El último gran acuerdo al que consiguieron llegar en marzo PSOE y Junts quedará en papel mojado en la votación de este martes por la tarde en el Congreso de los Diputados. Se trata de la proposición de ley para la transferencia de las competencias de inmigración a Cataluña, para la tutela de la Generalitat, que rechazan completamente los cuatro diputados de Podemos y el diputado de Iniciativa-Compromís en el Grupo Plurinacional de Sumar, Alberto Ibáñez, por considerar que la exposición de motivos del texto contiene apelaciones "xenófobas" y tintes "racistas".

La duda hasta ahora es si los cinco diputados de IU desertará también de la posición favorable de Sumar. Los izquierdistas dejaron dudas sobre su posición ante el texto este lunes, hasta la fecha habían mencionado que percibían cuestiones "racistas" que deberían modificarse. En IU lo vinculan también con otras negociaciones.

Fuentes del grupo parlamentario magenta no creen que se produzca tal cisma más allá de Ibáñez, al que ven marcando posición de cara a su electorado valenciano a sabiendas de que el voto de Podemos ya de por sí imposibilita la proposición de ley. De base, PP, Vox, UPN y Podemos suman 175 escaños, la mitad del hemiciclo que tras varias votaciones con empate repetido tumbaría la propuesta en su toma en consideración. Está recogido en el Reglamento del Congreso y depende también del criterio de su Presidenta, Francina Armengol.

Confirmó esa negativa Ione Belarra, la secretaria general de Podemos, en una comparecencia previa al pleno en la sala de prensa del Congreso. Insistió en el componente "racista" de la propuesta e hizo un "llamamiento a las izquierdas" para ponerse en contra y hacer un "frente común" en la votación de la tarde. "O se está a favor o en contra del racismo", dijo Belarra, a quien le interesa no quedarse sola junto a la derecha no independentista en la foto de la tarde, en todo caso.

Podemos viene elevando el tono con Junts. Empiezan a percibirse incompatibilidades claras entre ambos partidos, lo que rompe la mayoría de Sánchez

Los morados vienen elevando el tono contra Junts, con quien distintos representantes cargaron estos días atrás señalándolos como xenófobos y por incrementar este perfil en competencia con Aliança Catalana, la fuerza ultra e independentista de Silvia Orriols. Si este lunes Pablo Iglesias mandaba "a la mierda" a Toni Comín por llamar "catalónófobos" a Podemos, este martes en una entrevista en SER Catalunya el secretario de Organización morado, Pablo Fernández, ahondaba. "Se han juntado el hambre con las ganas de comer: los tics racistas del PSOE con Junts, que es un partido abiertamente racista. De esa combinación tenemos una proposición de ley racista y que tiene una exposición de motivos a nuestro juicio de extrema derecha".

La posición de Sumar entre el lunes hasta este mismo martes ha ido mutando ligeramente cuando se le preguntaba a sus distintos representantes si este asunto pactado entre Junts y el PSOE es "xenófobo". El lunes, el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, apuntaba desde su comparecencia semanal en el Espacio Rastro, en calidad de portavoz de Sumar, que no contempla ningún rasgo racista en la proposición de ley, en sus trece puntos competenciales. No entró, pese a todo, a valorar si la exposición de motivos lo es, como sí consideran desde Podemos. En cambio, sí apreció ese detalle su compañera de filas en el Movimiento Sumar, la portavoz parlamentaria de la confluencia, Verónica Martínez Barbero.

"En la exposición de motivos hay cosas con las que no estamos de acuerdo, pero estamos comprometidos para debatirlas", dijo la portavoz. No cree, en todo caso, que como apuntan compañeros como Ibáñez, esta proposición "esconda algo detrás". Previamente, Ibáñez, al despejar su voto contrario, expresó que "no se está votando un tema meramente competencial, sino que es una batalla cultural que se está llevando a cabo por la extrema derecha y el nacionalcatolicismo, independientemente de que sea Orriols o Vox". "Ojalá" fuese una cuestión exclusivamente de competencias. "Lo que busca es señalar a unos colectivos más vulnerables, como los temporeros", dijo Ibáñez mencionando ese preámbulo de la norma presentada.

Libertad de voto para los diputados de Sumar

Ante el riesgo de fisuras y sabiendo que "la ley no sale", fuentes de Sumar trasladaron que darán libertad de voto a sus diputados sin contemplarse sanciones. Ahora bien, fuentes próximas al grupo aseguran que no es certero, dado que explican que hay libertad de voto siempre y cuando los integrantes de la confluencia así lo decidan y lo comuniquen previamente salvo cuestiones muy puntuales. Matizan que esto es algo contemplado desde antes de las elecciones del 23-J en la coordinación entre grupos.

Desde la confluencia creen que la norma en sí está bien planteada, y como espacio plurinacional debe apoyarse cualquier iniciativa orientada a que los territorios tengan mayor control en sus decisiones. "La gestión más próxima de los servicios es mejor. Quien dice lo contrario es precisamente quien tiene un discurso racista", expresó Martínez en rueda de prensa contra la derecha sin ir al choque con Podemos.

Junts prepara el terreno frente a la derrota

Ante la inevitable derrota, en Junts ya preparan el terreno frente al naufragio de un consenso que tardó en materializarse. Acusan al PSOE de no haber hecho lo suficiente para arrancar el voto favorable de Podemos principalmente y convencer a toda la izquierda. Se abona con ello la idea de que la legislatura está llegando a un límite de tensión insostenible, la idea expresada por Carles Puigdemont, de que el Gobierno tendrá un "otoño caliente".

Por la parte socialista, la portavoz federal del PSOE, Montse Mínguez, advirtió que no pueden ser responsables de "lo que voten otros partidos". Insistió en que los socialistas son "responsables de sus acuerdos" y que tratan de iniciarlos "sudando la camiseta", peo que lo que hagan terceros no puede reprochársele.