El presidente de Argentina, Javier Milei, volvió a Madrid este fin de semana para participar en el cierre del Madrid Economic Forum, apenas un año después de su última visita a España en la que arremetió contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la investigación judicial a su esposa Begoña Gómez, para volver dos meses después y ser galardonado por la Comunidad de Madrid y el Instituto Juan de Mariana. Ello, con una crisis diplomática con el Gobierno español de por medio por sus palabras. Dijo que Sánchez tenía "a la mujer corrupta" y que "se tomaba cinco días para pensarlo".
Lo hizo, no obstante, con mayor sutileza y contención. En su intervención ante unos 7.000 asistentes —mayoría joven y masculina— en este foro neoliberal, con figuras de la economía y la comunicación que se mueven en el plano neocon, por la derecha alternativa, como la que representa Milei, el argentino volvió a arremeter contra el dirigente socialista. Coincidiendo, además, en la jornada en la que miles de personas se movilizaron bajo la batuta del PP, aunque sin siglas, para pedir elecciones generales anticipadas y reprobar los supuestos casos de corrupción que rodean al PSOE y al entorno del presidente. También la aparente persecución judicial y policial desde Ferraz con la presunta fontanera, Leire Díez.
"Si quieren pueden zurrar al bandido, yo no tengo problema", dijo Milei en vistas de las aclamaciones de "¡Sánchez, hijo de puta!" que venían haciendo desde horas antes los asistentes del evento [en una versión inicial de este artículo se apuntó que en lugar de "zurra", Milei apeló a "moción de censura", por lo que se ha procedido a su rectificación].
Milei tomó la palabra en un foro por el que se han dejado ver desde Albert Rivera hasta Esperanza Aguirre o Iván Espinosa de los Monteros. Coincide que las palabras las vuelve a mencionar en el Palacio de Vistalegre, donde las alusiones en abril de 2024 contra la esposa del presidente en el VIVA24 de Vox, abrieron esa crisis diplomática.
Milei se dio un baño de masas nada más enfilar el pasillo hacia el escenario, con su banda sonora de siempre, la de Panic Show, del grupo de heavy metal argentino La Renga. Las primeras palabras: "Muerte al socialismo, viva la libertad carajo". Le siguió una aclamación del público entremezclada con persistentes ataques al presidente del Gobierno. Ello, en una jornada en la que el PP se manifestó en Plaza de España exigiendo elecciones.
Tras esa referencia a Sánchez, Milei entró en materia económica para defender sus tesis, las que está aplicando en Argentina y por la que cree que la inflación será cosa del pasado el año que viene. Pero el público quería más y a cada alusión al "comunismo", en este caso peronista, o al "socialismo", la grada lo encarrilaba a una perspectiva nacional, contra Sánchez. Se caldeó el ambiente cuando Milei atacó a los impuestos. Afirma que "son un robo" y pretende bajar un punto sobre el PIB cada año y hasta 2031 si repite en el cargo. "Ustedes tienen el mismo problema". "Contra los socialistas de mierda, yo siempre voy a estar con ustedes", prometió Milei.
No quedó ente sin cuestionamiento, desde el Estado, al que tachó de "criminal", como los medios de comunicación, a quienes calificó de "basura" y de tener a sueldo a "periodistas corruptos". "Salgan a pelearse a cara de perro con los políticos corruptos", trasladó con una ligera aproximación a la situación española.
Por el evento también han pasado figuras como Iker Jiménez, Marcos de Quinto, varios youtubers ultraliberales —el organizador es el que se hace llamar Wall Street Wolverine— o el divulgador económico Marc Vidal, que precedió a Milei. Este presentó el euro digital como el mayor ataque a la libertad en democracia. Pero Milei era la gran estrella invitada, la que generaba más expectación.
Además de arremeter contra los impuestos, enarboló su plan de ajuste fiscal y el recorte de trabajadores públicos en 50.000 empleados, como prometió en campaña. "Nunca mentimos, dijimos lo que íbamos a hacer, pasar la motosierra por el Estado", expresó. Al mismo tiempo cuestionó las políticas de género, que ve como un elemento de desigualdad. Reconocido como judío, defendió la posición de Estados Unidos e Israel con Palestina, en beneficio de los "valores occidentales". Entre las valoraciones más contundentes, está la de que "en 40 años, Argentina será la primera potencia mundial".
Te puede interesar