Los líderes del PP y de Vox, Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal, respectivamente, se reunieron este miércoles en el despacho del primero en el Congreso de los Diputados. Fuentes populares, que lo han calificado de "encuentro informal" con motivo del fin del actual periodo de sesiones [aunque habrá pleno el 9 y el 22 de julio de forma extraordinaria] con motivo de las vacaciones veraniegas, indican de manera general "que han comentado el contexto político nacional e internacional" y aunque no se concreta más, este contacto se produce en plenas presiones de Vox sobre el PP para que presente una moción de censura contra Pedro Sánchez. De hecho, los populares han acusado no pocas veces a Vox de seguir una estrategia paralela a la del PSOE para reforzar parlamentariamente al jefe del Ejecutivo.

Lo más lejos que han llegado los mismo medios es a señalar que el encuentro ha sido "cordial y respetuoso desde la lógica discrepancia entre partidos diferentes". Por su parte, fuentes de Vox tampoco profundizan sobre el contenido de la cita entre ambos dirigentes. Confirman el encuentro y la posición trasladada por los populares en sus "términos". Y sin entrar en detalle del contenido, fuentes de la dirección nacional de Vox dejan claro que "Abascal dice lo mismo en público que en privado". Lo que puede ser, en parte, un reproche medido a Feijóo.

Por la posición que viene manteniendo Abascal, se intuye que la conversación pudo girar en torno a asuntos como la cumbre de la OTAN que este mismo miércoles celebra su jornada clave. Pero, especialmente, se entiende que Abascal insistió en las demandas que viene haciendo al PP en las últimas semanas. En la necesidad de presentar una moción de censura pese a que no dan los números, por valentía política y demostración que el PP quiere hacer oposición en todos los frentes y con todos los medios. De hecho, Abascal y sus subalternos en las filas ultraconservadoras vienen afeando que se promocione un rechazo total al sanchismo mientras se le tiende la mano para alcanzar pactos de Estado.

Igualmente, se estima que otra de las posibles demandas de Abascal a Feijóo pudo ser la necesidad de cesar en las colaboraciones con el PSOE en Bruselas. Vox cuestiona que frente a esa denuncia del PP en España, ambos tienen connivencia en el Parlamento Europeo.

Feijóo aseguró que no atendería los ataques de Vox al PP mientras siguen sucediéndose escándalos de corrupción en el PSOE

La posición de Feijóo, en base a la sostenida por su partido hasta la fecha, puede haber girado en torno a que una moción en estos momentos solo reafirma a Sánchez junto a sus socios. También en afear a Abascal que insista en atacar a sus siglas y no centrarse exclusivamente en Sánchez tras escándalos por supuesta corrupción como el de Santos Cerdán. En un mitin reciente en Guadalajara, Feijóo aseguró que no iba a perder "ni un minuto" en responder a este tipo de acusaciones por negarse a presentar una moción fallida a la que no dan los números.

Desde el PP se prevé que Sánchez intentará aguantar, si no salen informaciones comprometedoras, con una crisis de Gobierno y el intento de sacar adelante unos Presupuestos que oxigenen lo que resta de mandato. Los populares apremian el desgaste con los socios, y se ven ya dentro de Moncloa al estimar que electoralmente hay capacidad de superar los 180 escaños. Con un PP por encima de los 150 y Vox en torno a sus actuales 33.

Sin conversaciones previas durante meses

La semana pasada fuentes nacionales de Vox ya dejaban caer que habría habido contacto reciente entre ambos dirigentes. Aunque se evitaba profundizar, por lo que podría estar ya barajándose este encuentro. No se producía un encuentro directo —al menos que haya trascendido en público—, al menos desde el año pasado. Ambos coincidieron en el patio del Congreso en septiembre. Ha habido algún contacto muy fugaz por los pasillos del hemiciclo entre plenos. Pero el encuentro más formal, fue el mantenido en la Cámara Baja para atar los apoyos de Vox de cara a la investidura fallida de Feijóo, en septiembre de 2023.

Hasta la fecha, las tensiones entre los dos partidos habían escalado. Vox, ante el rechazo del PP a presentar esa moción, llamaba a diputados "valientes" a prestarle dos votos para poder hacer uso del instrumento en el Congreso, dado que solo cuenta con 33 escaños. Se requiere de un 10% de los 350 miembros que componen el hemiciclo para ello.

Asimismo, incrementó el choque entre formaciones el movimiento de Feijóo de convocar una manifestación abierta el pasado 8 de junio. Fuentes de la dirección nacional del PP negaron entonces que hubiese habido conversaciones entre equipos. Pero fuentes próximas a Vox aseguraban que había descontento por no haberse coordinado entre formaciones y la sociedad civil para hacer un anuncio conjunto de llamamiento a la protesta. Feijóo aseguró que se celebraría sin siglas de partido, y con el objetivo, como sucedió, de pedir elecciones. Pero la presencia del popular desde el atril de oradores, así como de Isabel Díaz Ayuso o José Luis Martínez-Almeida, o la ausencia de plataformas civiles a título personal, cimentaron más las acusaciones de Vox. Los de Abascal rechazaron ir a "manifestaciones partidistas".

El PSOE carga contra Feijóo tras la reunión

Fuentes del PSOE no tardaron en lanzar una valoración sobre el encuentro. Suponen que Feijóo "habrá dado cuenta a su referente ideológico de sus raquíticos avances para intentar llegar a La Moncloa". "En los últimos días de junio, Feijóo trata de aprobar todos sus suspensos políticos a lomos de cualquier cosa que les sirva para erosionar al Gobierno. Que no se esfuerce: se va con todas para septiembre y hasta 2027", ironizan los socialistas apelando al cumplimiento íntegro del mandato en esta legislatura.

Feijóo llegó a Madrid para hacer política para adultos y ha acabado chapoteando en el jardín de infancia de la ultraderecha

Para el PSOE, la reunión también puede haber contemplado la ponencia política del PP. "Nunca tan pocas páginas recogieron tantos retrocesos para España. Abascal probablemente haya corregido algunas cuestiones a Feijóo y le haya puesto deberes para el Congreso. Igual que pone deberes a los presidentes del PP en Aragón, Murcia, Baleares y la Comunidad Valenciana". Se omitió Extremadura, en esa mención a territorios donde ha habido pactos de gobierno entre ambas formaciones —ya rotos—, y algunos recientemente para aprobar los presupuestos de 2025.

Los socialistas cuestionan que "el liderazgo de Feijóo es fallido". Por "la carga de El Ventorro" y la presidencia valenciana de Carlos Mazón; "la negativa a condenar los ataques a las sedes socialistas"; los "espectáculos bochornosos de la bancada del PP en el Congreso y en el Senado"; o el "temor a Díaz Ayuso sin decir ni una palabra de las 7.291 víctimas en las residencias" por el covid o por "su periplo judicial" por el caso de su pareja Alberto González Amador. "Feijóo llegó a Madrid para hacer política para adultos y terminó chapoteando en el jardín de infancia de la ultraderecha. Para este viaje, no hacían falta alforjas", concluye el PSOE.

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