El excapitán de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil Juan Vicente Bonilla nunca trabajó adscrito a la Fiscalía Anticorrupción como han dicho algunos políticos y se ha publicado estas semanas. En medio de un tsunami de informaciones relacionado con cloacas vinculadas al PSOE, la realidad y la desinformación se han entremezclado, consiguiendo que se hayan propagado bulos incluso entre tres ministros del Gobierno. Otra de estas informaciones erróneas, según ha podido confirmar El Independiente, es que a la reunión del pasado mes de febrero entre un empresario de hidrocarburos (Alejandro Hamlyn), la exconcejal socialista Leire Díez y el empresario Javier Pérez Dolset acudiera un agente del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), como aseguró Dolset este miércoles.

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Pérez Dolset, imputado en la Audiencia Nacional por un delito de fraude de subvenciones públicas, aseguró este miércoles en una entrevista en el programa de Cuatro 'Todo es Mentira' que en ese encuentro, que se produjo en el despacho del abogado Jacobo Teijelo, estaba sentado a su lado un miembro de los servicios secretos y que lo había traído el empresario de hidrocarburos. "¿Había un miembro del CNI en esa mesa?", le preguntó Risto Mejide. "Sí", contestó Dolset. "¿Y qué hace un miembro del CNI en esa mesa?", le repreguntó. "Pregúntaselo a él. A mí me gustaría saberlo también. A mí me lo contaron y me dijeron: 'Son gente muy seria y tiene una información muy buena'. Por eso entré allí, si no, para qué", aseguró.

Lo cierto es que a esa cita acudió un militar, actualmente retirado, que trabajó en el CNI unos años, pero se dio de baja en 2017, es decir, antes incluso de que Pedro Sánchez llegara a La Moncloa. Según explican fuentes oficiales, este exagente está totalmente desvinculado de los servicios secretos y, posteriormente, ha estado trabajando en Telefónica. El militar aparece en la grabación y en la fotografía que publicó 'El Confidencial' sobre la reunión entre Díez, Dolset y el letrado Teijelo y se escucha cómo los tres piden información al empresario Hamlyn sobre determinados agentes de la Guardia Civil y fiscales a cambio de poder acceder a beneficios con la Fiscalía o la Abogacía del Estado.

Como publica hoy este medio, dentro del Centro existe un gran malestar porque les estén intentando vincular a estos dudosos procedimientos que han sido denunciados por el PP ante la Fiscalía Anticorrupción, cuando los agentes que dirige Esperanza Casteleiro no tienen nada que ver. Algunas de las fuentes consultadas hablan, incluso, de que se les ha tenido una "trampa".

Bonilla y la Fiscalía Anticorrupción

Además del bulo de la "bomba lapa" que se atribuyó a la intención del excapitán Bonilla de atentar contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sin ser cierto, estos días se ha publicado también en distintos medios que este antiguo miembro de la UCO, que ahora trabaja en la seguridad del sistema sanitario madrileño, formaba parte de la UAFAC (Unidad Adscrita a la Fiscalía Anticorrupción). De esta manera, se ha tratado de vincular su actuación a los inicios del 'caso Koldo' para desacreditar la investigación, escribiendo que se trata de una causa política.

Sin embargo, tanto del Instituto Armado como de la Fiscalía Anticorrupción desmienten que Bonilla trabajara en esta unidad. La memoria que publica anualmente el Ministerio Público refleja que hay 14 agentes de la Guardia Civil y 13 de la Policía Nacional adscritos a esta Fiscalía Especial que dirige Alejandro Luzón, además de otros 12 de la Agencia Tributaria y seis de la Intervención General del Estado. Bonilla nunca ha estado entre ellos.

Su papel se limitaba al grupo de Fuentes que tiene la UCO y que recaban información de todo tipo --narcotráfico, hidrocarburos-- para que luego esos datos escalaran a los equipos que sí se dedican a investigar.

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