La fractura interna que desde hace años se vive en el colectivo de presos de ETA ha vuelto a visibilizar un nuevo capítulo de reproches entre el sector afín a Sortu y el crítico con el liderazgo que sobre parte de ese mundo ejerce la izquierda abertzale. En un manifiesto suscrito por más de un centenar de expresos de ETA y de once presos de la banda terrorista aún en la cárcel, -entre ellos Francisco Javier García Gaztelu, 'Txapote'- critican directamente a los exmiembros de ETA por aceptar un acuerdo de conformidad con las acusaciones en el juicio por la organización de los 'ongi etorri'.

Les recriminan que se quiera presentar como una "medida jurídica vana" un acuerdo que supone un paso más para "seguir negando la legitimidad de la lucha de liberación llevada a cabo por el País Vasco en su proceso de liberación", señalan en referencia al uso de la violencia terrorista. Les recuerdan que con pasos como este el Estado busca "ahogar la sed de libertad de un pueblo reprimido".

A finales de junio el grupo de acusados, entre ellos 'Kubati' y varios exmiembros significados de ETA y de Sortu, reconocieron en la Audiencia Nacional que la organización de hasta 120 actos de bienvenida a presos de ETA humillaron a las víctimas de la banda y les generaron un impacto "psicológico negativo". Este reconocimiento pactado con las acusaciones les permitió reducir de 5 a 2 años sus condenas y evitar el ingreso en prisión.

"Es la verdad del enemigo"

Ahora, un colectivo de más de un centenar de expresos de ETA se ha posicionado en contra de este pacto que consideran que es una "farsa judicial" que supone "la imposición de la verdad del enemigo" y la "criminalización de la lucha por la liberación de Euskal Herria". El manifiesto, presentado en Mondragón bajo el lema por la amnistía de los presos de ETA, señala a los excompañeros de organización terrorista a los que cuestiona que se sigan considerando "herederos de la lucha de liberación" ya que con acuerdos así han permitido consolidar "la verdad de los verdugos y facilitarles las condicione para abrir las puertas de los que se empeñan en la persecución".

Aseguran que incluso han puesto en "entredicho la legitimidad de la lucha por la futura Euskal Herria". Les recriminan que lo que han vendido como un acuerpo por la paz "lo que supone la criminalización de la lucha por la liberación de Euskal Herria y la imposición de la verdad del enemigo".

Añaden que viven con "preocupación y angustia" que se apele a pasos por la paz lo que supone, en su opinión, alimentar "la persecución de los estados español y francés" que contribuirán a que aumenten "la persecución" y "las consecuencias represivas" de los Estados.

Pacto en el caso de los 'Ongi Etorris'

La reacción del grupo de presos de ETA críticos con la línea oficial llega después de que José Antonio López Ruiz, alias 'Kubati', Carlos Sáez de Eguilaz y Felipe San Epifanio, alias 'Pipe', todos exmiembros de ETA, además de los integrantes de la Comisión de Presos de Sortu, Aimar Altuna Junco, Oihana Garmendia Marín y Oihana San Vicente reconocieran formar parte de la dinámica 'Kalera, Kalera' encargada de organizar 'ongi etorris' a presos de la banda. Así, todos ellos alcanzaron un pacto con la Fiscalía y las acusaciones, la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) y Dignidad y Justicia.

Contra ellos pesaba una petición de prisión de hasta cinco años y siete meses de cárcel. Tras reconocer se responsabilidad en la organización de 'Ongi etorris', el acuerdo de conformidad establecía que serían condenados a dos años de prisión. La condena corresponde a un año y seis meses de prisión por un delito de constitución y dirección de organización criminal. Por el delito continuado de humillación a las víctimas del terrorismo se les impone una condena de seis años de cárcel. Además, deberán a hacer frente a una multa de seis meses a razón de diez euros diarios. También se les inhabilita para ejercer profesiones u oficios educativos durante tres años. Estarán en régimen de libertad vigilada durante un periodo de seis meses.