El partido mayoritario de Compromís, Més-Compromís, aprobó en una reunión de su Consell Nacional la salida de Sumar en el Congreso de los Diputados. Por ello, se propone que la representante de esta corriente en la Cámara Baja, Àgueda Micó, deje su papel como portavoz adjunta de los magentas y pase a partir de las próximas fechas al Grupo Mixto. En contra de esta decisión, ya meditada desde semanas atrás, se posicionó Iniciativa, la otra gran organización que compone Compromís. De los dos diputados en Madrid, cada partido tiene un representante. Se estima que tras esta votación, el representante de Iniciativa, Alberto Ibáñez, continuará dentro de Sumar. Los socios se parten.

Esta decisión fue avalada por una amplia mayoría. A favor se posicionó el 92,7% de los votantes de Consell, que cuenta con un censo de 231 miembros. Participaron el 88% del total. La postura genera tensión dentro de los socios del antiguo Bloque, y deja en el aire cómo repercutirá esto directamente en Valencia. Más allá de la dinámica estatal. Está por ver si, a raíz de nuevas reuniones de Més o del resto de socios, también de Verds, se mantiene la decisión o se consigue encontrar un resquicio de pacto para frenar esa salida.

Por el momento, Sumar se muestra favorable para ello. Después de conocerse la votación, fuentes de la dirección nacional trasladaron que hay "respeto a la decisión democrática de Més". Sin embargo, insisten en la "disposición absoluta a seguir buscando el acuerdo con Compromís para garantizar su presencia y su autonomía en el seno del grupo parlamentario plurinacional de Sumar". Los magentas se siguen mostrando disponibles a negociar con los nacionalistas valencianos. De hecho, aseguran que seguirán "defendiendo la agenda valenciana como una reivindicación justa que hace mejor a nuestro país". Ello, en el marco de exigencias al Gobierno para asegurar una "máxima transparencia" y un giro radical del rumbo de la legislatura.

No hay visos de posibilidad de pacto con Iniciativa, con todo, en vista de la rotundidad de la decisión de Més. Esta llega como reacción inicial del rechazo de Sumar —la mayoría de los miembros del grupo plurinacional del Congreso— a convocar a Pedro Sánchez a comparecer en la comisión de investigación de la DANA en el Parlamento. Los de Díaz prefirieron junto al resto de socios priorizar la fiscalización del Govern de Carlos Mazón para, después, si era necesario, abrirse a ministros o al presidente del Gobierno. Eso generó irritabilidad en los valencianos, que lo calificaron de desplante.

A ello se suma una dinámica de funcionamiento dentro del grupo que desagradaba a Compromís en su totalidad. Ante esa imposición de mayorías, los valencianos, motivados por las demandas de Més, exigieron hace dos semanas una serie de medidas para continuar dentro del grupo. Entre ellas, máxima autonomía para votar libremente sobre cualquier cuestión en el Congreso, así como capacidad de interlocución directa con el Gobierno. También margen para preguntar al Ejecutivo.

Fuentes de Sumar, a principios de la semana pasada, apuntaban que había un principio de acuerdo con Compromís, pero aseguraban que el escándalo con Santos Cerdán había hecho que subieran sus exigencias ante la necesidad de marcar posición. Frente a ese argumento, los nacionalistas negaban la mayor. "Nunca hubo ningún consenso", aseguraron a El Independiente.

Se prevé que en los próximos días cada uno de los tres partidos mayoritarios evalúen la situación. Por ahora, se estima que si Micó pasa al Mixto, perderá su puesto de representación en la mesa de esa comisión de la DANA. Compartiría filas con Néstor Rego del BNG, los cuatro diputados de Podemos o José Luis Ábalos.