En las generales de 2019, las de noviembre tras la primera repetición en la historia de la democracia por falta de consenso para una mayoría, Vox creció a costa de la desafección con el PP de Pablo Casado, pero también por el respaldo de personas que hasta ahora venían instalándose en la abstención por el rechazo a los partidos políticos en general. La Región de Murcia se convirtió en su principal bastión. Pero, además de esos elementos, influyó notablemente el discurso antiinmigración publicitado por los de Santiago Abascal a cuenta del escenario sociocultural en la zona.

Se apreció un notable vuelco ya desde las municipales de ese año, con apenas presencia del partido en los municipios con una media del 6% en aquellos donde se configuraron candidaturas, a una representación de primera, segunda o tercera fuerza en la mayoría de enclaves en las generales. Entonces ya Torre Pacheco apuntaba maneras. Fue la excepción en ambas citas. Vox obtuvo un 13,05% en el municipio y pasó a un 36% en las generales como primera fuerza.

Entre los 30 y 34 puntos logró en las generales en Cartagena, San Javier, Alguazas o Mazarrón, también encabezando los escrutinios, con el contraste de que o bien venían de bases menores al 10%, o ni si quiera se habían presentado. No hubo papeleta en Los Alcázares, donde el PSOE arrasó con la mitad de los votos. Pero en solo seis meses Abascal arrancó allí el 27,23% de los sufragios.

En los últimos cuatro años hubo un cambio de tendencia. El mapa teñido de rojo y verde en las generales del 10-N de 2019 pasó en las últimas del 23 de julio de 2023 a mayoritariamente azul. El PP arrasó como primera fuerza, influenciado por aspectos como la llamada al 'voto útil' de Feijóo para desbancar a Pedro Sánchez, la normalización de Vox como marca electoral tras la novedad y el desgaste del PSOE. Vox pasó a segundas o terceras plazas, pero se mantuvieron, sin embargo, las diferencias entre comicios locales y nacionales: Vox duplica de media los votos de una a otra convocatoria.

La clave del discurso anti inmigratorio

Vox sí ha coincidido en algunas manifestaciones de Cataluña con la plataforma convocante, la neonazi Deport Them Now, bajo el eslogan Stop islam. Pero no está implicado directamente en los altercados que se han dado en Torre Pacheco, especialmente los del sábado pasado. Aunque evita condenarlos y, según fuentes de la formación, no lo harán. Sin aludir a la presencia de ultras y generalizar refiriéndose a los vecinos, desde Vox se justifica que ante un desamparo del Gobierno central para mantener el orden —y por la falta de rotundidad o de políticas de deportación de ilegales— "los vecinos se tomen la justifica por su mano".

Ahora bien, sí que ha fomentado que satélites como los jóvenes de Revuelta, el pseudomedio afín HerQles o su propia Gaceta de la Iberosfera amplifiquen sucesos puntuales como la violación a una joven por parte de un menor no acompañado de Mali residente en un centro de acogida en Alcalá de Henares a principios de mes, o el caso de Torre Pacheco, de presunta agresión a un anciano por parte de un magrebí residente en Barcelona. Fueron los primeros que difundieron el asunto con sesgos. Para estigmatizar al colectivo migrante, meter en la agenda nuevamente la inmigración como problema para reabrir el debate a izquierda y derecha —ellos mismos asumen que les viene bien que se hable de ello— y prosperar electoralmente. Generalmente, pero más en esos territorios donde ya tienen buena presencia.

Sobre todo, cuando se da en nichos ya favorables para acaparar más voto, caso de Torre Pacheco. Indirectamente, a través de redes esos satélites han amplificado y hecho que colectivos ultra ajenos se movilicen. En solo una semana, entre los casos de Alcalá y Torre Pacheco, Vox dobló la apuesta, habló de deportaciones masivas de ilegales aunque abriendo la puerta a toda la inmigración al hablar de "remigración" —contempla a todo lo que no encaje racialmente en las sociedades blancas, incluso descendientes nacidos en el territorio— para generar debate. Ese es otro nexo con estas corrientes. Y estos días, al calor de la crisis murciana se apoya en ello para insistir en su programa y vincular otros asuntos a esa inmigración, especialmente la que procede de zonas árabes: la inseguridad, la okupación o la libertad de mujeres o el colectivo LGTB. Al estilo francés de Marine Le Pen.

