Las primeras encuestas electorales sobre Extremadura con la campaña abierta agudizan el desplome del PSOE y el avance del PP, que queda al borde de la mayoría absoluta. Este domingo SocioMétrica dio a conocer su primera estimación. Da a María Guardiola en los 30-32 escaños (43%) respecto a los 28 (38,84%) conseguidos en 2023. Entre tres y un escaño de la mayoría absoluta. Al PSOE de Miguel Ángel Gallardo -concurre por primera vez-, que ganó en votos (39,9%) y empató con el PP en diputados, lo fija en 21-22 (29,4%). Vox, con Óscar Fernández como nuevo candidato, subiría de 5 (8,12%) a 7 o 9 (12,3%), mientras que Unidas por Extremadura, bajo el liderazgo de Irene de Miguel podría pasar de 4 (5,98%) a 5 de máximo (7,9%). Al cierre de esta edición no se conocen más estudios.

Este lunes, NC Report, por su parte, publicaba un nuevo estudio prácticamente similar, con 30 escaños (42,9%) para el PP, 22 (33,1%) para el PSOE, 8 (11,5%) para Vox y 5 (8%) para Unidas por Extremadura. De media entre estas dos encuestas, Guardiola se mueve entre los 30-31, Gallardo en los 22, Fernández en 8 y De Miguel en 4 o 5.

Se aprecian contrastes en este inicio de campaña con las mediciones del mes pasado, de hace tan solo unas semanas. En lo que respecta a las encuestas privadas, en noviembre dos sondeos de SigmaDos (del 3 y el 30 de noviembre) y una de SyM Consulting (24 de noviembre) daban de media 29 escaños para Guardiola, 24 a Gallardo, los mismos 8 para Vox y cuatro para Unidas por Extremadura. La primera de SigmaDos y la de SyM coincidían en la atribución: 29-30 para el PP, 25-26 para el PSOE, 7-8 para Vox y 2-4 para la izquierda plural. Pero la siguiente de SigmaDos dejó constancia de esa caída de los socialistas a 22 escaños que aprovechaban Vox y Unidas por Extremadura en el reparto.

De las mediciones públicas, el CIS es el que más se aleja de la media. En su estudio preelectoral de hace una semana y media, el centro público que dirige José Félix Tezanos estimaba al PP con 25-29 (38,5%), al PSOE con 19-22 (31,6%), daba un impulso a Vox con 10-12 (17,3%) y 6-7 (9,6%) a Unidas por Extremadura. Esa media anterior de noviembre, si se tiene en cuenta el CIS, rebaja en porcentaje de voto a PP y PSOE, sube a Vox y a Unidas por Extremadura, y arrebata un escaño al PSOE, que queda en 23, y lo gana Vox, que subiría de media hasta los 9. Destaca que el CIS, desprestigiado por casi todas las formaciones, sea el estudio que peor resultado da a los socialistas cuando a nivel nacional es a quien más refuerza. Les atribuyó un desplome de 9 escaños.

De media general, con todos los sondeos privados destacados tras la convocatoria de elecciones, los dos de SigmaDos, SyM Consulting y SocioMétrica, el PP ganaría las elecciones con 30 escaños y el 42,3% de los votos. Le seguiría el PSOE con 23 (33,5%), Vox con 8 (12,02%) y Unidas por Extremadura con 4 (6,77%). De contar el CIS, un escaño de Guardiola iría a parar a Vox. Si se tienen en cuenta todas las encuestas publicadas hasta la fecha. Guardiola se quedaría en 29 con un escaño que iría a Unidas por Extremadura. Las diferencias entre todos los estudios son mínimas.

¿Por dónde crecen y pierden votos los partidos?

