A horas de que dé comienzo el funeral-homenaje de la dana en el Museo de las Ciencias de Valencia, y con un toque de atención de Génova para que ahonde en sus explicaciones, Carlos Mazón cumple un año de gestión tras una de las peores catástrofes naturales de la década, de las más críticas con una administración del PP al frente y con repercusión electoral para la marca de Alberto Núñez Feijóo. Ello sin omitir la importancia de las 236 personas que perdieron la vida por los errores gubernamentales a la hora de afrontar la crisis.
Sus familiares serán los protagonistas, e intervendrán seguidos del Rey Felipe IV, en representación del Estado. La duda es que hará Mazón, cada vez más presionado externa e internamente. Las asociaciones de víctimas le han pedido que no vaya. Lo hacen los partidos de la izquierda, desde la oposición tanto en Les Corts como en otros enclaves como los socios del Gobierno en el Congreso de los Diputados. Él insiste en que quiere asistir.
En el PP crece la presión para el relevo de Mazón. Hay perfiles tanto en la Comunidad Valenciana como en Madrid, próximos a la dirección de Feijóo que creen que ya se va tarde y que el líder popular debería haber hecho que el valenciano diera un paso atrás. Además de la propia presión social y política, por un desgaste de las siglas que está dejándose ver en las distintas encuestas de este año, pero también a la vuelta del verano y en el inicio del curso político. Hay tres en octubre que coinciden: no hay trasvase de la derecha a la izquierda, pero sí flujo de votos entre PP y Vox. Los de Santiago Abascal salen más que reforzados de esta crisis, pese a mantenerse distantes y no pedir la cabeza del popular junto a la izquierda en las semanas posteriores.
Es más, los de Abascal, representados por José María Llanos en Les Corts, han sido el sustento de Mazón -fuera del Govern desde julio del 2024, por el choque migratorio entre Bambú y Génova- permitiéndole sacar los denominados "presupuestos para la reconstrucción" no sin cesiones importantes. Especialmente, ideológicas, como el rechazo a recibir más inmigración irregular o su negativa a cuestiones como el Pacto Verde de la Unión Europea que apoya el PP europeo y niegan en Vox.
Mazón, en el peor de los casos, perdería siete escaños que irían de lleno a Vox. GAD3 es la que mejor ascenso da a los de Abascal: de 13 a 20 diputados
De media, en este mes de octubre, el PP en la Comunidad Valenciana lograría 33-34 escaños y el 30,4% de los votos frente a sus 40 diputados y un 35,7% de apoyo en mayo de 2023. Vox, que entonces consiguió 13 representantes y el 12,6%, ahora ascendería a unos 18-19 diputados autonómicos y el 17,76% de los apoyos. Son cinco puntos más y entre cinco y seis escaños de media que prácticamente se deja Mazón en un año. La encuesta de GAD3 publicada este martes por ABC amplía a siete esa ganancia de Vox. Retrata a un PP en 33 escaños y un Vox en 20, el máximo de las tres encuestas de este mes. Las otras dos, de Demoscopia y Servicios y de Lápiz Estratégico, para Prensa Ibérica en la comunidad, sitúan a 34 escaños a Mazón y a 18 y 17 respectivamente a Vox.
Además de los errores de gestión, que investiga la justicia valenciana, una de las cuestiones clave para los populares es el daño electoral y a la "credibilidad" que los cambios de versión a lo largo de estos meses de Mazón está provocando en el PP. De ahí que de cara a este aniversario y antes del homenaje, Feijóo haya instado a Mazón a "contestar todas y cada una de las preguntas que se le hagan" en las tres comisiones de investigación planteadas: en las Cortes Valencianas, en el Congreso, donde acudirá el próximo 17 de noviembre por la mañana citado por la mayoría de los socios del Gobierno, y en el Senado, de dominio mayoritario del PP. El dirigente quiere que dé todas las explicaciones pertinentes, incluido qué hizo en la tarde del desastre y durante las horas que pasó en el restaurante El Ventorro.
Ese desgaste de Mazón, con él al frente y como sujeto de consulta en los sondeos, no alejaría al PP del gobierno de la Generalitat, aunque debería volver a pactar con Vox. De los 50 escaños que requiere una investidura, la suma de derechas superaría por tres esa cantidad. La izquierda, en contraste, ni avanza ni retrocede. De los 31 parlamentarios del PSPV-PSOE, ahora la candidatura de la ministra Diana Morant quedaría en 30 (27,7%) frente a los 31 (28,7%) de Ximo Puig. Ese escaño de media lo gana Compromís, que avanza de los 15 (14,5%) a los 17 (16,43%). Los de Joan Baldoví si consiguen hacerse con un escaño extra de la derecha en los repartos provinciales. Previsiblemente en la competencia directa con Vox por él.