El 30% de los ciudadanos de las zonas del Mar Menor o el Campo de Cartagena son inmigrantes. Mayoritariamente magrebíes y sudamericanos en segundo lugar

De hecho, mientras sirve para posicionarse en Madrid a los partidos y a Vox, el líder de Vox Murcia, José Ángel Antelo se enfrenta a la apertura de diligencias por presuntos delitos de odio tras una denuncia del PSOE al vincular esa inseguridad a la inmigración en Torre Pacheco y al asegurar que se deportará a todos los inmigrantes. "No queremos a gente así en nuestras calles, vamos a deportar a todos, no va a quedar ni uno", dijo refiriéndose al colectivo magrebí a raíz de esa agresión.

Las comarcas del Mar Menor y el Campo de Cartagena

La realidad social de las comarcas del Mar Menor —donde está integrada Torre Pacheco— y del Campo de Cartagena, también limítrofe con el mediterráneo, predispone a Vox para seguir consiguiendo votos agitando la bandera de la inseguridad principalmente a través de las redes. Por un lado, pidiendo soluciones para esas zonas y alertando al resto de la Península de que eso también puede llegar a otros puntos. De hecho, los de Abascal aluden a Cataluña, a Euskadi o a lugares del interior como a Castilla y León. También abre la puerta a que haya réplicas de lo que está sucediendo en Torre Pacheco en un momento dado.

De ambas comarcas que rodean a Torre Pacheco y dan con el Mar Menor, pueden mencionarse San Pedro del Pinatar, San Javier, Los Alcázares, La Unión, Cartagena y Mazarrón. En todas la inmigración, generalmente marroquí, primero, y sudamericana, en segundo lugar, representa el 30% —lo es generalmente en toda Murcia—. Sobre todo, por estar ligada al trabajo en el sector primario y en las huertas murcianas. Salvo en La Unión, donde el paro roza el 17%, no hay un problema general de desempleo en la zona. De hecho, Torre Pacheco, es uno de los municipios con menor número de personas no activas, algo más del 7% según las últimas cifras oficiales.

Sin embargo, se extiende el discurso de incomodidad, de añoranza por tiempos pasados y rechazo a que la cultura de esa inmigración tenga presencia pública y cambie la realidad de los pueblos pese a que económicamente dependa de esa mano de obra.

En ello prolifera el discurso más conservador. Históricamente, el voto de derecha ha sido más influyente que el de izquierdas en la región. Solo el PSOE, de las diferentes opciones progresistas, ha conseguido asentarse con contundencia. Y eso queda patente cuando se repasa la realidad del voto de PP y Vox. A nivel local, Torre Pacheco es el tercer municipio donde Vox tiene más respaldo: un 18,76%. Le superó en el último ciclo San Pedro de Pinatar, que ocupa la segunda posición con el 20,72% del sufragio. Del 12 al 16% ronda entre Cartagena y San Javier. Menor al 10% es en Mazarrón, Los Alcázares y La Unión. Son cifras lejanas a ese 20-25% de media que se superan en los mismos lugares en las generales.

La ausencia de candidaturas locales y una menor abstención contribuyen al crecimiento de Vox en las generales frente a las municipales

Hay varios motivos que explican ese fenómeno y que se extiende en general a toda Murcia. Primero, los partidos tradicionales están más asentados. Por lo tanto, hay preferencia conservadora a votar al PP en municipales. También por el reconocimiento de los candidatos y la proximidad frente a nuevas marcas como Vox. Que, pese que llevan desde 2014 en activo, como a Podemos y a Ciudadanos, les ha costado mucho arraigar en los territorios. Las capas de cargos son muy menores comparadas con PP o PSOE. Incluso con partidos históricos como IU.

En segundo lugar, hay que destacar que en muchos municipios hay partidos localistas más utilitarios que ideológicos que consiguen el respaldo de votantes muy diversos entre sí. En las dos comarcas mencionadas se puede hacer referencia a la Agrupación Independiente de San Pedro de Pinatar, a PLEAMAR en San Javier, al Partido Independiente de Torre Pacheco (PITP), al Movimento Ciudadano de Cartagena (MC Cartagena), a Defiende La Unión o a la Unión Independiente de Mazarrón. Rondan en general el 10% del voto, con la excepción del PITP, que llega al 30,13%. Con una tendencia conservadora general, ese voto que en municipales se reduce del resto de partidos, se acaba transfiriendo al resto de los principales partidos en generales.

