Ya son tres las narcolanchas que están bajo análisis del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Barbate (Cádiz) por el asesinato de dos guardias civiles tras la embestida de una narcolancha el pasado 9 de febrero. Después de que un vídeo grabado desde la narcolancha de Francisco Javier Martín Pérez, alias Kiko El Cabra, arrojara serias dudas sobre su autoría en el crimen, el juez ordenó que se investigara otra embarcación ilegal que había aparecido en la playa de Chiclana al día siguiente del suceso. Ahora, se abre una nueva vía con otra narcolancha más, esta vez de Huelva.

En un escrito del juzgado, con fecha de este 25 de abril --al que ha tenido acceso El Independiente-- el magistrado ordena que se oficie a la Policía Judicial de Huelva para que informen "a la mayor celeridad posible" sobre una lancha de cuatro motores que se intervino en el Muelle de la Compañía de Río Tinto (Huelva). La petición partía de las defensas que solicitaron que se cotejara esta narcolancha con la que se intervino a Kiko El Cabra ya que es un "modelo exactamente idéntico al que habría colisionado" con la Guardia Civil.

Los abogados han pedido un peritaje para comprobar si en la hélice o en el casco de ese barco todavía permanecen marcas que puedan dar pistas sobre si fue la utilizada para matar a los agentes Miguel Ángel González y David Pérez Carracedo que murieron esa noche en el acto tras el impacto.

Esta es la tercera lancha que el togado manda a analizar porque ya el pasado 9 de abril solicitó al Juzgado de 1 Instancia e instrucción número 1 de Chiclana de la Frontera que detallara todo lo que pudiera sobre "la embarcación hallada en territorio de su demarcación los días posteriores al 9 de febrero de presente año" y que podría tener relación "posible relación de la indicada embarcación "con la muerte y lesiones sufridas" por los guardias civiles perjudicados en el presente procedimiento" por los agentes. Allí apareció varada en la playa y totalmente destrozada.

A su vez, permanece custodiada en la investigación la narcolancha que desde un principio se incautó a Kiko El Cabra y los otros detenidos mientras trataban de huir al día siguiente del asesinato. Esa tiene cuatro motores y dos antenas y es precisamente en estos elementos en los que ellos se apoyan para desmentir que fueran los responsables de la colisión con la Benemérita. No niegan que estuvieran en el Puerto de Barbate ese día, pero sí que fueran ellos los que arrollaron a los agentes. Para ello, presentaron un vídeo en el que demostraban que estuvieron quietos mientras otra narcolancha asediaba la 'goma' del Instituto Armado, tal y como avanzó El Independiente.