El 20 de noviembre tiene muchas caras. La que este año más eco está teniendo es la que recuerda que hace 50 años el dictador falleció en la cama de un hospital. Fue a partir de entonces, de la desaparición de Franco, cuando la democracia comenzó a reconstruirse. Pero lo hizo poco a poco y con muchas dificultades. La Transición no fue pacífica. El ruido de sables permanente y la amenaza terrorista de ETA, y de no pocos grupos de extrema derecha e izquierda, agitaron un escenario esperanzador tras cuarenta años de dictadura.

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Fue en ese contexto en el que, de algún modo, también tuvo lugar el 20-N que hoy más recordará la izquierda abertzale que lidera Arnaldo Otegi. El mismo día del calendario en el que el ‘caudillo’ y dictador murió, pero de 1984 y 1989, dos referentes de la Herri Batasuna de la época fueron asesinados a tiros a manos de la guerra sucia del Estado.

Hoy Otegi y la izquierda abertzale recordarán de nuevo a Santiago Brouard y a Josu Muguruza, “dos referentes políticos” para la EH Bildu actual. Hace días que los rostros de ambos cubren paredes en las calles de Euskadi. El acto principal tendrá lugar en la capital vizcaína, donde en un céntrico parque de Bilbao un monumento los recuerda.

Los GAL y la extrema derecha

Brouard fue un pediatra vizcaíno, que huyó al exilio. A su regreso participó en el germen de lo que tiempo después sería Herri Batasuna (HB), de cuya Mesa Nacional formó parte hasta su asesinato. Por su parte, Josu Muguruza había concurrido a las elecciones generales de 1989 al Congreso de los Diputados. Su participación en política se intensificó durante su estancia de seis años en Francia, donde se refugió tras el arresto de su mujer por presunta relación con ETA. La víspera de la sesión en la que debía estrenarse la IV legislatura, Muguruza fue asesinado. Tenía 31 años.

Desde entonces, cada 20-N en Euskadi amplios sectores abertzales recuerdan de forma conjunta a Muguruza y Brouard. En el caso del pediatra bilbaíno, su asesinato lo protagonizaron los Grupos Armados de Liberación (GAL), creados e impulsados por los aparatos del Estado. El 20 de noviembre de 1984 dos sicarios entraron en la consulta de Brouard y le dispararon. Murió en el acto. Por aquel asesinato fueron condenados como autores materiales Luis Morcillo y Rafael López Ocaña. El asesinato de Brouard provocó una gran conmoción en la sociedad vasca de la época.

Sólo cinco años después, otro atentado dirigido contra la izquierda abertzale volvió a agitar la ya de por si convulsa década de los 80 en el País Vasco. El 21 de noviembre de 1989 debía estrenarse la VI legislatura de la democracia. La víspera por la noche, los diputados y senadores de Herri Batasuna cenaban en el restaurante del Hotel Alcalá de Madrid para preparar la sesión. En un momento de la misma, dos encapuchados accedieron al local y dispararon al grupo. Josu Muguruza murió por las heridas e Iñaki Esnaola resultó gravemente herido. Los autores reconocerían después que sus objetivos eran los parlamentarios Jon Idígoras e Iñaki Esnaola.

50 años del fusilamiento de 'Txiki' y 'Otaegi'

Por este atentado fueron detenidos Angel Duce y Ricardo Sáez de Ynestrillas. El crimen se vinculó a grupos violentos de extrema derecha. Durante el juicio, Sáez de Ynestrillas resultó absuelto por falta de pruebas, pero no así Duce, que fue condenado a 99 años y 8 meses de prisión.

El nuevo aniversario llega esta vez sólo dos días antes de que la izquierda abertzale celebre una manifestación en la que conmemorará los 50 años del fusilamiento de los presos de ETA, Juan Paredes Manot, 'Txiki', y Angel Otaegi. A lo largo de este año EH Bildu ha organizado numerosos actos de homenaje y recuerdo. Actos que desde los colectivos de víctimas del terrorismo llegaron a denunciar por considerarlos actos de exaltación de dos miembros de ETA.

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