La mayor batalla del mundo de los smartphones, incluso superior al binomio Apple-Samsung, es la que sostienen desde hace al menos un lustro Android e iOS. Los dos sistemas operativos más populares, que conviven en una suerte de duopolio, dividen a los usuarios de los teléfonos inteligentes según sus gustos. Ambos tienen, como no podía ser de otra manera, sus pros y sus contras.

Android es, sin duda, más popular que iOS, algo que es inevitable si tenemos en cuenta la cantidad de fabricantes que visten los colores de Google. Por su parte, sólo los iPhone llevan iOS en la industria de los smartphones. La decisión por uno de los dos siempre ha sido complicada. Hasta ahora.

La start up israelí Esti ha conseguido juntar ambos sistemas operativos en un sólo dispositivo, aunque de momento sólo tendrán acceso a esta opción los usuarios de Apple. Para hacerlo, la empresa fundada por Joseph Sabri ha creado una funda de iPhone en la que está integrada un terminal Android que es totalmente utilizable y que está en la parte posterior del móvil creando un iPhone reversible que, usado de la manera habitual es un terminal con iOS pero que, si le damos la vuelta, se convierte en un smartphone con Android.

Ambos dispositivos funcionan de manera totalmente autónoma. Utilizar el Android trasero no afectará ni a la batería ni al consumo de datos del terminal original, por lo que es como llevar dos teléfonos en uno.

Esa segunda parte, que está incrustado en la funda, tiene una pantalla amoled de cinco pulgadas, cuenta con su propia batería de 2.800 mAh y se recarga sin necesidad de cables, con una base en la que se puede reponer la batería. Tiene además dos ranuras para otras tantas tarjetas SIM y con una SD se puede conseguir un almacenamiento de hasta 256GB. También tiene su propia salida jack de 3,5mm para escuchar música.

La funda está disponible para iPhone 6, 6s y 7, además de para las versiones Plus de estas mismas generaciones del teléfono de Apple.

Disponible en agosto

Para conseguir la financiación necesaria para poner en marcha la fabricación y distribución de su producto, Esti ha tomado una vía muy popular para las start ups: crear una petición en Kickstarter. Meses antes del final del plazo de captación de fondos ya han superado su objetivo y la cifra sólo puede crecer.

La meta estaba establecida en 95.000 dólares, más de 89.000 dólares, pero la cuenta ha superado ya los 114.580 dólares, casi 108.000 euros, gracias a las aportaciones de 824 personas que han contribuido con su dinero, en busca de la recompensa o no. Hasta el 15 de abril aún hay tiempo para seguir aumentando el contador.

La donación mínima para hacerse con una unidad de Eye, el nombre que recibe el dispositivo, es de 95 dólares, 90 euros, en el caso de la unidad sin conexión 4G y hasta 129 dólares, más de 121 euros, para la versión con dicha velocidad de descarga en internet. De momento el prototipo aún está en fase de desarrollo y, en teoría, los primeros contribuyentes no empezarán a recibirlos en sus hogares hasta el próximo mes de agosto.