La comparecencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de este miércoles en el Congreso de los Diputados, sobre las últimas cumbres internacionales o la corrupción, sirvió de puente para que Santiago Abascal marcase el punto de inicio de las negociaciones con el PP valenciano para el relevo de Carlos Mazón. Tras interpelar a Sánchez, el líder de Vox se dirigió expresamente a Alberto Núñez Feijóo, que apenas 24 horas antes pulsó la cuenta atrás para una investidura en Les Corts designando a Juan Francisco Pérez Llorca como aspirante a la presidencia de la Generalitat.

Patentes las buenas relaciones de Vox con ese candidato, y tras acusar a Sánchez de ir en contra de la construcción de infraestructuras que podrían evitar desastres como el de la dana -aunque se rechazan las causas primigenias como el calentamiento global, como denuncian los expertos-, Abascal miró a Feijóo. Le instó a fomentar la construcción de "diques" y de "presas" en la Comunidad Valenciana, algo que se suscribiría en uno de los tres ejes en los que se quiere ubicar Vox: la lucha contra la inmigración, la rebaja fiscal y el rechazo a la agenda verde. Aunque los populares, por sus competencias autonómicas en Valencia, solo podrían aspirar a demandar al Gobierno esas construcciones, dado que excede sus competencias y debería coordinarse con el Ministerio para la Transición Ecológica.

Fuentes populares, ante la solicitud de Abascal, afirman que están por la labor de ejecutar todo lo que permita evitar más desgracias. Especialmente muertes. Pero hablan de una falta de concreciones en las demandas de Vox, más allá de si tengan o no esas competencias desde la autonomía. En el pleno, el líder de Vox afirmó: "Nos da igual que nos llamen negacionistas por exigir presas y diques para que no mueran españoles. Señor Feijóo, ¿cree que eso lo podemos pactar? ¿Al menos esto? ¿Su candidato podrá comprometerse a las obras que necesita Valencia, a exigirlas sin miedo a que le llamen negacionista?".

Por otro lado, Abascal pide al PP romper con el consenso climático que se promulga desde Bruselas. Algo que se produce después de que diputados del PP se alinearan con los homólogos de Abascal en el Parlamento Europeo para rechazar los objetivos de emisiones para 2040. Aún la propuesta tiene que votarse definitivamente mañana, y queda por ver qué hacen los de Feijóo ante el requerimiento de los ultraconservadores. Este martes, el vicepresidente de Vox y máximo negociador en Valencia, Ignacio Garriga, no lo considerase un claro punto de inflexión. "Rompa con esos pactos del terrorismo climático" con socialistas, liberales y verdes en Bruselas y vete las políticas de fronteras abiertas.

El PP asegura que no cederá en nada que trascienda la Constitución o la legalidad. El rechazo a las acogidas de menores extranjeros no acompañados es un riesgo

Aunque la voluntad del PP es patente, solo puede garantizarse un cumplimiento con Vox si el PP consigue llegar en 2027 al Gobierno, cuando habrá terminado la legislatura valenciana. Sánchez, de hecho, insistió de nuevo esta jornada en que resistirá en el cargo, hasta agotar el mandato pese al veto de Junts y la minoría parlamentaria en la que se encuentra. Los populares ya pusieron sobre la mesa el Plan Valencia tras la dana en confrontación con el Gobierno, un compromiso hidráulico y de infraestructuras que Feijóo afirmó cumplirá si llega a Moncloa. Ronda una inversión de casi 3.000 millones de euros para prevenir las inundaciones, mejorar las condiciones de zonas como el Barranco del Poyo.

En materia verde, tras la dana, desde Vox se aboga por descargar toda la responsabilidad en el Gobierno central, liberando al PP pese a recalcar la mala gestión tras el desastre por parte de Mazón.

La Constitución como límite

La negociación del PP y Vox se muestra aún difusa. Los populares aseguran que se guiarán por "la ley y la Constitución", apuntó, Ester Muñoz, su portavoz parlamentaria este martes en rueda de prensa. Pero la propia exigencia de Vox de no cumplir con los repartos de menores extranjeros no acompañados, legislado, supone la primera contradicción. Los populares son partidarios de rechazarlo, recurrirlo judicialmente, y acatar esos repartos mientras deban hacerlo.

Está por ver la capacidad de negociación de ambos partidos sin nada claro aún sobre la mesa, con dos semanas por delante para la primera investidura, que apunta a ser fallida si no se acelera el diálogo, y con una campaña electoral en Extremadura en que PP y Vox reivindican unos máximos incompatibles en ese escenario. La independencia que pide Guardiola, o el señalamiento de Vox al PP por seguir las dinámicas del PSOE, contrastan con el compromiso a negociar para evitar elecciones y dar estabilidad.

Valencia abre la puerta a otras exigencias autonómicas

Abascal sugiere que esa exigencia de máximos va a condicionar futuribles negociaciones en otras autonomías. Marcará el paso y así lo ha dejado caer en el pleno. "¿Cómo va a explicar que podamos llegar a acuerdos en Valencia" y que estos sean "imposibles en Extremadura?". No mencionó a Aragón, donde la prórroga de presupuestos por segunda vez consecutiva sobrevuela al Gobierno de Jorge Azcón. "Dicen una cosa distinta en cada región", aseguró Abascal. Los suyos, en el exterior del Congreso, aseguran que Vox tendrá la misma coherencia en todos los enclaves donde haya que negociar.

Abascal lanza un órdago a Sánchez: está dispuesto a elecciones en Valencia, como quiere el presidente, si éste adelanta generales. El PP lo ve correcto para señalar la incongruencia, a sabiendas de que ese escenario no se quiere

En su turno de contrarréplica a los grupos, Sánchez afirmó que estará vigilante ante una negociación en el que Vox "tiene la sartén por el mango". "Si Feijóo claudica" ante las exigencias de Vox, el Gobierno será "garante" del cumplimiento de la legalidad y de los consensos climáticos. Ante la exigencia de convocatoria electoral en Valencia de Sánchez, en sus turnos de réplica al presidente, Abascal le propuso ir a generales y llevar a Valencia a repetición electoral. "Yo, a diferencia de usted, no tengo miedo a elecciones".

"No hay que tener miedo a la voz del pueblo. Acordemos aquí con luz y taquígrafos unas elecciones y atrévase a ir a Paiporta a hacer campaña electoral", instó el líder de Vox a Sánchez. Ante Feijóo, que afirmó que tendría un vicepresidente primero aplicado íntegramente para afrontar el problema de la vivienda, Abascal invitó al popular a no repartir ministerios antes de tiempo. Y frente a las acusaciones de corrupción en Vox y Disenso, el dirigente ultraconservador afirmó que están "limpios" frente a un PSOE que "no puede decir lo mismo" investigado por financiación irregular y blanqueo de capitales.