En lo que respecta a las encuestas publicadas con la campaña ya abierta, SocioMétrica, el único a diferencia de NC Report que incluye trasvase de votos, asegura en su estudio que el PP es el partido que más electorado retiene: un 84%. Las fugas del votante de Guardiola a PSOE (2%) y a Vox (5%) son mínimas. El mayor problema lo tiene con los indecisos (6%) y los que ahora quieren ir a la abstención (2%). Al contrario, Guardiola quita a los socialistas uno de cada diez votantes de 2023 y casi dos de cada diez a Vox. ¿Por qué crecen los de Abascal? Al ser tercer partido, y ante el desplome del PSOE, con un porcentaje de voto medianamente similar puede salir beneficiado en el reparto de escaños. De la media de seis escaños perdidos, el PP ganaría tres extra y Vox otros tres si uno no va a Unidas por Extremadura. Vox rasca del PSOE un 5% del voto.

Es el tercero con más retención: 66% del votante anterior respecto al 61% del PSOE. Gallardo pierde el 4% de votantes que van a su izquierda, un 1% a otros partidos, casi otro 10% no sabe qué votar o si repetir en el PSOE, y casi otro de cada diez votante se plantea el voto en blanco o la abstención. Unidas por Extremadura es la segunda formación con mayor fidelidad, del 80% del voto, solo perdería un 14% al PSOE. Guardiola gana votos entre los que apostaron por otras formaciones regionalistas en el pasado, lo que le da un plus.

A nivel de preferencia para presidir la Junta, de las dos opciones, Guardiola supera a Gallardo con un 46,8% de preferencia sobre el 32,4% de su competidor. Entre todos los candidatos, la popular duplica: un 37,6% frente al 19,1% de Gallardo, el 11,5% de De Miguel y el 8,9% de Fernández. Hay división sobre la preferencia de Gobierno, en todo caso, aunque un tercio prefiere que se mantenga Guardiola en solitario, otro apuesta por el PSOE de nuevo en el Gobierno y solo un 13,6% quiere una coalición PP-Vox.

Si se mira a estudios anteriores, como el de SigmaDos del 30 de noviembre, la retención de voto del PSOE era similar a la que ahora dibuja SocioMétrica. Pero se ve un claro reforzamiento de la fidelidad a Guardiola: entonces era del 79,6%. Han disminuido las fugas del PP a Vox -un 9,8% entonces-. Vox pierde fidelidad. Al cierre del mes pasado era del 84,3%. Destaca en ese sondeo especialmente el número de abstencionistas -que SocioMétrica no refleja- que pasarían a votar en esta edición. El 20,7% lo haría por el PP. El 13% por Vox, el 8,8% por el PSOE y el 3,6%. Se estima movilización.

La izquierda, sin capacidad de gobierno

Salvo sorpresa, ninguna de las encuestas publicadas estima capacidad al PSOE de conformar un gobierno con su socio natural, que sería Unidas por Extremadura. Pese a las proyecciones de mejora de los de De Miguel, la caída de Gallardo impide a la izquierda en todos los escenarios sumar más que Guardiola en solitario. La suma máxima del bloque progresista es de 28 escaños, los mismos que tenía en solitario.

El dilema de estas elecciones es si el PP podrá gobernar en solitario o requerirá de Vox y de sus duras condiciones. Ninguna encuesta por ahora da opciones a Guardiola para no depender de Vox, y Abascal y los suyos ya han dejado claro que las condiciones mínimas para llegar a un acuerdo será extrapolar y adaptar al territorio lo acordado en Valencia para la investidura de Juanfran Pérez Llorca. El tono entre ambos partidos se ha agudizado, lo que genera un mal ambiente sobre el que construir un pacto posteriormente. Si lo quiere Guardiola, dicen en Vox, tendrá que ser a cambio de todas sus peticiones. Entre ellas, suprimir cualquier atisbo contra la violencia de género o ayuda a ONG o a la diversidad sexual. Se añade a los tres pilares: rebaja de impuestos, rechazo a la inmigración ilegal y a la agenda climática.

El principal objetivo del PP, a diferencia de 2023, es el de sumar más que toda la izquierda y reducir en lo posible la dependencia de Vox. Así, de tener que pactar un acuerdo externo de gobierno, creen que puede ser lo menos duro posible.