El Grupo Parlamentario Vox del Congreso anunció este lunes por la tarde el nombramiento del diputado Carlos Hernández Quero, portavoz nacional de Vivienda del partido, como nuevo portavoz adjunto del partido en la Cámara Baja. Representante por la provincia de Málaga, Quero compartirá cargo con José María Figaredo -también secretario general del grupo- y la diputada María Ruiz. El gran perjudicado de ese nombramiento es el ex número dos del partido, Javier Ortega Smith.

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Como indican en un comunicado fuentes parlamentarias de Vox, el hasta ahora también portavoz adjunto "continuará con su labor de portavoz en la Comisión de Justicia del Congreso y portavoz en el Grupo Municipal de Vox en el Ayuntamiento de Madrid". Este movimiento se produce en un momento en el que Ortega acercó posiciones con el exportavoz parlamentario de Vox, Iván Espinosa de los Monteros, y cuando fuentes próximas a Ortega, como adelantó El Independiente, aseguran que no repetirá como candidato de Vox en las próximas elecciones en la ciudad de Madrid. Por ahora, en el partido no abren esa senda.

Desde el partido aseguran que la elección del diputado es un reconocimiento a Quero por su "esfuerzo por dar a conocer las propuestas del partido en el ámbito de la Vivienda". Su ascenso en los últimos años es reseñable. Igualmente, es uno de los rostros juveniles del partido.

Con la salida del dirigente de Castilla y León, Juan García-Gallardo, de Vox en febrero de este año, Quero fue elegido como vocal sustituto dentro del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) de Vox, su máximo órgano directivo. Posteriormente, se decidió dar un paso más en la cúpula y se nombró a distintos portavoces especializados en las materias clave de interés para Vox, destacando así su posicionamiento frente a Vivienda, algo que ya venía ejerciendo en la comisión del Congreso.

Ortega, un "verso suelto" en Vox

El liderazgo de Ortega dentro de Vox viene apagándose en los últimos años. Es el único fundador del partido junto a Abascal aún en la primera línea, pero su protagonismo mermó notablemente desde su destitución como secretario general del partido a finales de 2022, tras el fracaso electoral de Macarena Olona en Andalucía. Pasó a ser vicepresidente segundo de Vox, aunque sin competencias. De cara a las primarias de enero de 2024, se postuló internamente como competidor de Abascal, pero los cortos plazos y la imposibilidad de contar con peso para un cara a cara con opciones le echó a atrás. Se consensuó su entrada en el nuevo CEN diseñado por Abascal, más amplio, junto a otros perfiles como Jorge Buxadé o Pepa Millán.

Pero en los últimos meses el diputado viene dejando algunas salidas del tono conjunto de la formación. Criticó el seguidismo a Donald Trump y pidió claridad para posicionarse tras un respaldo atlantista a Ucrania frente a Putin. Más recientemente, después de que Abascal rechazase ir a la presentación del think tank Atenea, de Espinosa, que definió como "sarao", Ortega fue a "abrazar a un amigo". "No creo que nadie se moleste por ello", expresó a su entrada.

Semanas después, estuvo presente en la tribuna de autoridades del desfile militar del 12 de octubre una vez Abascal rechazó compartir espacios con el Gobierno para no blanquearlo -con la excepción de Carlos Pollán y Gabriel Le Senne, al ser presidentes de los parlamentos de Castilla y León y Baleares y acudir como autoridades-. En última instancia, Ortega concedió una entrevista el mes pasado a Servimedia donde reivindicó defender los intereses ideológicos por encima de herramientas como Vox y llegar a acuerdos con el PP para un Gobierno "de salvación nacional". Ello, atendiendo a peticiones hacia ese sentido como los que pide Espinosa de los Monteros.

Desde Vox, consultados por esas salidas de tono durante todo este año, o bien se ha rebajado, o bien se ha eludido hacer valoraciones. La asistencia de Ortega a la presentación de Atenea fue definida como una a "título personal", sin más. El propio Abascal no valoró la asistencia de Ortega a la tribuna en la Fiesta Nacional.

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