Ya estaba claro desde hace días. Ferraz no va a actuar contra su barón extremeño, Miguel Ángel Gallardo, no le reprende por el hecho de que se haya apresurado a recoger su acta como diputado en la Asamblea de Extremadura —forzando la dimisión de una parlamentaria y cuatro renuncias de candidatos que le precedían en las listas a las autonómicas de mayo de 2023—, pese a que dijo que no lo haría. Pese a que prometió que no pediría su ingreso en la Cámara autonómica y activó su entrada en ella una vez que la jueza de Badajoz que instruye la causa contra el hermano de Pedro Sánchez cerró la instrucción y propuso su procesamiento. La dirección federal del PSOE está de acuerdo con que se proteja frente a la "cacería" que, a su juicio, acecha al partido y al entorno del presidente del Gobierno. Su única duda es sobre el momento, si no habría sido más pertinente que hubiera decidido liderar su grupo en la Asamblea cuando fue elegido por primera vez como secretario general de los socialistas extremeños, en marzo de 2024.

Gallardo tuvo que salir al paso este lunes de la catarata de críticas —algunas de ellas, internas— por el hecho de solicitar su ingreso en la Cámara regional justo ahora, lo que le permitirá que, al ser aforado, la causa por la que se le ha abierto juicio oral, por los presuntos delitos de prevaricación y tráfico de influencias, pase al Tribunal Superior de Justicia de Extremadura (TSJEx). El dirigente extremeño contó en rueda de prensa que había llamado en la mañana de este lunes a la presidenta de la Junta, la popular María Guardiola, para abrir un debate en la Asamblea con el fin de modificar el Estatuto y suprimir en él los aforamientos, ya que esto solo es posible con el acuerdo de PP y PSOE, pues solo ellos dos juntos, con 28 parlamentarios cada uno, suman las dos terceras partes que exige la carta autonómica para su reforma.

Gallardo llamó a Guardiola para proponerle una reflexión sobre los aforamientos, para una reforma del Estatuto que los suprima, y se necesitan dos tercios que solo reúnen PSOE y PP

La supresión de esta protección afectaría a los 65 diputados de la Cámara y a los miembros del Consejo de Gobierno. El PSOE también querría, dijo, que aprovechando la reforma se incluyese el blindaje de los servicios públicos, pero "si el PP quiere que sea solo aforamiento, será aforamiento". Guardiola le trasladó que lo hablará con su grupo. En cualquier caso, lo que no hará Gallardo es renunciar al acta que recogió el pasado miércoles —de hecho, prometerá la Constitución y el Estatuto en el pleno de este próximo jueves, 29 de mayo—. Sí dejará la presidencia de la Diputación de Badajoz, cargo que ejercía desde 2015, este viernes, y también renunciará a su escaño como concejal de su pueblo, en Villanueva de la Serena. La alcaldía ya la había cedido hace más de un año.

Frente a los que le afean las "prisas" para ser aforado, Gallardo defendió que lo que ha tenido es "paciencia", porque se comprometió a esperar a que acabara la causa. Cree que más bien ha sido "ingenuo" al pensar que todo acabaría pronto. Lo que ha venido sosteniendo el dirigente socialista es que sus enemigos, la derecha y la ultraderecha, buscan que no llegue a ocupar su escaño en la Asamblea, y ya se le echaba el tiempo encima, porque se cumple ahora el ecuador de la legislatura. Ser aforado, aseguró este lunes, "no supone ni inmunidad ni impunidad", porque la diferencia es que en vez de juzgarle la Audiencia Provincial de Badajoz lo hará el TSJEx, por lo que en realidad él pierde "una instancia de recurso", ya que por encima solo le quedaría el Supremo. "Me da lo mismo quien lo juzgue porque soy inocente y no he hecho nada", señaló Gallardo, quien insistió en que relacionar aforamiento con blindaje es "engañar a la gente".

