La feria de defensa y seguridad (Feindef) que ha tenido lugar esta semana en Madrid no ha podido librarse de la presencia de Israel. Aunque el Gobierno ha roto relaciones armamentísticas con el país y ha vetado a sus empresas y filiales tener stands en la muestra, la realidad es que algunas marcas se han colado estos días por el palacio de Ifema, en la capital.
La ausencia de grandes marcas como Elbit o Rafael, que en España representa Pap Tecnos, ha sido de lo más comentados en los corrillos que se generan alrededor de cada puesto. Hasta hace unos años, era impensable imaginar una feria militar sin la presencia de los gigantes israelíes, líderes mundiales en el sector.
Aunque sin misiles ni armas, algunos productos israelíes se han dejado ver, especialmente de tecnología, aplicaciones y softwares. También empresas españolas con fuertes vínculos con el país judío y que comercializan sus productos aquí. Es el caso de la compañía Ondata, que en su stand mostraba el logo del programa Cellebrite. Se trata de un programa puntero para la recuperación de datos eliminados de dispositivos electrónicos.
Compra de Interior
Como adelantó El Independiente, el Ministerio del Interior, recientemente, ha querido comprar 50 licencias más de Cellebrite para la Policía Nacional. La Secretaría de Estado de Seguridad ha licitado un contrato de 1,77 millones de euros para este programa israelí. Tanto la Policía como la Guardia Civil ya hacen uso de él, pero el objetivo es ampliar su capacidad. "La no adquisición de estos productos", señala la Policía en la justificación de la compra, "produciría una situación insostenible".
Otro stand estuvo ocupado por Excem Grupo, un conglomerado español establecido en 1971, aunque con fuertes raíces israelíes. Los dueños son la familia Hatchwell. David, el actual presidente, ha sido presidente de la Comunidad Judía en Madrid entre 2011 y 2017, es cofundador de Acción y Comunicación para Oriente Medio (ACOM) y está inmiscuido en más organizaciones religiosas. Pero lo importante es lo que vende: Bold, otro potente programa que viene de Oriente Medio.
Este software trabaja con "inteligencia adaptativa", es decir, que va aprendiendo cuanto más se usa. Su uso está ligado principalmente a la deepweb, aunque es capaz de trabajar en los tres niveles y en redes sociales, como las otras. "Supone un paso más allá que la inteligencia artificial que conocemos", explica una fuente policial que trabaja en la materia.
Este periódico publicó en enero que Interior compró este novedoso programa, del que carecían las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Tanto Bold como Cellebrite se han adquirido cuando el Gobierno había asegurado que España no compraría más armamento a Israel debido a la guerra en Gaza. Aunque técnicamente las aplicaciones no son armas, el mundo de la tecnología y el de la defensa tienen muchos vasos comunicantes. También societarios.
Las balas de Israel
La rebelión del Gobierno contra las armas israelíes surgió de un contrato de 6 millones de euros para la compra de 15 millones de balas para la Guardia Civil. Interior la adjudicó a finales de octubre a la empresa Guardian Defense & Homeland, filial de la hebrea IMI Systems en España. Semanas antes, la ministra de Defensa, Margarita Robles, informó a Sumar, socio del Ejecutivo, de que ya no se compraba material militar a Benjamin Netanyahu.
El asunto quedó ahí, hasta que el 21 de abril se hizo público que el departamento de Fernando Grande-Marlaska había formalizado el contrato. Fuentes de Interior señalaron que hicieron todo lo posible por cancelarlo, pero que un informe de la Abogacía del Estado desaconsejaba hacerlo.
Las presiones fueron muchas dentro y fuera del Consejo de Ministros. Sumar exigió romper el acuerdo, e Izquierda Unida amenazó con salir de la coalición. Al final el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, desautorizó a Marlaska y le obligó a rescindirlo. Mientras casi todo el mundo hablaba del "despropósito" del cambio de criterio, el dueño de Guardian, la empresa de las balas, Ilan Arzooan, se dejó ver varias jornadas por los pasillos de Feindef.
"Lo del apagón..."
El otro tema de conversación más recurrente fue el apagón que sufrió España el pasado 28 de abril. La charla empezaba con un "dónde te pilló", pero siempre desembocaba en elucubraciones sobre los motivos. Y casi nunca se señalaba a los "problemas técnicos" que defiende el Gobierno.
Si en algún sitio se podía tratar el asunto ese ha sido Feindef. Con más de 600 expositores y 91 delegaciones internacionales en esta edición (la cuarta), la puesta en común de información e inteligencia es una tarea de lo más común. Todos los players con los que ha hablado El Independiente señalan el ciberataque como la causa más probable. "Aunque no lo vamos a saber nunca, por lo que supondría", apunta un empresario del sector de defensa. Otros van más allá, y aseguran que hay un país "muy enfadado con este Gobierno" por motivos de geopolítica (y comerciales) y que "tiene la capacidad de hacer esto".
Por el momento, el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) ha descartado esta posibilidad. También fuentes de la Comisaría General de Información (CGI) de la Policía Nacional apuntaban en esa dirección a consultas de este periódico. El juez de la Audiencia Nacional José Luis Calama, que abrió una investigación el 29 de abril, ha encargado a ambos organismos informes al respecto. Esta semana el magistrado ya los tiene en su poder.
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