Aunque el PSOE de Pedro Sánchez ha hecho suya en este mes de septiembre la defensa de la causa palestina contundentemente, la demanda de un embargo de armas a Israel —que depende de dos ministerios socialistas como Interior o Defensa—es algo en lo que vienen trabajando en la confluencia de Sumar desde hace bastante tiempo. Ya aprobado ese embargo por decreto ley en Consejo de Ministros, solo queda que el texto llegue al Parlamento, donde debe ser convalidado por mayoría simple de los grupos.
Las dudas las dejan por un lado Podemos, pero especialmente Junts. Si bien los morados están comprometidos con el asunto y marcan posición frente a Sumar, por intereses electoralistas, a los magentas les preocupa especialmente lo que puedan decidir los neoconvergentes. Sobre todo, cuando hace dos semanas se dinamitó el proyecto de ley para la reducción de la jornada laboral vía enmienda a la totalidad. Los magentas creen que de caer el decreto, no solo tendrá impacto en el Gobierno, sino que será un segundo golpe importante para Junts de cara al futuro. Explican que al igual que el rechazo a la reducción de jornada les penalizará entre sus electores, la defensa de Gaza ha quedado patente en las calles en las últimas semanas.
Los de Carles Puigdemont están siendo discretos con el asunto. Apenas han entrado en materia en lo que a Israel, Gaza y los ataques continuados a la población civil se refiere. Recientemente, en el Parlament de Cataluña, Junts impidió que se leyese una declaración institucional contra "el genocidio", "los asesinatos" y la "negación de los derechos básicos" de la población palestina. Se abstuvieron en la votación de otro texto de apoyo a la Flotilla por la Libertad a la que el Gobierno dará auxilio de necesitarlo. Para Junts ambas cuestiones eran "partidistas". Los de Puigdemont destacan por tener posiciones prosionistas.
Junts se aferra a que las diferencias con el decreto también existen dentro del Gobierno. No deja clara su posición
Preguntados por el decreto ley, fuentes de Junts aseguran que si bien el Gobierno les ha traslado el documento, aún tienen que "evaluarlo". "No podemos decir más. Pero lo único que sabemos es que ni el Gobierno está de acuerdo aún con esto", afirman esas fuentes, dando una sensación de parálisis con Moncloa y de necesidad de reflexionar. Sobre todo, después de que decayese este martes una de las iniciativas clave del PSOE y Junts, el último gran acuerdo entre partidos, ahora instalados en un cierto bloqueo y tira y afloja permanente. A los neoconvergentes no les gusta que el PSOE se abra, presuntamente, a modificaciones para atraer el voto de Podemos para el traspaso de competencias en inmigración a la Generalitat. "Es llevar unas competencias de aquí a allí", dicen refiriéndose a Madrid y Cataluña.
Junts pone así el foco en las diferencias de Sumar en el Gobierno con el PSOE, que aunque cree que "es un buen decreto" y están "satisfechos", muestran disconformidad con la cláusula fijada por los socialistas ante la necesidad de hacer contrataciones esporádicas con empresas armamentísticas israelíes. Aunque todo pasará por el Consejo de Ministros y se justifica para situaciones, por ejemplo de conflicto militar, entre los magentas creen que esto no es más que una vía de escape de los socialistas para ir más allá. Por eso, solicitarán una vez llegue al Congreso que el asunto se tramite como proyecto de ley, algo que ya viene haciéndose esta y en las anteriores legislaturas pero que acaba dejando el asunto en el tintero.
Para llegar a ese punto, no obstante, el decreto ley debe ser convalidado. Y al margen de Junts, que puede tumbarlo por esa simpatía hacia Israel, o incluso optar por abstenerse, otro de los principales obstáculos es Podemos. La aritmética parlamentaria no acompaña. El rechazo garantizado de PP (137), Vox (33) y UPN (1) suma 171 escaños. La mayoría de legislatura sin Podemos y Junts suma 168. En duda está que José Luis Ábalos lo respalde, dependerá de si se involucra como esta semana en las votaciones.
En el peor de los escenarios, la medida caería por absoluta si votan en contra morados e independentistas. Si se abstiene Podemos y no Junts, seguiría sin posibilidades por 177 'noes'. La abstención de Junts y el 'no' de Podemos daría una situación de empate a 175 diputados, lo que tampoco permitiría que saliese. Si Junts la rechaza o se abstiene, solo vale un sí de los morados.
Podemos habla de un "embargo fake"
A priori no se prevé que Podemos vote en contra del decreto ley, es algo que piden también desde hace mucho. Además, les daría mala imagen quedarse, como esta semana con las transferencias de inmigración a la Generalitat, en contra con la derecha. Probablemente acepten exigiendo esa tramitación como proyecto de ley para enmendarlo posteriormente. Creen que la mejor vía, en todo caso, habría sido desde la propia administración, comprometiéndose desde el minuto uno a no negociar nada con Israel.
El texto debe debatirse y convalidarse en los plenos de entre el 7 y el 21 de octubre. Hay seis fechas posibles antes de que transcurran los 30 días máximos de plazo
Esas enmiendas parciales al articulado del texto se corresponderían con las denuncias que hacen ahora los de Ione Belarra, secretaria general del partido. En primer lugar, Belarra y los suyos califican el embargo como uno "fake" dado que "no acaba con la compra y el tránsito por España de armamento a Israel". Después de analizar el texto, fuentes de Podemos consideran que el decreto es "un engaño" del Gobierno y permite que siga habiendo "un auténtico coladero para mantener la complicidad y las relaciones con los genocidas". Esa excepción contemplada por el PSOE "no impide el comercio con filiales israelíes", denuncian como Sumar.
Ponen el foco en algo que vienen reiterando: el papel de las bases estadounidenses de Rota (Cádiz) y Morón (Sevilla). "No servirá para frenar el tránsito de material militar ya que no se establecen controles al cargamento de los buques ni se impide el uso de las bases de EEUU". No avanzan, pese a todo, posición de voto.
Tiempo limitado el Gobierno
Con el calendario en la mano y menos de 30 días para la convalidación, el Gobierno tiene entre el 7 y el 21 de octubre para llevarlo a pleno. Tanto los días 7 y 8, la semana siguiente 14,15 y 16 o ese mismo martes 21, siempre que no se opte por una sesión extraordinaria que por ahora no se contempla.
Desde el Ejecutivo ya han empezado a ponerse en contacto con Podemos y Junts, sin respuesta por ahora. Fuentes del Gobierno ven por ahora "difícil" que salga adelante, principalmente por los neoconvergentes. Este miércoles por la noche, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, abogó por que los partidos de la mayoría de legislatura optasen por el "sentido común". "Negociaremos", aseguró, descartando al PP o a Vox.
Desde Junts se mantiene una posición reacia con el boicot de productos "por el simple hecho de ser israelíes", denunció Puigdemont. Pesa en Junts que Israel haya decidido no participar en la próxima edición del Mobile World Congress de Barcelona y llamase a boicotearla. Según Junts, a través de su portavoz Josep Rius, están de lado del "alto el fuego permanente" para que cesen "las matanzas, se liberen rehenes y se retomen las negociaciones de paz". Siempre con la solución de los "dos estados" sobre la mesa. Esa ambigüedad da pocas garantías a PSOE y Sumar.
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