Peña advierte de que el partido respalda la entrada en la Cámara regional porque "es otra pieza más de la cacería desatada por la ultraderecha" contra los políticos del PSOE y de sus familias

Su comparecencia en rueda de prensa en Mérida acabó pocos minutos antes de que arrancara la de la portavoz de la ejecutiva federal en Madrid. Esther Peña comentó que no había podido seguir la rueda de prensa de Gallardo, pero sí apuntó, primero, que hay que esperar a ver si Guardiola "recoge el guante" de la propuesta del barón socialista. Y a continuación le prestó un respaldo absoluto. "Total". Ferraz, sostuvo, apoya la entrada de Gallardo en la Asamblea porque "es otra pieza más de la cacería desatada por la ultraderecha política y mediática contra los políticos del PSOE y de sus familias". Ninguna duda proyecta la dirección federal, y se apoya en que la causa contra el hermano del presidente nació a partir de una denuncia del pseudosindicato ultra Manos Limpias.

Un "mandato claro" de la militancia

La portavoz recordó que los afiliados del PSOE extremeño dieron un "mandato claro" a Gallardo, al elegirlo —por dos veces, en el congreso extraordinario de marzo de 2024 y en el ordinario de enero de 2025— como su secretario general, para que les represente y dirija la oposición al Gobierno "absolutamente desolador" de Guardiola. Así que "total apoyo a Miguel Ángel Gallardo y a los compañeros del PSOE extremeño".

El líder autonómico defiende que estar aforado y pasar a ser juzgado por el Tribunal Superior de Justicia no es "inmunidad ni impunidad", y en todo caso él pierde una instancia de recurso

Fuentes de la dirección sí reconocen que los tiempos elegidos por el líder autonómico "invitan a pensar" que ha pedido su entrada en la Asamblea no por razones políticas, para medirse cara a cara con la presidenta de la Junta, sino "por otra cosa". Es decir, para conseguir el aforamiento. Es decir, que lo lógico es que hubiera hecho la maniobra antes, como también le habían recomendado sus compañeros en Extremadura. "Pero él tenía la posibilidad de ser diputado, cosa que no nos ocurre con otros barones que no iban en listas autonómicas y por tanto no pueden entrar en las Cámaras regionales", explican en la cúpula. Se refieren, por ejemplo, a los ministros que son a su vez capitanes de sus federaciones y que no cuentan con escaño regional, caso de María Jesús Montero en Andalucía, Óscar López en Madrid, Diana Morant en Valencia, Pilar Alegría en Aragón y Ángel Víctor Torres en Canarias —él lo abandonó para pasar al Ejecutivo central—.

En Ferraz señalan que "no es ilegal" el aforamiento de Gallardo, cuando además hay "decisiones judiciales o de otro tipo" que son "cuestionables". La dirección no le exigirá ni que renuncie a su cargo ni a su militancia de manera cautelar. De hecho, en el último congreso federal del PSOE, el número 41, el celebrado del 29 de noviembre al 1 de diciembre de 2024 en Sevilla, se incluyó una disposición adicional sexta en los estatutos que permite que se dispense de esta obligación a los cargos afectados cuando se aprecie que está detrás una instrumentalización política.

No tendrá que dejar su cargo ni se le suspenderá de militancia. Gallardo deberá pedir que se le aplique la nueva prevención contenida en los estatutos, para que se le suspendan las obligaciones del código ético hasta que haya sentencia

Los socialistas han defendido que la causa abierta por la jueza de Badajoz contra el hermano del presidente Sánchez —y por la que le envía al banquillo a él, a Gallardo y a otras nueve personas— quedará "en nada", y es lo que, recuerdan de nuevo en el cuartel general, defiende la Fiscalía en un escrito "demoledor" en el que pide el archivo de la causa. Ahora, el secretario regional deberá pedir a la comisión federal de ética y garantías que deje en suspenso la adopción de cualquier medida cautelar hasta que haya sentencia. Y el tribunal interno del PSOE le otorgará, previsiblemente, esa dispensa. Ferraz ha reivindicado que la contratación de David Sánchez como coordinador de las actividades de los conservatorios de Badajoz fue ajustada a Derecho, porque además cuando se sacó a concurso, en el otoño de 2016, Pedro Sánchez había sido defenestrado como líder del partido. La adjudicación de la plaza, no obstante, sí se resolvió cuando él había regresado al poder en Ferraz, aunque le quedaba un año para convertirse en jefe del Ejecutivo.