Hay que dar la batalla por sacar nuevos Presupuestos Generales del Estado. De eso no hay duda entre ninguno de los dos socios del Gobierno, tanto los socialistas como los magentas. Que conseguir aprobarlos sería una hazaña, viene siendo una contemplación estos meses atrás, desde que el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, mostró a finales de julio su disposición a llevar un proyecto de nuevas cuentas para 2026 al Congreso. Pero con la ruptura, al menos verbal, ejecutada por Junts este lunes, las pocas posibilidades que habían se reducen drásticamente. Ante ello, Sumar pide al PSOE moverse, actuar y dejar al menos un sello ideológico que predomine sobre el fracaso. Para que el votante les vea moverse.

Para los de Yolanda Díaz, si el escenario de ruptura deja a las cuentas sin posibilidad de salir adelante por un veto ya anunciado por Junts, no hay impedimento alguno para que ese borrador en el que trabaja la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, suponga un ejercicio ideológico libre que permita mostrar al Gobierno una faceta de ambición desde la izquierda. Que sea una exposición de prioridades, para que quede constancia en el futuro.

No lo atribuyen a una cuestión electoral, pero sí para captar apoyo en la calle y dejar la sensación de haber hecho lo posible. Pero también para incentivar que el PP y Junts pueda moverse si hay presión externa a algunas cuestiones. Ya demandaron a los de Alberto Núñez Feijóo votar a favor de la reducción de jornada laboral. En todo caso, algunos socios como Podemos creen que el fracaso de las cuentas puede ser la excusa perfecta de Sánchez para convocar generales a partir de marzo. El Gobierno insiste en que quiere acabar la legislatura.

Declaración de intenciones "potente" en la legislatura

Los magentas ponen el foco en un mayor gasto social, para generar bienestar y combatir con políticas públicas los discursos populistas de actores, detallan, como Vox. Especialmente para dar respuestas ambiciosas al problema de la vivienda. Algo en lo que Junts, admiten, apenas ha estado comprometido.

De hecho, los neoconvergentes se negaron a la regularización de los alquileres de temporada a finales del año pasado, con el asunto candente y sobre las mesas de debates. Y tras rectificar semanas después en el Congreso en un nuevo intento de los socios de izquierdas, avanzaron que enmendarían cuestiones relevantes que restarían relevancia a la ley, como la regulación de los alquileres de habitaciones. O la reforma de la Ley de Arrendamientos Urbanos para equiparar los contratos a los temporales, que no podrán exceder de nueve meses. El asunto se ha reanudado recientemente en la Cámara Baja.

Sin visos de que salgan las cuentas, y dado por descontado que si Junts está de por sí en la negativa no puede tirar de la cuerda para condicionar las cuentas hacia una propuesta más conservadora, más diluida, fuentes de Sumar apuestan por que Sánchez haga del proyecto presupuestario una declaración de qué prioridades tiene el Gobierno progresista. "Que sea lo más ambicioso posible y que resuma las claves de la investidura". "Vamos a ser muy exigentes" con ello, indican, a pocos días de que Montero dé un primer paso para llevar la senda de estabilidad al Consejo de Política Fiscal y Financiera.

Deberíamos llevar unos Presupuestos "potentes", afirman los magentas. Consideran que, una vez puestos esos principios sobre la mesa, tocará testear a los socios. Creen que si el Gobierno da pasos importantes, será muy complicado que socios como Podemos digan que no. Aunque, por ahora, condicionan su apoyo a la bajada de un 40% del precio del alquiler o desistir del rearme comprometido con Europa y la OTAN y romper relaciones totales con Israel. Apuntan los de Yolanda Díaz a que, entonces, todo dependerá de Junts, y es probable que deba reflexionar ante ellos, más si hay presión social en Cataluña. Este pronóstico, con todo, no valió a los magentas para sacar la reducción de la jornada laboral. La presión no pudo con Junts.

En el PSOE, igualmente, esperan que Junts recapacite como indican en Sumar. Aunque más que por la presión, se saca a relucir el mantra de que las mejores condiciones para Cataluña, dicen, "solo están garantizadas con nosotros en el Gobierno" frente a PP y Vox. Fuentes próximas al Ministerio de Hacienda aseguran que el trato con los magentas está siendo "magnífico", se sigue dialogando aún, de hecho, aunque más centrados en definir la senda que en el contenido. "Estamos analizando las necesidades" de las cuentas con Sumar. Hay diferencias dentro de la propia confluencia, de hecho. Mientras que los de Díaz preferirían emplear la senda de los anteriores presupuestos, prorrogados desde 2022, IU defiende un incremento del 32% del gasto, unos 62.000 millones de euros.

Sobre la vivienda, ya Carlos Cuerpo, ministro de Economía, aseguró a mediados de septiembre que sería "una prioridad" en la preparación de las cuentas. Pero la última crisis de Gobierno en torno a la ministra de ese departamento, Isabel Rodríguez, eleva las exigencias de los de Díaz. Más después de sugerir -y luego rectificar- que debería dimitir.

En concreto, Sumar quiere que se refuerce la inversión pública destinada a ampliar la oferta residencial a precios asequibles, que se promueva el alquiler social y se aumente el parque público con construcción y compra de vivienda. Algo que requerirá partidas más elevadas. Se quiere combinar esto junto a la propuesta de real decreto para intervenir el mercado dela vivienda. Por otro lado, los magentas vienen allanando el terreno para impulsar una prestación universal por crianza en ese marco de negociación con el PSOE. Por hijo a cargo hasta los 18 años. Otra de las prioridades es que se incrementen las dotaciones para dependencia.

Gestión de los tiempos y esperar a una reacción de Junts

La esperanza de que Junts se abra a apoyar los Presupuestos, con una presión social en Cataluña de fondo, es una de las ideas que rondan entre los miembros de Sumar. Quieren ponerse en el mejor de los escenarios posibles. Además, apuestan por intentar estirar en lo posible el mandato, frente a la idea de Podemos de que puede haber convocatoria si no hay cuentas. A falta de ver cómo se materializa esa ruptura de Puigdemont, con consulta de por medio a las bases de Junts la próxima semana, los magentas, como los socialistas, no creen que cambie nada material. "La complejidad no es nueva", vienen asegurando fuentes magentas. Recuerdan que periódicamente, ley tras ley, ya ha habido distintas dificultades técnicas, de preparación o políticas.

Al igual que con los Presupuestos, creen que pueden ganarse el apoyo de Junts en votaciones muy concretas, de mejoras sociales, precisamente por esa presión y rechazo que podría generar en Cataluña un voto contrario. Ello, a la vez que hay guiños de las fuerzas del Gobierno a propuestas que interesan a los neoconvergentes, como la de atajar la multirreincidencia en la comisión de delitos. Aunque hay dudas que, pese a quererlo Junts o el PNV, en pro de mayor seguridad, los socios más de izquierdas vayan a sumarse a ello.

La voluntad de Sumar es seguir legislando con normas que pongan en un dilema a los de Puigdemont, siempre a sabiendas de que los independentistas, con todo, intentarán marcar los tiempos. "Hay que imponerse" a eso, sostienen.