Un año de desgaste
Con esa insistencia a dar todas las explicaciones necesarias, la apuesta de Génova es la de intentar ir recuperando credibilidad. La duda en el horizonte es hasta cuándo se mantendrá Mazón en el cargo y si se precipitarán elecciones o se optará por un mando de gobierno hasta agotar los plazos hasta 2027. Dentro del PP se duda mucho de que Mazón logre resistir hasta entonces.
Hasta la tragedia, Mazón venía prosperando en los sondeos previos con un crecimiento estimado de 42-47 diputados en total en perjuicio de Vox tras la ruptura del Ejecutivo. En las encuestas posteriores a la dana, Mazón retrocede notablemente. Por poner un ejemplo: Prensa Ibérica estima 46 escaños y un 41,7% de estimación de voto el 9 de octubre de 2024, día de la región. El 11 de noviembre, tras un trabajo de campo en los días posteriores, Demoscopia y Servicios reduce de 47 a 37 escaños el peso de Mazón. El 8 de diciembre SigmaDos hace lo propio y baja a 29-31 diputados al PP. Ya por entonces, esta demoscópica ya prevé un trasvase directo de escaños y estima a Vox entre los 18-20.
Los de Abascal ya estimaron que una estrategia dura contra Mazón podría generar descontento en la derecha y alentar la reedición del Pacto del Botánico de 2015 y de 2019. Por ello, además de señalar la "incompetencia" de Mazón y su Gobierno en la gestión de la dana, se sumaron a la posición emitida desde Madrid y centraron el tiro contra Pedro Sánchez, culpándole a él de no tomar el mando de la gestión al ver que la Generalitat no daba la talla. Con todo, hay que recordar que escalar a nivel 3 de emergencia depende de la petición de la comunidad de turno, aunque también del Ministerio de Interior. Desde el Ejecutivo nacional esgrimieron que respetan la cadena de mando y de representatividad; el autogobierno. En crisis posteriores, como el apagón, otras comunidades como Madrid se anticiparon a solicitar esta asunción de responsabilidades. También Mazón.
Desde marzo vienen dándose dos visiones, la que sostienen a la baja a Mazón ligeramente por encima de los 30 escaños y con Vox fuerte, y las que puntualmente dan casi una recuperación al PP con Vox apenas uno o dos escaños nuevos. Pero las encuestadoras nacionales, las más reconocidas y contratadas a los principales medios, vienen desde mayo manteniendo a Mazón igual o por debajo de esos 34 escaños sin opciones para la izquierda de dar una alternativa que no pase por PP y Vox.
En pleno choque entre Feijóo y Abascal
Se desconoce si el choque nacional entre PP y Vox llevó a Génova a acentuar la presión sobre Mazón, al no querer depender de los de Abascal en los distintos feudos electorales. Sobre todo, cuando sitúan a Vox en una estrategia de desgaste que tiene como objetivo el sorpasso. Por ahora, ambas fuerzas compiten por intentar ganarse al electorado conservador más dudoso en el plano nacional, pero también enfocados en las elecciones de Extremadura convocadas el lunes para el 21 de diciembre; las de Castilla y León para el 15 de marzo, y las de Andalucía, aún por determinar. La inmigración sigue siendo el tema fetiche de Vox para desmarcarse del PP, marco al que entra de lleno Feijóo sin olvidarse de dar una propuesta de gestión económica. Los de Abascal le reprochan tener las mismas recetas que el PSOE en todos los ámbitos.
El toque de atención de Feijóo a Mazón se produce en un momento complicado en términos generales para el PP en sus gobiernos regionales. Con Juanma Moreno presionado desde la calle y desde asociaciones como AMAMA por la crisis de los cribados de cáncer de mama en la sanidad pública. Con Jorge Azcón con la incógnita de si podrá o no sacar los presupuestos autonómicos o deberá seguir el camino de María Guardiola. Y con una dirigente extremeña que se arriesga a o bien lograr mayor margen de maniobra para la próxima legislatura, o a depender de Vox o dar una oportunidad a la izquierda para volver a la Junta.
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