Nombres como Clara Ponsatí, Lluís Llach o Dolors Feliu, representantes del sector más ortodoxo del independentismo catalán, han regresado en los últimos días al primer plano político coincidiendo con los últimos compases de la negociación de la amnistía. Al tiempo que Carles Puigdemont se acerca a un acuerdo definitivo con el PSOE y su partido habla ya abiertamente de apoyar los próximos Presupuestos Generales -lo hizo el portavoz de Junts, Josep Lluís Cleries, este miércoles en el Senado- los sectores que siguen defendiendo la unilateralidad y cuestionan la nueva estrategia de Puigdemont preparan su regreso a la primera línea con nuevos proyectos políticos.

El cantautor Lluís Llach ha sido el último, al anunciar su intención de optar a liderar la Asamblea Nacional Catalana (ANC). En una entrevista a El Punt anunciaba este martes su intención de presentar candidatura al secretariado de la entidad que durante una década ha abanderado las mayores movilizaciones del independentismo. "Empiezo a sopesarlo muy seriamente, no para ir contra nadie sino para intentar que la ANC sea la herramienta que tiene que ser" aseguraba el ex diputado de JxSí en el Parlament.

Batalla en la ANC

Previamente, oficializó la semana pasada su renuncia al Consejo de la República (CxR). Llach formaba parte del "gobierno" del CxR presidido por Puigdemont, al que ha criticado por su acercamiento al PSOE. Pero su asalto a la ANC no se debe solo el distanciamiento de Puigdemont, sino sobre todo al cuestionamiento a la presidenta de la entidad, Dolors Feliu, por su proyecto de 'lista cívica' para presentarse a las próximas elecciones autonómicas.

Feliu es la principal impulsora de la candidatura de la ANC para los próximos comicios catalanes. Una agrupación de electores con la que la presidenta de la ANC quiere capitalizar el voto del independentismo frustrado por el acercamiento de Junts al PSOE para pactar la amnistía. Los asociados de Asamblea votan estos días la propuesta de Feliu, pendiente del último aval de su militancia para un proyecto que rompe con el compromiso fundacional de la ANC: no competir en la arena institucional para poder actuar como aglutinador de los partidos independentistas.

Eso es lo que le cuestiona Llach, convencido de que esa lista cívica solo puede perjudicar más a una ANC en horas bajas, como se ha visto en las últimas movilizaciones de la Diada. De ahí su anuncio de presentarse a las elecciones del secretariado de la entidad que tendrán lugar el próximo mayo, para "agitar" al independentismo.

Ponsatí, nuevo partido

Al margen de la batalla en la ANC, la ex consejera Clara Ponsatí ha confirmado también esta semana su voluntad de crear un nuevo partido dispuesto a recuperar la bandera de la unilateralidad independentista. La fugada más díscola de la corte de Waterloo, que todavía comparte grupo en el Parlamento Europeo con Puigdemont y Toni Comin, presentará el próximo 23 abril su nuevo proyecto, de la mano de otro clásico del independentismo radical, Jordi Graupera. Tras llegar a la política en 2017 de la mano de Puigdemont, en su carta de presentación explican la necesidad de las nuevas siglas porque "la incompetencia y el cinismo son la norma entre la clase política".

El Teatro Borràs será el escenario de la presentación de Alhora, el proyecto de un nuevo partido comprometido con la independencia. "Hacen falta nuevas iniciativas políticas, nosotros propondremos una y queremos ver qué respuesta tiene", explicaba Ponsatí en TV3. La eurodiputada se ha convertido en un referente del independentismo crítico y asegura que "mucha gente en privado me pide que dé un paso político", aunque aclara que su objetivo es "ayudar a que se concrete una nueva hornada de líderes independentistas".

En este contexto, critica la lista cívica de la ANC -con la que descarta una futura fusión- porque "no tiene ambición de continuidad". Advierte que Cataluña necesita "organizaciones políticas estructuradas y de largo plazo" porque en la actual situación del independentismo "las cosas no serán fáciles" y lamenta que "electorado catalán es una audiencia cautiva" por la falta de alternativas "y de eso van viviendo -los partidos independentistas-; atreverse a entrar en esta competición es muy complicado".