El pleno del Congreso debate esta tarde una proposición no de ley del Partido Popular destinada a reconocer al venezolano y hoy exiliado en España, Edmundo González, como ganador de las elecciones presidenciales del pasado 28 de julio. El PP espera que esta propuesta suscite no sólo el apoyo de Vox y de diputados como el de UPN sino de otras fuerzas políticas, en concreto Coalición Canaria -con una especial sensibilidad hacia Venezuela- y hasta del PNV, partidario de reconocer dicho triunfo, tal y como quedó de manifiesto el pasado 27 de agosto durante una convocatoria de la diputación permanente del Congreso.

No es el primer intento del PP de romper ese bloque de investidura, sin embargo, los nacionalistas vascos rechazaron ese día todas las peticiones de comparecencia urgente que presentaron los populares, entre ellas las del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y del ministro de Exteriores, José Manuel Albares, para explicar su valoración de los resultados electorales tras el intento de "pucherazo" de Nicolás Maduro. Aquello terminó derivando en un cruce de acusaciones entre el portavoz del PP, Miguel Tellado, y su homólogo, Aitor Esteban, a través de las redes sociales. Esteban escribió literalmente que al PP le importaba "una higa" Venezuela mientras que el popular acusaba al PNV de ser el "encubridor" y de tener actitud "servil".

El PP está hablando "con todos lo Grupos"

No parece que con estos antecedentes pueda haber coincidencia hoy en el voto de populares y nacionalistas vascos, aunque desde Génova aseguran estar "hablando con todos los Grupos" con la esperanza de ver cómo se rompe esa mayoría de investidura, cada vez más maltrecha desde el momento en que Pedro Sánchez ha dejado clara su intención de mantenerse en el poder aunque no tenga presupuestos ni, en general, el "concurso" del legislativo, manifestaciones que hasta Podemos han calificado propias de un "autócrata".

En su Proposición no de Ley, los populares dedican un amplio párrafo al ex presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero al que acusan de "equidistancia" y afean su silencio tras las elecciones en el país bolivariano, a donde acudió de observador internacional. "Mantener una postura neutral o callada en este contexto equivale a ignorar la voluntad del pueblo venezolano y a dar cobertura a un régimen que ha demostrado su radical desprecio por los principios democráticos y los derechos humanos". Zapatero, agregan, "es un claro ejemplo de esta inaceptable falta de compromiso con la verdad y la justicia. Y no podrá justificarse en la presunta necesidad de mantener una interlocución con el régimen de cara a una negociación".

"Relación de intimidad antidemocrática" entre Maduro y Zapatero

Escrito antes de la llegada de Edmundo González a España, proceso en el cual ha tenido presuntamente Zapatero un papel determinante, defienden que su "mutismo" se suma "al apoyo explícito que, insólitamente, viene prestando a Maduro desde hace años. Su relación de intimidad antidemocrática con el régimen es de sobras conocida y no puede ser avalada por nadie. Y mucho menos por el Gobierno de España".

Los populares cargan las tintas contra el Ejecutivo lo que muy probablemente no sea del agrado de los peneuvistas, que sostienen a Sánchez. Así, el texto a debatir este martes subraya que "nada —ni la afinidad ideológica, ni la vinculación partidista ni cualquier otro motivo— justifican que el Gobierno de España avale el blanqueamiento de un dictador criminal. En este momento crítico, es imperativo que todas las voces en España se levanten con decisión y claridad en defensa de la democracia y los derechos humanos en Venezuela. Esta responsabilidad recae, con especial urgencia, en quienes representan institucionalmente a España. Y el primero es el Gobierno".

Papel activo de Moncloa

Además, exigen de Moncloa un papel activo para liderar en las instituciones de la Unión Europea y en la comunidad internacional iniciativas que garanticen "que el voto de los venezolanos sea respetado", y se inicie un proceso de transición hacia un sistema de derechos y libertades basado en el reconocimiento de los resultados del 28 de julio, rechazando categóricamente "cualquier opción que niegue al pueblo venezolano el ejercicio de su soberanía, como podría ser una repetición electoral o un gobierno de coalición".

Para los populares, las actas del escrutinio demuestran que González "es el presidente más votado de la historia de Venezuela, por encima de Hugo Chávez", un resultado contundente conocido gracias al empeño de la oposición venezolana y a pesar de las escasas garantías democráticas de todo el proceso electoral, tal y como denunció el Centro Carter.

En definitiva, reconocer que Edmundo González es el presidente electo y legítimo de Venezuela "es un acto de justicia y de respeto a la verdad. Y es también una afirmación del principio fundamental de la soberanía popular. No reconocer a Edmundo González es desconocer el voto de los venezolanos. Es negarles su derecho soberano a elegir a sus representantes. Es hurtarles la democracia. Es tratarles como un pueblo de segunda". De momento, el Ejecutivo no ha dado por ganador a Nicolás Maduro, pero tampoco a González, e insiste en conocer unas actas que desde el minuto cero se esforzó la dictadura chavista por ocultar.