Toque de atención el que IU da este sábado a toda la izquierda a la izquierda del PSOE. Pero en especial a Movimiento Sumar y Podemos, para que limen asperezas y busquen tender puentes para cimentar una futura alianza electoral para las próximas elecciones generales. La Coordinadora Federal de IU —máximo órgano del partido— debate esta jornada un documento político sobre alianzas electorales con más de 200 enmiendas a valorar, un objetivo iniciado en octubre del año pasado para definir la hoja de ruta en esta materia. En las horas previas, el coordinador federal de IU ha sido muy claro: si no se produce este encuentro entre formaciones, IU irá en solitario a las próximas generales.

El mensaje llega con una grieta con Sumar de fondo por la última crisis de Gobierno con el PSOE dentro de la coalición, a consecuencia de la compraventa de armas a Israel. Pero también con un Maíllo presionado dentro de su partido, un espacio plural de diferentes sensibilidades. Ello, en un contexto de diferencias entre morados y magentas en los que pese al intento de volver a tender puentes desde Movimiento Sumar, los morados siguen resistiéndose y marcando línea propia. Se ignora a los de Lara Hernández y Carlos Martín, supervisados en última instancia por la influencia externa de Yolanda Díaz como representante del proyecto en el Gobierno.

Ha habido dos planteamientos ignorados por Podemos. El primero, una llamada de Díaz al diálogo a finales de enero. La segunda, la petición de reunión de la nueva cúpula del Movimiento Sumar tras su segunda asamblea. Se busca rectificar esa actitud de los de Ione Belarra e Irene Montero, que es difícil pese a todo, por el no reconocimiento como interlocutor, al considerar que el espacio de Díaz o el de Más Madrid, por su carácter "socialdemócrata", deberían reintegrarse en el PSOE. Ante la duda, y la posibilidad de que existan dos papeletas sobre la mesa en unas generales, IU es clara: si no se actúa en conjunto, si no se "hacen las cosas bien", IU defenderá su propio camino.

Golpe en la mesa por la autonomía

Uno de los principales problemas de que Podemos no se integre en esa hipotética confluencia es que se le dejaría un espacio al que le es muy difícil renunciar a IU. Belarra y Montero están cimentando la renovación del proyecto sobre la misma base que vio nacer a IU en los ochenta y movilizó a su entorno de la sociedad civil a principios de este siglo: la salida de la OTAN y el rechazo social a la participación de España en la guerra de Irak. Con la definición de "Gobierno de la guerra" y la participación de IU en él, los morados buscan invalidarlos, y los de Maíllo son conscientes de ello.

Desde su participación en el Gobierno de coalición, IU se ha mostrado pragmática con decisiones que desentonaban con sus convicciones. Sin embargo, el rearme europeo y de España, para contener la amenaza que supone la beligerancia de la Rusia de Putin, levanta ampollas en la formación. Se considera que en el Gobierno los representantes de Sumar no están ejerciendo la presión suficiente para reorientar el rumbo del PSOE. Hay descontento por el último plan de gasto extra para llegar a la inversión 2% de PIB en gasto militar y por la falta de comunicación con los grupos al respecto.

Eso ha llevado a IU a exigir más interlocución coordinación Gobierno-partidos. Y el detonante ha terminado siendo las contrataciones con empresas israelíes, que ha evidenciado las formas de IU y Sumar. De hecho, los primeros se han reivindicado como "fundamentales" para el giro del Gobierno, frente a Díaz, que también se atribuye el tanto personalmente.

IU elevó el tono esta semana, marcando distanciamiento con Sumar por falta de presión en el Gobierno. Incluso se mostró dispuesta a salir del Ejecutivo en solitario

Las reclamaciones a título personal por parte de IU, desde el propio Maíllo a figuras parlamentarias como Enrique Santiago, este martes, evidencian la necesidad de tomar posición en línea con la defensa clásica de la causa palestina y ese rechazo a la guerra. Para no dejar terreno a un Podemos empeñado en capitalizar el descontento en los votantes agraviados de la izquierda. Una candidatura única, permitiría defender conjuntamente con Podemos u otros socios esos principios antibelicistas sin necesidad de competir. Con ellos fuera, IU perdería capacidad de hacerlo en solitario de no ser que encabezase el nuevo proceso de reestructuración de la izquierda en lugar de Sumar.

La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, y el coordinador federal de IU, Antonio Maíllo, en un acto de Sumar

Además de la competencia de Podemos, Maíllo sufre la presión de sectores díscolos dentro de IU por su connivencia, denuncian, con el rearme. Por un lado, del PCE y su sector crítico. Si bien la actual dirección de Santiago muestra muy buena sintonía con Maíllo, el sector crítico que se enfrentó a Santiago en 2022. El zaragozano Alberto Cubero fue su rival. Esta semana ha mostrado las diferencias con el rumbo de la dirección de IU y ha llamado a salir del Ejecutivo. También el secretario general del PCM, Miguel Montero. Este tipo de presiones influenciaron en parte el órdago de Santiago, que dejó abiertos "todos los escenarios", incluso la posibilidad de ruptura con el PSOE.

