El calor mata. Y cada vez más. En España sólo entre el 16 de mayo y el 13 de julio las altas temperaturas estuvieron detrás de 1.180 muertes en nuestro país. Las distintas olas de calor registradas en esos dos meses dispararon sobremanera el impacto en la salud de una parte de la población, en particular la de mayor edad. La conclusión es del Observatorio de Salud y Cambio Climático (OSCC) que no duda en afirmar que lo sucedido este año, con más de un millar de fallecimientos en sólo dos meses a consecuencia de las olas de calor, podría repetirse. Más aún, avanza que en lo que llevamos del mes de julio los datos también apuntan hacia un repunte de la incidencia del calor respecto al año pasado.

PUBLICIDAD

La cada vez mayor frecuencia de los episodios de temperaturas extremas que soportamos están provocando que sus efectos sean significativamente más negativos. En el mismo periodo de los meses de mayo a julio del año pasado el número de muertes relacionadas con las altas temperaturas fueron significativamente menores: 114 casos frente a los 1.180 que ahora aseguran desde la OSCC. Las cifras se basan en datos aportados por la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), el Instituto de Salud Carlos III y el Ministerio de Sanidad.

Las olas de calor han sido especialmente intensas en estos meses. En julio los registros térmicos señalan que la incidencia del calor en España seguirá siendo alta. Según los datos analizados, la intensidad térmica fue “excepcional” y con un aumento de las temperaturas “sin precedentes”. Según los registros de la AEMET, en junio pasado la temperatura media fue de 23,6 ºC, 0,8 ºC grados más que el anterior máximo histórico de un mes de junio, registrado en 2017. Si se analiza un periodo más amplio de tres décadas, entre 1991 y 2020, la temperatura media en junio pasado fue 3,5 ºC superior. También en julio se espera un registro récord, por encima de la media histórica de este mes.   

Mayores de 65 años y mujeres

Un dato significativo del nivel de calor vivido en España entre mayo y junio pasado es que se llegaron a decretar 76 alertas de riesgo de nivel rojo, calor extremo. En el mismo periodo del año pasado no se decretó ninguna.

Respecto al perfil de personas más afectadas por el calor, según el Sistema  de Monitorización de la Mortalidad diaria (MoMo) del Instituto de Salud Carlos III, de las 1.180 personas fallecidas por el calor, la inmensa mayoría, el 95% superaba los 65 años de edad. En seis de cada diez casos eran mujeres. Este último dato se explica no sólo por la mayor presencia demográfica de las mujeres en las franjas de mayor edad sino a factores fisiológicos que inciden en mayor medida en ellas respecto a los hombres.

Respecto a las regiones donde mayor incidencia mortal han tenido las olas de calor vividas recientemente, sorprende que sean las comunidades autónomas del norte del país las más afectadas. Galicia, La Rioja, Asturias o Cantabria se sitúan a la cabeza. Los expertos explican esta circunstancia en la mayor vulnerabilidad climática de las regiones menos habituadas al calor y por ello con una menor adaptación estructural y social frente a episodios de calor extremo.

Madrid y Barcelona: 394 muertes por calor

Estos datos se asemejan a los aportados por otros estudios de incidencia del calor en las sociedades europeas. Así, un reciente estudio dirigido por el Imperial College de Londres y The London School of Hygiene & Tropical Medicine (LSHTM) atribuyó recientemente al cambio climático la muerte de 394 personas en Madrid y Barcelona. El informe evaluaba el impacto de las olas de calor registradas entre el 23 de junio y el 2 de julio de 2025. En total, analizadas una docena de capitales europeas, el estudio concluía que sólo en estas urbes 2.300 personas fallecieron por las temperaturas extremas.

El análisis se basa en datos de Madrid, Barcelona, Lisboa, París, Londres, Frankfurt, Milán, Roma, Sassari (Cerdeña), Atenas, Budapest y Zagreb. Las ciudades fueron seleccionadas por su tamaño, ubicación geográfica y porque en todas se activaron alertas por calor.

En Madrid, según este estudio, fallecieron 118 personas por las altas temperaturas, de las cuales 108 muertes se consideran atribuibles al cambio climático. En Barcelona se registraron 340 fallecimientos, con 286 relacionados directamente con el calentamiento global. Los investigadores destacan que, aunque Madrid alcanzó una temperatura media más alta durante los días analizados (30,16 °C frente a los 29,04 °C de Barcelona), la mortalidad fue considerablemente mayor en la capital catalana. "Esto es una muestra clara de que existen diferencias en las vulnerabilidades entre ambas ciudades", explicaron en rueda de prensa desde Bruselas. Entre los factores posibles, apuntaron a una mayor proporción de viviendas unipersonales vulnerables en Barcelona.

PUBLICIDAD