El 'caso Gürtel' llega a su fin después de 16 años. El escándalo que hizo caer al Partido Popular de Mariano Rajoy termina con la celebración del juicio de la conocida como "pieza principal" en la que 20 de 25 acusados han reconocido los hechos tras llegar a un acuerdo con el Ministerio Público.

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El primero en reconocer la comisión de delitos contra la Hacienda Pública y blanqueo de capitales ha sido el líder de la trama Francisco Correa. El empresario ha asegurado en la Audiencia Nacional que no llegó a pagar impuestos ni presentó declaraciones tributarias en España, tal y como apuntaba en un escrito remitido a la Sección 2º de la Sala de lo Penal.

En el documento, al que ha tenido acceso El Independiente, el cerebro de la trama reconoce que su mano derecha Pablo Crespo y Ramón Blanco Balín fueron quienes se ocuparon de sus asuntos societarios, económicos y fiscales, mientras se encontraba fuera de España. En este sentido, explica que el que fuera el secretario de organización del PP en Galicia, junto a Blanco Balín y Agramunt constituyeron múltiples sociedades.

El objetivo de estas sociedades era ocultar el origen ilícito de su capital en el extranjero. Entre las localizaciones señaladas por el propio Correa destacan Miami donde este construyó varias sociedades a través de uno de sus abogados. "Enviaba transferencias de dinero desde mi cuenta bancaria en Suiza a la de Bancaja en Miami, para mis inversiones con la empresa Fortune, de la que participé en los proyectos inmobiliarios iniciales. Los beneficios de estas operaciones los reenviaba a Suiza, previo pago de los impuestos en Miami", reza el escrito.

En este sentido, Correa ha señalado a uno de sus letrados y al que era director general de Bancaja en Miami ya que conocían que el dinero de sus inversiones procedían de sus cuentas en Suiza. Acto seguido, reconoce que se creó una estructura societaria para canalizar sus inversiones inmobiliarias en Miami, para las que nunca se le pidió acreditar el origen de los fondos.

Tras estas operaciones, el líder de la trama reconoce en su escrito que decidió cambiar sus estructuras societarias y bancarias a Panamá. El objetivo era trasladarse al país latinoamericano para eludir pagar impuestos.

Según ha reconocido el propio empresario, negoció con otra de las acusadas Carmen L.H., previo pago de 300.000 euros, la gestión de una residencia en Panamá con la que así poder evitar tributar en España. No obstante, "dicha señora" no le facilitó la residencia, de modo que considera que "le estafó". Ante el fracaso de este primer intento, el letrado Manuel D., y Pablo Crespo viajaron hasta Panamá para tratar de conseguirle a Correa la residencia.

También en el país latinoamericano, Correa hizo una inversión junto a uno de sus socios Jacobo G. No obstante, esta operación no salió como se esperaba, pues José Antonio M.M. "se apropió de los fondos aportados por los socios", segura el empresario.

Según la confesión del líder de la trama, el blanqueo de fondos llegó hasta localizaciones como Senegal donde -a través de un primo hermano que vivía en el país africano- se intentó invertir en Cartagena de Indias. "Tal y como describe Pablo Crespo tratamos de utilizarle para ocultar mi patrimonio, y que actuase como testaferro", señala el escrito.

Finalmente, en Cartagena de Indias, otro de los acusados Arturo C. "construyó un complejo de apartamentos de lujo" en el que también invirtió su mano derecha y Blanco Balín. Dichos inmuebles fueron puestos a la venta tras la detención del cabecilla del conocido 'caso Gürtel'.

La confesión de Francisco Correa y sus socios a puesto fin a una de las causas más mediáticas de los últimos años. En total, 20 de los acusados en esta "pieza final" de la causa han llegado a un acuerdo con la Fiscalía Anticorrupción. Así lo ha manifestado también la fiscal del caso al inicio de la primera jornada del juicio que ha arrancado este lunes en la Audiencia Nacional.

El Ministerio Público ha informado al inicio de la vista oral que tal solo cinco de los acusados han apostado por no reconocer los hechos. Esta decisión da paso al inicio de un juicio que tiene previsto abordar su final el próximo 20 de noviembre. Esta "última pieza" será el broche final de un escándalo que acabó con un Gobierno que se ha saldado con 94 condenados en 12 juicios.

Ahora sólo queda esperar la decisión del tribunal tanto para los cabecillas que han alcanzado un acuerdo con la Fiscalía como para los colaboradores que han decidido no admitir los hechos. Por lo pronto, Francisco Correa ya ha cumplido más de diez años de condena, mientras que su mano derecha, Pablo Crespo, ha pasado casi nueve en prisión.

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