"Consentir [el plan de gasto militar extra, del que el 20%, 2.000 millones irán íntegramente a la compra de armas] es apoyar los créditos de guerra, directa o indirectamente. Y crece la militarización de la UE. ¿Qué será lo siguiente que exijan, reintroducir la mili? Ya van demasiados sapos intragables. Urge echar el freno de mano y cambiar de rumbo", expuso el martes Montero. "No vale con tuit de rechazo. Antes de ayer fue uno por el Sáhara, ayer por el luto del Papa y hoy por el rearme. Cuando solo tienes un tuit de rechazo y sigues en el Gobierno, demuestras que lo que te importa no es lo que pones, sino seguir", dijo un día después Cubero.

También desde IU Comunidad de Madrid, que en las europeas defendió ir en solitario, sin Sumar. Del mismo modo, pesan valoraciones como las de Felipe Alcaraz, histórico dirigente de IU. Hace poco más de un mes, planteada la necesidad de rearme, consideró en una entrevista a El Mundo que "Sumar tiene que salir del Gobierno si hay un rearme". "La ruptura con Podemos fue un error en la política de alianzas que tiene menos sentido cada día", aseguró. Igualmente, hay un sector crítico ligado a José Antonio García Rubio siempre crítico con la política de alianzas que viene dándose desde la etapa de Garzón.

La de Maíllo fue vista como una candidatura de unidad dentro de IU, crítica con la cesión de independencia, pero dispuesta a valorar coaliciones y formatos que permitan ir más allá. No tan unilateralista como la de García Rubio. Ganó Maíllo contra la de Sira Rego, más dispuesta a continuar esa política de alianzas y coaliciones puestas en marcha por Garzón, desde Unidad Popular a Unidas Podemos y Sumar. El amago disponibilidad de salir del Gobierno podría haber abierto un nuevo frente entre esas facciones, bajo la duda de si la ministra de Juventud e Infancia, Rego, habría abandonado el Consejo de Ministros.

Reformular y ampliar Sumar

En el momento político actual de amenaza de la ultraderecha, de rearme y de inversión militar que no va a gasto social, Maíllo considera clave una unión de toda la izquierda para promover contramedidas y prolongar una presencia en el Gobierno en el futuro que permita abordar de forma realista las principales banderas progresistas. La amenaza de ir en solitario si eso no es posible, es un órdago a Sumar y Podemos para obligarlos a moverse, dado que el valor político de IU, especialmente su historia, reconocimiento y asentamiento territorial es clave y ha servido de puente a morados y magentas para afianzarse por la geografía española. Aunque es muy complicado, afirman fuentes del Movimiento Sumar, ver a IU apostar por ir en solitario para dividir más al espacio. "Tendrán altura de miras", creen.

Maíllo ha liderado un proceso de escucha a título personal. Desde que asumió el liderazgo de IU ha pedido igualdad de condiciones con sus homólogos

Los de Maíllo ven Sumar agotado. Desde su llegada a la coordinación federal Maíllo ha impulsado un proceso de escucha autónomo e IU ha exigido "horizontalidad" para cambiar las dinámicas de relaciones de partidos, derivando Sumar a una unidad federal de grupos. Se reclaman primaras e igualdad de condiciones para todos los partidos que aspiren a ir conjuntamente, sin vetos. Eso incumbe a los sectores de Movimiento Sumar o Más Madrid que rechazan a figuras como Montero, y a los morados, que vienen atacando a Díaz por haber traicionado la herencia política de Pablo Iglesias.

La secretaria general de Podemos, Ione Belarra (d), y la candidata a las próximas generales de Podemos, Irene Montero, en la primera jornada de la asamblea del partido en Madrid, este viernes

No capitanear, solo "contribuir a que salga bien"

El propio Maíllo afirmó este viernes que no quiere capitanear el proceso de unificación y reformulación, sino "contribuir a hacer las cosas bien" e "integrar a todo el mundo". También aspira a integrar a las fuerzas regionalistas del actual grupo parlamentario, aunque partidos como Compromís, de corte nacionalista, se reservan la decisión de participar o no en una coalición estatal llegado el momento electoral, no antes.

Otra cosa es que Maíllo no aspire a presentarse a unas hipotéticas primarias futuras frente a Irene Montero, y a la espera de saber si Díaz repetirá en su aspiración a la presidencia del Gobierno. IU ha incidido en su propósito de hacerlo. Con esta llamada, el cordobés aspira a que se ponga en pie un proceso que "reconecte con la gente que ahora está en su casa o que está esperando a ver cuál es el instrumento que realmente sea democrático y participativo". Maíllo, en cambio, aspira a que el proceso "trascienda" a los partidos.

Podemos es consciente de esas presiones internas a Maíllo. De momento, aspiran a ir en solitario si IU no rompe con Díaz. Fuentes de Podemos creen que la salida del Gobierno de coalición sería un buen gesto de los izquierdistas para reivindicarse frente a su electorado, frente al de Podemos y para empezar a abrir ese diálogo para una confluencia que se abre a los comunes. A diferencia de Sumar, a IU y Podemos les une su tradición y pertenencia dentro de The Left, frente a las fuerzas que se integran en Los Verdes.