Después de que Alberto Núñez Feijóo apelara a la "responsabilidad" de Vox para facilitar "cuanto antes" la investidura de un nuevo presidente de la Generalitat que sustituya a Carlos Mazón, la idea de Génova es mantenerse al margen de esas negociaciones. Entienden que debe ser el partido en Valencia el que asuma el peso de esos contactos, aunque es de sobra sabido que las decisiones en Vox no las toman los territorios en coordinación con su dirección nacional, sino que las capitaliza Bambú, al margen, y muchas veces en contra, de sus baronías territoriales.

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Fuentes de Génova recordaban ayer que no intervinieron en el pacto de coalición PP-Vox en Valencia, firmado por Mazón tras las elecciones autonómicas de mayo de 2023. Lo cierto es que entonces la consigna de la dirección nacional fue de esperar a la celebración de las elecciones generales del 23-J, para no retratarse junto a la ultraderecha. Dos años y medio más tarde, quieren que la cuestión se resuelva allí, sin implicar a Feijóo, aunque resulta poco creíble que el secretario de Organización del PP, Miguel Tellado, quedé absolutamente al margen, entre otras cosas porque mantiene una vía de interlocución con este partido.

El pacto con Vox "ya está en marcha con el acuerdo presupuestario"

Aducen en el equipo de Feijóo que no debiera haber dificultades para renovar un acuerdo que "ya está en marcha con el pacto presupuestario" de este año que asumió muchas reivindicaciones de Vox en materias tan sensibles como la inmigración y menores no acompañados y estableció una hoja de ruta para culminar la reconstrucción de Valencia tras la dana.

Y si finalmente los de Abascal se niegan a investir a un candidato del PP "`pues iremos a elecciones", lo que suponen cuatro meses de interinidad en el ejecutivo valenciano. Una vez culminada ayer la presentación formal de dimisión de Mazón como presidente, se abre un calendario parlamentario que, conforme a los plazos establecidos, sitúa el pleno de investidura entre los días 24 y el 28 de este mes.

Conforme a un procedimiento igual al de otros estatutos de autonomía así como para investir presidente del gobierno central, si en el plazo de dos meses desde la primera votación de investidura no hay sustituto de Mazón, la presidenta de las Cortes valencianas, Llanos Massó, de Vox, procederá a disolver la Cámara y fijar fecha electoral. Fuentes populares admiten su imposibilidad de "manejar los tiempos una vez que no tienes mayoría absoluta" y vuelven a quedar en manos de un Vox ahora demoscópicamente muy crecido.

"Vox no va a poner el nombre del presidente", dicen en Génova sobre la persona elegida para sustituir a Mazón, muy probablemente Pérez Llorca

Indican en Génova que "habrá coordinación" con el partido Valencia, también a la hora de buscar un candidato para la investidura que, aseguran, no fue objeto de negociación entre Feijóo y Mazón, más centrados en el procedimiento de su dimisión que en nombres propios. Aún así el secretario general de los populares valencianos y mano derecha del dimisionario, Juanfran Pérez Llorca, tiene todas las papeletas para asumir ese reto. Los populares reivindican que les corresponde a ellos elegir al sustituto. "Vox no va a poner el nombre del presidente del mismo modo que nosotros no elegimos a los candidatos de otros partidos", subrayan. Una vez decidan que van adelante con el sustituto "se hablará con Vox", pero en el ámbito de la Comunidad donde ya han podido incluso comenzar los contactos.

Génova ha desechado la opción María José Catalá a mitad de legislatura "porque sustituir a una persona es complicado y a dos es peor", dado que debería dejar la alcaldía de Valencia. Pero del mismo modo, matizan que el hecho de que Pérez Llorca sea el sustituto de Mazón no implica ni mucho menos que en 2027 vaya a ser el candidato autonómico, momento en el cual la dirección del partido sí podría apostar por Catalá, a quien apoya el portavoz del PP en la Eurocámara, Esteban González Pons. Esta crisis ha desatado una guerra interna entre los partidarios de la alcaldesa, a la que consideran el perfil más adecuado para dar la batalla en la Comunidad Valenciana.

La dirección nacional desautoriza la vía Mompó y niega haber recibido noticias de la misma

La vía Vicente Mompó no parece del agrado de Madrid. Aunque el presidente de la Diputación Valenciana es una figura en claro ascenso político y con perfil propio, el movimiento de Pérez Llorca y los líderes provinciales del partido allí no ha sentado nada bien en el cuartel general de los populares. De hecho le quitan toda dimensión a una escaramuza a la que ni siquiera dan credibilidad, a pesar de la confirmación que hizo el entorno de Mompó. Niegan, también que trasladaran nada a Génova y lanzan una advertencia: "Yo no filtraría nombres de candidatos para unas elecciones que no se van a celebrar y que puede acabar desgastándole".

El reloj ha echado a andar. Ahora todo depende de Santiago Abascal y su guardia de corps.

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