A 24 horas para la comparecencia del presidente del Gobierno en el Congreso de los Diputados, para explicar cómo reconducirá la legislatura en plena incertidumbre por los escándalos de supuesta corrupción que afectan al seno del PSOE, el socio prioritario de Pedro Sánchez aprieta más las tuercas a los socialistas y les exige dos medidas fundamentales para los de Yolanda Díaz. Sumar quiere que al menos el presidente se comprometa con la implantación de la Agencia Independiente contra la Corrupción, en lo que a la regeneración democrática se refiere, y, por otro lado, con la aprobación de ampliación de los permisos por nacimiento y por cuidados.
Son dos asuntos planteados en la última reunión de la comisión de seguimiento del pacto de Gobierno. Se hizo en un documento más amplio y ambicioso compuesto por 23 medidas distribuidas en dos bloques. 15 para la regeneración democrática y ocho para el impulso de la agenda social. Sin embargo, frente a todas esas medidas, se recalcó a los socialistas —se reunieron con María Jesús Montero, Félix Bolaños y Rafael Simancas— que tanto la agencia como los permisos retribuidos son una "línea roja". De la reunión con el equipo negociador del PSOE, los magentas salieron sin apenas sintonía. Pero creen que han tomado nota de que la estabilidad del Gobierno pasa por empezar a adoptar decisiones. Y esas dos, son cruciales.
La extensión de los permisos retribuidos están dentro del proyecto de ley de familias, que después de más de un año en el Congreso supera ya las 50 ampliaciones de plazo para presentar enmiendas al articulado, que responde más a la incapacidad del Gobierno a sacarlo adelante con el resto de socios, especialmente con partidos como Junts, a quien preocupa la gestión de esos permisos a nivel autonómico. De ahí que Sumar quiera desencallar el asunto de forma inmediata en Consejo de Ministros, algo que podría hacerse vía decreto ley para instar a los socios a pronunciarse en menos de 30 días. Además de esa tardanza, se pone de relieve el impacto económico que tiene en España cada día de retraso.
El 2 de agosto de 2024 caducó el plazo otorgado para transponer una directiva europea de conciliación (la 2019/1158) para retribuir permisos de paternidad de 16 semanas. Por cada día de retraso, España está perdiendo 9.760 euros. En agosto, de no cumplirse, el Gobierno puede enfrentarse a una multa de nueve millones de euros, a la que se añadirán otros 40.000 diarios en concepto de multa por retraso en esa aplicación fuera del periodo estimado.
Actualmente, el borrador de la ley —es el mismo pactado en el anterior Gobierno, impulsado por Unidas Podemos—, a espera de debate en comisión donde Sumar puede hacer modificaciones, solo reconoce una duración de ocho semanas de permiso no retribuido hasta los ocho años del menor. Ahora Sumar demanda un aumento de 16 a 20 semanas de ese permiso de crianza remunerado e intransferible.
Por otro lado, Sumar, respecto a los permisos de ocho semanas para los cuidados de familiares, quiere que estén retribuidos al menos cuatro. Respecto a la Oficina contra la corrupción, los magentas también aluden a ese marco de exigencia europeo. Ello creen que puede motivar a Sánchez a anunciarlo. "Hay cierto margen" en materia de permisos, apuntan fuentes de la confluencia, aludiendo que hay una base sólida de negociaciones en estos meses.
Sumar llevará al Congreso este mes la iniciativa de la Oficina Anticorrupción. Espera que se inicie el trámite antes de agosto, algo complicado por la escasez de fechas y por encontrarse el Parlamento fuera del periodo de sesiones. Julio también es la fecha que pone Sumar para llevar a Consejo de Ministros de una forma u otra ese incremento de permisos. La decisión para llevarlo a Moncloa no depende de Sumar en este caso, a diferencia de la Oficina en el Congreso. Debe pasar Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos para elevarlo, organismo que aglutina las distintas competencias económicas del Ejecutivo, y donde los socialistas tienen mayoría con Carlos Cuerpo o Montero.
La convicción de Sumar en que esto se conseguirá antes de agosto, vislumbra que ha podido haber conversaciones entre las dos partes de cara a esa comparecencia de Sánchez. Sumar guarda silencio sobre esa posibilidad. Fuentes socialistas, al tanto de las conversaciones, al contrario, alejan un pacto en ese sentido, con esas dos líneas rojas. Rebajan las expectativas de Sumar también de cara a la comparecencia de Sánchez. Los magentas se agarran a que el Gobierno depende de ellos, en todo caso. Aunque no dan muestras de querer explorar esa vía. Este sábado habrá reunión del comité ejecutivo para valorar la situación de forma sosegada. Se prevé la participación de Díaz.
Esperan una llamada del PSOE para diseñar la declaración
En lo que sí están convencidos los socialistas es en que Sánchez no diseñará su comparecencia con Sumar, como exigen los socios minoritarios del Gobierno. Y algunas voces de los magentas son conscientes. La última vez que se reclamó fue este lunes en rueda de prensa. Lo exigió Lara Hernández, la colíder del Movimiento Sumar. Fuentes de la formación aseguran que siguen esperando una llamada que no se ha producido desde que lanzara esa reclamación el miércoles pasado. Con más rotundidad el jueves. Desde Sumar a IU.
En esta última ocasión, Hernández afirmó que de no pactarse en contenido de la declaración, no será una comunicación de Gobierno, sino del PSOE. Cabe matizar que Sumar no quiere tanto condicionar el relato que haga Sánchez, sino los anuncios que pueda trasladar, para ser conocedor previamente y saber a qué escenario atenerse y cómo afrontar la comparecencia. Sumar será duro en caso de que Sánchez opte por seguir ese camino.
En todo caso, los magentas no se conforman solo con esas dos medidas reivindicadas este lunes, como órdago al Ejecutivo, y sobre las que no se plantean consecuencias de no ser satisfechas el miércoles. Son fundamentales, sobre todo, las políticas de vivienda y las actuaciones para evitar la escalada de precios y la especulación con ella. De primeras se insiste en regular los alquileres de temporada, pero aquí, como publicó El Independiente, más allá del gesto simbólico que pueda tener Sánchez para avalar la necesidad de darle salida a esa y otras políticas, la mayoría depende de Junts y de Carlos Puigdemont.
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