Millones de aves atraviesan los cielos españoles durante los meses de migración. En los últimos años los científicos han observado que estos animales están cambiando su comportamiento. Muchas se están quedando en la península durante el invierno. El cambio climático, la disponibilidad constante de alimento en los vertederos e inesperadas nuevas dificultades en los viajes, como cambios o destrucción del hábitat, caza ilegal, tendidos eléctricos, aerogeneradores, veneno, caza ilegal, son algunas de las razones por las que algunas ya no viajan al cálido sur.

La cigüeña blanca, emblema de los pueblos peninsulares, ya no emprende el vuelo hacia tierras africanas cuando arrecia el frío en la península. Los científicos del Programa Migra de la organización conservacionista SEO/BirdLife han analizado el comportamiento de 60 ejemplares marcados. Han averiguado que los adultos tienden a quedarse en España, donde arrozales y basureros son una fuente de alimentación que les permite soportar el invierno. La mayoría de los jóvenes, audaces, siguen cruzando el Estrecho hasta el otro continente.

“Las aves son unos excelentes bioindicadores de la salud de nuestro planeta. Los cambios en sus rutas y comportamiento migratorio nos ayuda a anticipar e identificar los riesgos y escenarios de futuro a los que nos enfrentamos”, explica la organización conservacionista SEO/BirdLife, que hoy celebra el Día Mundial de las Aves Migratorias y lleva más de un lustro estudiando con el Programa Migra el patrón de migración de las aves -ha marcado 783 aves de 32 especies distintas-.

Cigüeña con marcador

Cigüeña con marcador para conocer su ruta migratoria SEO BIRDLIFE

Las águilas calzadas también están cambiando sus preferencias. En otoño habitualmente volaban hasta el continente negro, a excepción de la población balear, que es sedentaria. Así era hasta los años 80 del siglo pasado. Desde entonces, el número de águilas calzadas que se observan en invierno en la península Ibérica ha ido en aumento poco a poco.

Por el momento hay datos de 23 águilas calzadas, marcadas con emisores GPS. De ellas dos se quedaron a invernar en el Levante español. La mayoría de sus congéneres siguen volando hasta África para pasar el invierno en el Sahel, en concreto en Guinea, Mali, Mauritania, Níger y Nigeria.

La península está en medio de la ruta de migración europeo-africana. Es un lugar ideal para contar ejemplares y observar su comportamiento.