El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, presentó este martes en Barcelona su plan de inmigración con el que pretende atraer a votantes de Vox pero también a posibles desencantados del PSOE con las políticas migratorias del Gobierno. A primera hora de la mañana, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, acusó a los populares de estar "blanqueando a la ultraderecha" por entrar a competir en esta materia, pero también sobre derechos consolidados como el aborto. Sánchez aseguró que tanto Vox como ahora el PP hacen política sobre "bulos", e hizo un alegato en favor de la inmigración regular para combatir un "invierno demográfico" y sostener "el Estado de bienestar" a la vez que se da apoyo a las familias para incentivar la natalidad.
Los populares acudieron a esta publicitación de sus medidas migratorias haciendo hincapié en su posición centrada y distanciándose tanto del "inmovilismo" que atribuyen al Gobierno en inmigración, como del "radicalismo" de propuestas como Vox que "criminalizan" a los migrantes. Feijóo, durante la exposición de medidas, apuntó que hasta este momento hay "dos formas erróneas" de abordar la cuestión: "No hacer nada y no hablar del tema, o acribillar para ganar votos". "No hay que prorratear el descontrol del Gobierno, sino combatirlo. Es inhumano hacer un discurso a costa de los inmigrantes, pero también a costa de los recursos", añadió Feijóo cargando contra PSOE y Vox.
El dirigente popular aseguró que quiere seguir el camino del resto de países europeos y hacer de España el referente en control de la inmigración y fomento de la regular, sobre todo cuando nuestro país es "la puerta de acceso a Europa por el sur". Reivindicó una inmigración "ordenada, legal y humana", resultado de unas políticas "serenas", de un "diagnóstico" que "no busca cerrar puertas, criminalizar a nadie, ni tampoco poner parches". "Este asunto va más allá del sí o el no a la inmigración", debemos ahondar en "cuánta queremos o a qué ritmo" debe llegar, apreció el popular antes de enumerar los diez puntos de ese plan.
Desde Barcelona, enclave de Vox y Aliança Catalana
El lugar elegido por el PP para esa presentación no es aleatorio, se escoge Cataluña, donde los extremos están capitalizando la creciente preocupación por la inmigración, que en la región, desde la derecha, empieza a vincularse con la inseguridad y la delincuencia. Cataluña, de hecho, es destino de uno de cada cuatro migrantes que llegan a territorio nacional.
De los diez puntos mencionados por Feijóo, destaca la idea de aglutinar "en una sola autoridad del Estado", es decir, un ministerio, las competencias sobre inmigración que "hoy están difuminadas en cinco". Entre ellos, Seguridad Social y Migraciones, Política Territorial, o Juventud e Infancia en cuestión de menores migrantes. Otra de las medidas planteadas por el dirigente conservador radica en ese colectivo, en los menores extranjeros no acompañados. Afirmó que este asunto no puede reducirse a "meros repartos". "Siempre que sea posible debe promoverse el retorno con la familia de origen", apuntó, añadiendo que se resolverán los expedientes de cada uno en 72 horas. Habrá una reforma del Código Penal para tipificar como delito mentir sobre la edad, ello supondrá la expulsión. Además, se conciben pruebas de edad si no se aporta la documentación a la llegada y hay dudas.
Entre otras de las cuestiones mencionadas, destaca el visado por puntos. Tendrá dos vías, el de la contratación en origen para sectores especializados, y el visado de búsqueda de trabajo para aquellos sectores más tensionados, que será temporal. El PP quiere vincular el empleo a la residencia en España "como la mejor garantía de integración". Estará condicionado por un sistema de puntuación que dependerá del conocimiento del castellano y del idioma en origen, de la edad, de la formación y la experiencia laboral y la proximidad cultural como elementos para esa integración. Actualmente, se demandan cinco años de residencia legal continuada en España para obtener el permiso de residencia, así como carecer de antecedentes en el país.
Por otro lado, cometer delitos graves en España supondrá "la pérdida de residencia automática". "No se concederá de tener antecedentes" en el lugar de origen o en terceros países donde se haya residido los cinco años antes. "Es lo mínimo para que quienes delinquen no tapen a los que quieren prosperar, a la mayoría. Que no paguen justos por pecadores", explicó Feijóo.
El PP quiere dotar de excepcionalidad la figura del arraigo y del asilo. "Hay que corregir la distorsión de esas figuras, no tienen que ser la norma. El arraigo no puede ser la vía masiva para conseguir la nacionalidad, sino algo excepcional para quienes han demostrado el compromiso con el país. De hecho, otro punto, es el endurecimiento de los criterios, tanto el idioma o los conocimientos culturales o históricos de España, para obtener esa nacionalidad. "Es un reconocimiento a quien tiene la voluntad de integrarse, no un simple trámite burocrático, no se regala se merece", argumentó el popular.
Feijóo hizo especial hincapié en las ayudas a extranjeros. Apuntó que "las prestaciones no podrán convertirse en una forma de vida" para residir permanentemente en España. Cuestiones como el ingreso mínimo vital estarán ligadas a la búsqueda de empleo. "El inmigrante que cotiza está construyendo España, quien rechace integrarse o trabajar, no puede tener los mismos privilegios". "No tiene sentido que un millón de inmigrantes vivan sin cotizar (...) mientras que un millón de autónomos esperan el siguiente sablazo" del Gobierno.
Otros tres puntos del plan están centrados en las fronteras. Feijóo propone más agentes, medios o demandar la presencia de Frontex. Algo que lanza con varios sindicatos y organizaciones policiales presentes. Para "la lucha sin cuartel" a las mafias aboga por "la reforma de la ley orgánica del Poder Judicial, la ley de Extranjería, y del Código Penal para perseguir delitos como el tráfico de personas". Para permitir la actuación de las autoridades en los mares o en las costas. "Dotaremos a los policías de elementos para la recogida de pruebas en alta mar", terminó Feijóo.
Como último asunto, el PP mira a los países de origen. Penalizará el desentendimiento de sus gobiernos con los procesos migratorios. "No podemos tolerar" que lo hagan respecto a "los procesos de devolución y retorno". "Los acuerdos con terceros países serán revisados" y se priorizarán las "facilidades" o "los cupos" de los próximos años para aquellos "que ayuden a poner orden". Se perjudicará a los que no lo hagan.
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