrgica. Lo mismo le sucedió a otras administraciones". "Se han dicho que eran fake y se han utilizado documentos de forma aislada y sin contexto, queriendo hacer ver (...) que hay un interés político", a respondido a Bendodo.

Bendodo, en cambio, ha insistido en ese argumento. Es más, ha acusado a Armengol de haber "prevaricado" por haber aceptado ese suministro pese a saber que "eran fake". Por ese acuerdo, el Govern pagó 3,7 millones de euros, y aunque el Ejecutivo balear validó esa entrega, Armengol ha justificado que en ningún caso se impedía después proceder así. Se ha defendido siempre que había un plazo posterior de cinco años. Y que se actuó una vez rebajó la intensidad del momento. Bendodo ha puesto sobre relieve que, además de la UCO y la Audiencia Nacional, también investiga lo sucedido la Fiscalía Europea. "Todos no pueden equivocarse", ha dicho.