Por último, la abstención. Hay una tendencia moderada a que la no participación electoral sea más fuerte en procesos locales que en generales. Y quien viene del abstencionismo prolongado, en un alto grado opta por propuestas radicales al estar en desacuerdo con las opciones mainstream. Se podría mencionar que la mayor parte del discurso de Vox señala a medidas cuyo cumplimiento radica esencialmente en competencias nacionales como es la inmigración o la seguridad, algo decisorio también.

Respecto las municipales, la comparativa con generales destaca rotundamente. Torre Pacheco, que fue el feudo electoral de Vox en Murcia con el 38,31% en 2019, se encuentra ahora en quinto lugar en la autonomía con el 26,22%. Dentro de esas comarcas, San Pedro de Pinatar le supera. Es la tercera población en toda la región en preferencia a Abascal, con el 27,56%, son siete puntos más que en las locales. Además, son segunda opción tras el PP. La Unión logra más del 21%, Los Alcázares el 25,33% y Cartagena y San Javier quedan entre el 23-25% del voto.

Son entre siete y ocho puntos de diferencia de mínima entre municipales y generales. Las excepciones son Mazarrón y Los Alcázares, donde el incremento es muy considerable. más de 18 y 12 puntos respectivamente. En añadido a esos factores comentados de las municipales, en el caso de las candidaturas, el voto que se adhiere a opciones localistas salta a PP, PSOE y Vox en las generales. No se puede detallar con precisión por ausencia de datos, pero los trasvases más claros en esos municipios podrían ser: de las opciones localistas a los partidos mayoritarios, de PP a Vox y de la abstención a Vox en este caso particular. Puede haber una correlación entre voto de clase popular a Vox, de los más perjudicados por el sistema.

El voto en Murcia es más complejo y heterogéneo que en enclaves como la Comunidad de Madrid, donde no hay apenas diferencias para Vox

Puntualmente, hay bajada de votos para el PSOE de municipales a generales en lugares donde no hay partidos locales. Difícilmente puede advertirse traspasos de PSOE a Vox. Por lo que pueden estimarse de PSOE a PP, a la vez que de populares hay papeletas que van a Abascal. En Los Alcázares, sin partido local, el PSOE es primera fuerza con el 68,99%. Sin embargo, se precipita al 31,56% en generales, el PP gana 15 puntos y Vox 12, que pueden venir del PP. El factor simpatía con el alcalde debe considerarse.

Vox, en el resto de Murcia

Dentro del Campo de Cartagena, aunque ya fuera de esa franja mediterránea, Fuente del Álamo es la población más relevante para Vox. En 2023 obtuvo la tasa más alta de voto local, con un 22,99%, y nacional, con un 31,51%. Destaca porque hay una subida del PP también de unas elecciones a otras, siendo el perjudicado el PSOE en 10 puntos y sin diferencias en la abstención, lo que deja la puerta abierta a transferencias directas o previo paso por el PP.

A nivel de generales, la segunda posición es para Alguazas, ya distante de esas dos comarcas. Aquí se aprecia el factor localista con la candidatura Unidad por Alguaza (UXA). Logra Vox un 29,22%. También al norte de Murcia, en Villanueva del Rio Segura consigue un 26,28%. En este caso, a costa del PSOE que pierde la mitad del 50% de municipales. Las diferencias con el PP no son muy notables, aunque crece, por lo que puede haber trasvase directo a Vox de voto socialista que priorice al candidato y no al partido.

En Lorca puede darse también este caso, dado que hay bajada del PSOE en generales y beneficio de Vox. En Águilas o Abarán, la tendencia es más clásica, con fugas de voto municipal del PP a Vox. seis puntos en la primera población y diez en la segunda. La conclusión es que, a diferencia de otros territorios como Madrid, donde el PP tanto en autonómicas estuvo por encima del 40%, Vox creció ligeramente del 9 al 14% y el PSOE se mantuvo estable creciendo con parte del sufragio de Más Madrid.