Tres presidentes autonómicos que representan a 13 millones y medio de habitantes del país han escenificado en un acto conjunto su rechazo a la comprometida financiación singular catalana. Y lo han hecho dos del Partido Popular, el andaluz Juanma Moreno y el gallego Alfonso Rueda, y el socialista y castellanomanchego Emiliano García-Page. Se ha celebrado esta mañana en la Universidad Internacional Menéndez, acto convocado para hablar de los treinta años del Comité de las Regiones y la evolución de la política de cohesión. Y ha sido ese punto, el de las políticas de cohesión, el que ha dado pie a que los tres hayan expresado su rechazo a un modelo que supondría de facto la salida de Cataluña del régimen común.

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Es Moreno quien encabeza la rebelión de los territorios gobernados por el PP, todo ello con el telón de fondo de las elecciones andaluzas que le enfrentan, precisamente, a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. En los tres casos ha habido un hilo conductor, esto es, que no se puede hablar de cohesión y de solidaridad europeos abandonando esos mismos conceptos, dicen, en lo que afecta a la financiación singular. Moreno ha criticado que a los mismos sectores que "no creen en un proyecto común" se les permite "quedarse con sus recursos y fracturar la solidaridad", todo ello por "el proyecto egoísta de seguir en el poder", en alusión a Pedro Sánchez.

"No es un planteamiento progresista ni de izquierdas", dice Page

Por ello, ha agregado el andaluz, "pido al gobierno que se 'europeice'" bajo los conceptos de cohesión, solidaridad y coherencia. En este sentido, Page ha defendido que conceptos como el de cohesión o convergencia en el ámbito de la Unión son de origen español, que "hoy se discuten lamentablemente" en nuestro país. Dice el socialista que el pacto con ERC a cambio de votar la investidura de Sánchez "se abre al privilegio y a la ruptura del concepto de progresividad" por el cual paga más el que más tiene y recibe más el que meno tiene. "No es un planteamiento progresista ni de izquierdas", ha concluido el socialista, quien, sí mantiene distancias con los barones populares sobre la quita de la deuda.

"No tiene sentido defender una cosa en Europa y otra aquí", ha dicho, por su parte, el presidente de la Xunta, quien ha defendido que las políticas de cohesión interterritorial "siguen siendo necesarias, fundamentales. Y ha lanzado una pregunta: "¿Alguien se imagina que, por mantenerse, la presidenta de la Comisión Europea negociara los presupuestos solo con Francia porque es la que puede decidir su continuidad? Es absurdo, un disparate".

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